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-... ¿Entonces tu eres el que me manda esos deliciosos pastelillos?...

Bien, respira hondo Asahi. El chico no te va a morder o te va a insultar o algo por el estilo. Pero se sentía tan observado, tanto por el pelinegro que por Sugawara tras sus espaldas, que suponía que ya estaba planeando la boda en su cabeza.

Sabía que Sugawara, siendo amigos desde hace años, quería que fuese feliz y que al fin estaba siendo atraído por alguien... ¡Pero es que era muy tímido para relacionarse a la fuerza! Así no era como lo tenía planeado en su cabeza. Su plan era; dar cupcakes gratis de distintos sabores para alegrar a Nishinoya... Pero no era presentarse. ¡No era su plan!

- s-si...¡Si! Ese soy yo, Asahi, el pastelero de aquí... Se "suponía" que iba a ser anónimo...pero "ALGUIEN" se interpuso - miró por un momento al albino y el cobarde se alzó de hombros y se fue a atender la barra. Era un maldito... -

- ya veo, pensé que nunca te conocería, en serio, en serio tenía tantas ganas de conocerte...

-...¿Que? ¿Lo dices en serio?

- pues si...me gusta decir las cosas de frente y no sabía como agradecerte por darme esos pastelillos porque nunca te presentabas... Aunque creo que ya sé el por qué no lo hacías. Eres muy...

- ¿tímido?

- ¡exacto! - sonrió de oreja a oreja mostrando esos afilados dientes, golpeando con su puño el hombro del más alto. Era... Muy alto, aunque este reaccionó con dolor. ¿Acaso le golpeó muy fuerte? - ejem... Gracias por esto, por los cupcakes, en serio. Me sentía algo mal porque era el único que los recibía. ¿Por qué?

¿Era momento de sincerarse?... No aun no. No estaba preparado...pero dios... Ver esos ojos hermosos y rasgados del menor le hacia latir su corazón, tantas cosas por decirle...

- Eh-ehm... Porque, no lo sé, solo quise hacerlo y ya, nada especial.

Mintió.

Pero algo le dolió al ver esos ojos desanimarse, pero muy disimuladamente. Algo se quebró en su pecho cuando esa cara impresionada estaba decepcionada. Maldición Asahi, solo debías decirle que te gustaba darle cupcakes porque te gustaba ver su sonrisa cada vez que loa disfrutaba. Maldición, maldición.

- oh... Bueno, lo entiendo, es lo más lógico...si

Oh no, esa carita...

- bueno, e-ehm... Debo irme. Me alegra haberte conocido, haces deliciosos cupcakes y espero que... Bueno, lo compartas a los otros. Sigue así grandote

"pero solo quiero dártelos a ti"

- si, bueno... Gracias Nishinoya...

Se quería tanto golpear. Cuando el más bajo acabó por irse un vacío sintió en todo su pecho, su corazón se quebró de alguna manera. Quería decirle tantas cosas, lo lindo que se veía, como un niño con su golosina cuando sus ojos brillaban. No se entendía ¿por qué sólo lo pensó y no lo dijo? Se culpaba tanto ahora mismo.

- y es así como Asahi arruina su primer amor platónico

- ugh... Callate Tsukishima...

¿Habría más oportunidades para decirle la verdad?


Cupcakes Where stories live. Discover now