—Fin del mundo, y quieres estar sobrio —negué levemente

—Cállate, Alyssa —se quejo Klaus, con la burla latente en aquella última palabra.

—No me malinterpretes, bien por ti Klaus —me encogí de hombros, restándole importancia también.

—Honestamente creo que quieres tomar toda pastilla existente —agrego Diego

—El pensamiento paso por mi mente —confeso el castaño —Pero hay algo que debo hacer y no creo que funcione si no estoy sobrio —su mirada parecía decidida, así que no quedaba más que apoyarlo.

—¿Vas a conjurar a la chica que perdiste? —pregunto Diego, mire al instante a mi hermano, cuestionando lo que había escuchado—¿Cómo se llamaba? —pregunto, Klaus dejo su mirada perdida por un momento, después viajo hasta la mía.

—Dave —respondió haciéndome sonreír —Era la única persona que ame más que a mí mismo —Diego parecía levemente sorprendido ante aquella confesión, mire a Klaus claramente orgullosa

—Debió haber sido alguien muy especial por aguantar lo raro que eres —solté una ligera risa al igual que Klaus, no había mentira alguna en sus palabras.

Mi hermano comenzó a hablar de cada una de las virtudes que tenía mi amigo, yo asentía a cada cosa que el decía. Dave era un hombre perfecto, y Klaus lo había notado con rapidez, es por eso que adoraba lo que ellos tenían

—La mayoría de las personas que me agradan están muertas —dijo Diego, presté atención a lo que decía, y me miro por unos segundos

—La detective, ¿cierto? —me atreví a preguntar, tenía miedo de haber dicho algo erróneo, aunque por suerte no pareció ser así

—Mamá también —agrego el moreno, asentí —Y aun que no lo creas tu también me agradas, Cherry —sonrei levemente, ahora en su dirección

—Tambien me agradas, intento de Rambo —lo oí soltar una casi imperceptible risa, mientras negaba.

—En serio lamento arruinar su lindo momento de... ¿Hermanos? —Klaus hablo llamando nuestra atención —Pero... Tengo que ir al baño —Diego y yo nos miramos frustrados

Lo desató y permitimos que fuera al baño, nos quedamos solos en lo que Klaus volvía

Mire el atico tranquilamente, Ben se había ido también. Diego estaba quieto a mi lado, solo escuchaba su respiración pausada

—Nunca hablamos de eso —sabia a lo que se refería, así que me tense cuando lo menciono —Cherry... Tal vez ha pasado mucho tiempo pero yo enserio lo siento —gire para poder mirarlo

—No tienes porque hacerlo, lo que sucedió aquella noche se nos fue de las manos. Tu estabas cansado y yo no estaba de lo mejor emocionalmente, además de que teníamos demasiados problemas que no sabíamos manejar—el asintió —Solo que, a la mañana siguiente... Cuando fui a tu habitación para hablar, tu ya no estabas, tampoco tus cosas —su semblante cambio completamente

El ambiente se volvió más serio y tenso, lo mire esperando a que hablara

—Solo... Decidí irme, me comporte mal por algo que no era tu culpa —coloque una de mis manos sobre sus hombros, el me miro seriamente —Tu no puedes controlar el amor que le tienes a Cinco, de todos nosotros es el único que te ha comprendido

Bueno, si lo ponemos así...

—Aun que lo parezca, hay cosas que Cinco jamás comprendió —el abrió su boca listo para hablar, pero justo en ese momento llegó Klaus listo para comenzar, de nuevo, o al menos eso pensábamos

Diego comenzó a atarlo una vez más

—No, creo que esto es una mala idea —trato de levantarse justo antes de que Diego atara su pie a la silla

—Espera, espera — el moreno lo empujó de vuelta a la silla

—Deberia drogarme una última vez, para hacerlo más fácil. Es lo que necesito —trato de levantarse una segunda vez, ahora fui yo quién lo detuvo

—No lo creo —chasquee mi lengua

—Ahora vuelvo —hizo un forzado puchero, Diego negó

—Esto no funciona así —Diego paso una vez más la soga por su pecho —Sientate —le pidió

—Diego, escucha —rogo —Solo escucha —el moreno solo respondió dándole un golpe en el estómago logrando que le sacará el aire, automáticamente Klaus se comenzó a quejar

—No te puedes hacer esto— le dijo Diego, sujeto fuertemente su torso a la silla para evitar que escapara

—Puedo invocarla —trato de persuadirlo. Diego se mantuvo en silencio terminando de sostenerlo.

—De cualquier modo, no puedes invocar hasta que estés sobrio —eso pareció sorprenderlo —Yo también te necesito sobrio, ¿de acuerdo? —Klaus asintió repetidas veces

—Por... Por favor —suplico de nuevo

—Esto es para la próxima vez —le acerque un balde azul —Vomita, orina, todo lo que necesites, para todo —el asintió levemente —Te amo Klaus, eres mi hermano, pero necesitas ver a Dave

—Esto es para la próxima vez —le acerque un balde azul —Vomita, orina, todo lo que necesites, para todo —el asintió levemente —Te amo Klaus, eres mi hermano, pero necesitas ver a Dave

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❪ Omnisciente. ❫

—ADELANTE, NÚMERO DOS —la voz de Sir Reginald lo sobresalto

Entro a la oficina con la mirada gacha, se quedó parado frente a el

—Papá, y-yo lamento mi comportamiento, se me salió de las manos, no pude controlarme —explico al instante en el que sus pies se detuvieron.

—Lo entiendo, número Dos —eso hizo a Diego soltar el aire retenido —Pero nada me asegura que no le harás daño al resto de tus hermanos —el aire en los pulmones de Diego desapareció, sorprendido

—¿M-Me castigaras? —el viejo paro de escribir, elevó su mirada al moreno

—Esto es por el bien de tus hermanos, número Dos, eres peligroso para ellos. Me temo que estás expulsado de la Academia Umbrella, puedes retirarte —el se quedó ahí, parado frente a su padre, no podía creer lo que había escuchado

—¿Solo por qué golpee a Cherry? ¡Pero papá...!—Reginald se levantó, molesto

—Esto no se trata únicamente sobre número Ocho, tienes una hora para retirarte de la academia... Puedes retirarte de mi oficina en este momento.

¹ 𝗖𝗢𝗙𝗙𝗘𝗘 | cinco hargreeves (reescribiendo)Where stories live. Discover now