02

10 2 0
                                    

Los habitantes empezaron a venir a hacer sus compras, habían como 6 puestos en la plaza del mercado, uno para ropa, otro para comida, otro de carpintería, y otras cosas.

El puesto de Byul era una tienda de convivencia, allí vendía comida, como unos dumplings, fideos de olla de hierro, tartas, macarons, y otras cosas como zumos, e incluso alguna medicina para los animales, que era la mejor manera de ganar dinero en aquel pueblo, ya que muchos pueblerinos eran ganaderos, campesinos o derivantes.

-Madre, Podrías Comprarme un dulce? Tengo hambre...
Decía un pequeño niño, no tenía pinta de tener dinero para comer, el niño era de una familia pobre.

-Vere si tengo algún dinero...
Decia la Madre, Y metió su mano arrugada por la vejez en el bolsillo de su chaqueta vaquera muy desgastada y algo rota.

Solo tenía 2 Euros, El Cual, En muchos de los puestos para coger un simple caramelo tenías que pagar más.

La Mujer Miró a Byul, Y Prendada Por su mirada amable y de buen corazón. Decide acercarse, algo avergonzada.

-Disculpa, Tienes Algún Dulce barato para mi hijo? No tenemos mucho para comer...
Decía la madre cubriendo su cara con su cabello largo y Moreno oscuro, muy liso y acariciable.

-Bueno, Si, Tengo magdalenas caseras, Son 1 Euro Cada Una, aparte, vienen con mucho relleno, pueden ser personalizables, y eso no le suma dinero.
Decía Byul Con una sonrisa en su rostro, Mostrándole uno de los ejemplos de sus magdalenas.

-E~espera... u~un euro? Aparte, P~personalizables? Y no l~les añades d~dinero?
Decía la mujer, tartamudeando por el ligero frío que le recorría la piel, por estar mucho tiempo en la calle.

-Si, como Has oído! Solo escoge uno de estos rellenos para la Magdalena!
Decía Byul y le mostró un cartel con los rellenos disponibles para las deliciosas magdalenas de la joven.

-Hijo que te apetecería a ti?
Decía la mujer, más alegre por la amable acción de Byul.

-El relleno de Crema pastelera suena rico! Querría ese!
Decía el niño, y al ver la felicidad de su madre, se puso feliz.

-Perfecto! Usted Señora quiere alguna? Decía Byul, esperando pacientemente la respuesta de su clienta, con su común sonrisa en su rostro.

-Ehm... Si... Me gustaría el relleno de lichi... por favor.Decía la Mujer, Haciéndose la boca agua con tan solo ver aquella rica magdalena.

-Perfecto! Son 2 euros, por favor. Decía Byul, Amablemente, y sin prisas.

La mujer Sacó de su bolsillo la moneda de 2 euros y se la dio a nuestra amable protagonista.

-Perfecto! esperad unos minutos, si quereis podeis ir a dar un pequeño paseo por las tiendas. Decía Byul, y Sacó los rellenos ya preparados por ella hace unos días de un mini frigorífico, y después de rellenar la manga pastelera con lo antes mencionado, los metió en las magdalenas, haciendo antes un agujero para que entre el relleno.

Madre e hijo fueron a dar un pequeño paseo mientras nuestra amable protagonista preparaba las magdalenas y algún acompañamiento para estas.

Cuando pasaron dos minutos, Byul salió de su establecimiento y fue a buscar a los clientes.

-Oye, Te Has Enterado? Decía una mujer, reuniéndose con su amiga, cerca de el ayuntamiento.

-El Que, El Chico nuevo? Si, Todo el mundo sabe de su existencia. Respondía emocionada la amiga de la antes mencionada.

-A mi me han dicho que es portugués, pero según las noticias dicen que es ucraniano. Decía la amiga mostrándole a la mujer algunas fotos de el chico.

El chico aparentaba tener unos 18 años, Era Pelirrojo, y tenía ojos azules, llevaba ropa casual, y en la foto se mostraba con una sonrisa, se podría decir que era muy guapo.

-Ay.. Pues oye, si podría ser ucraniano eh? pero podría ser ruso o sueco, por el aspecto que tiene, el pobre acabará siendo una versión masculina de Byul. Decía Una de las mujeres, mientras Byul, seria, Andaba mas rapido para no oír lo que aquellas chismosas pueblerinas decían.

La Chica BonitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora