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Bien, ahí estaba, había llegado a la cafetería. ¿Debía entrar o debía esperarlo afuera? Ya estaba próximo a terminar el turno de Minho, así que decidió quedarse afuera, sentado en una banca que disponía el mismo local.
Hoy había dado un examen y se sentía algo agotado, a pesar de que apenas estuviera comenzando el segundo semestre. No se quería ni imaginar cómo sería su último año, de solo ver a Changbin teniendo una crisis de ansiedad el día anterior, estaba lo suficientemente asustado como para considerar dejar la escuela. Su amigo siempre le había dicho que no debía estresarse de más, pero ¿por qué él no podía aplicar sus propios consejos?
Su mirada se dirigió a los ventanales de la cafetería, pudiendo divisar a Minho sorteando unas mesas con una bandeja con pasteles en una mano y la otra con una bandeja con una pizza. Vaya que era ágil.
Los minutos transcurrieron, no muchos a decir verdad, y vio como su mirada se veía correspondida. Sus mejillas coloraron de tan solo verse descubierto por los ojos de su novio. Claro, ¿cómo podía fingir después que estaba molesto?
Volteó la vista de una forma muy poco disimulada hacia cualquier objeto que estuviera a su alrededor. Ya ni siquiera sentía que estaba molesto con él, aún así, quería hablarlo, quería hacerle entender que no había razón para que desconfiara de él, que solo quería estar con él.
Jisung suspiró, no sabía cómo acabaría todo eso, pero esperaba que por lo menos pudiera expresar lo que sentía.
ㅡ¿Estás muy cansado?
Esa voz. ¿Cómo es que seguía emocionándolo tanto como la primera vez que la oyó? Fijó sus ojos en su novio, que le dedicaba una leve sonrisa.
ㅡTuve un examen hoy, pero estoy bien.
ㅡTe traje un café, me falta aún para terminar mi turno, ¿me esperaría un poco más?
En ese momento casi suelta un Te esperaría toda la vida, pero eso era absurdo, ¿qué estaba pensado? ¿Tanto había llegado a querer a Minho? Sí, la respuesta era sí.
El mayor dejó el vaso en la mesa y volvió al interior del local, tomando la bandeja que llevaba. Ice americano, su favorito. Sabía tantas cosas acerca de él, ni siquiera se imaginó que esa relación podría llegar a eso, ¡claro que no! Jamás había imaginado que pasaría de un simple crush.
¿Qué haría ahora? Se sentía como un niño frente a él, se sentía tan inmaduro como si no supiera qué hacer, como si tuviera que esperar hasta que alguien le dijera qué debía hacer, estaba en un laberinto.
Estuvo todo el tiempo pensando en qué le diría, pero no podía, nada venía a su cabeza. Y aunque así fuera, todo se desvaneció en cuanto escuchó su voz.
ㅡJisung.
Alzó la vista, encontrándose con al mayor ya vestido con su ropa normal, llevaba una gorra negra que le tapaba casi completamente los ojos, tenía su bolso de deporte colgando de un hombro y una bolsa de papel entre sus manos.
