Somos animales,
divergentes unos de otros,
tan iguales,
ignorantes de lo obvio
natural
que emana de nuestra ferocidad. ...Somos dóciles y amantes
que viajan juntos sin mirarse,
olfateando rastros, sin tocarse,
sin siquiera saludarse.Pero ocurre algo raro y ameno
algunas veces,
y es que, en cierta forma,
la condena de un ser fiero
y un dulce ser lleno de consuelo
es amarse,
aunque su naturaleza sea atacarse
o alimentarse
uno del otro, y en cierto modo
cumplen el designio,
se alimentan, uno de las lágrimas
y el otro del alivio.
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Sangre, huesos y plumas. Cenizas del Angel.
PoetryPoesía oscura, depresiva, reflexiva. Quizá sea que el amor ya está muerto.