-Por qué no te callas y la dejas en paz, esta confundida, tiene miedo al igual que todos nosotros.

-No importa si tiene miedo o no, tu misma lo has dicho, todos estamos igual, pero solamente ella y unos cuantos inútiles están haciendo tanto drama.

Debo decir que este chico me saca de mis cabales, no necesitas conocer por completo a una persona algunas veces, solamente con mirar su actitud es suficiente. Bueno no puede ser tan malo, quizá exagero.

-Chicos, chicos, ya paren de discutir nada ganaremos con esto. – un chico más interviene, no le miro a la cara pero veo los tenis negros deportivos, y unos pantalones verdes que lleva puestos. De pronto el chico alto de tez morena mira hacia arriba y frunce el ceño, sus cejas se encorvan y parece indispuesto.

-Que… que rayos es eso.

Señala con su mano un objeto con una pequeña y brillante luz roja en un extremo.

-Parece como si fuera un lente, alguna cámara o algo parecido. – dice el otro chico, todos miran atentamente este aparato y parecen igual de sorprendidos que yo. Ni siquiera lo había notado.

-Maldita sea, nos están espiando.

El chico exclamo en voz alta, gritando esto. Era obvio lo que estaba ocurriendo. La cámara se movió un centímetro y todos parecieron aún más asustados y sorprendidos.

-Continuemos – agregue – nada obtendremos al quedarnos aquí observando esa cosa extraña que se mueve.

Sigamos, pensé, pero ¿hacia dónde? Es difícil saber hacia dónde dirigirse en un momento así, las cosas que han estado ocurriendo hasta el momento me hacen pensar que si nos quedamos mucho tiempo en un solo lugar moriremos, pero comenzar a caminar hacia un lugar que desconocemos es también igual de malo, nada nos asegura vivir o permanecer respirando con todo lo acontecido hasta ahora.

-¿Qué tal si solamente caminamos hacia allá? –Una de las personas que se encuentran allí se une a la discusión sobre a donde ir – digo, no hay ningún otro lado al que podamos ir, si solamente hay un trecho por delante nuestro y no tenemos algún otro camino, es la única opción que podemos tomar, no podemos regresar pues la puerta se ha cerrado, y tampoco podemos ir a otro lado, es lo más lógico que puedo notar.

-Maldita sea, ¿cómo no se me ocurrió antes?, eres un maldito genio amigo.

El chico moreno lo insulta con su sarcasmo indiscutible, debo admitir que solté una pequeña risilla pero trato de disimularla y hasta me siento mal por haberlo hecho.

-Bien, entonces no debemos esperar, sigamos; escúchenme todos: no sabemos hacia donde nos dirigimos o hacia dónde vamos, no sabemos si caminamos a los brazos de la muerte y si así fuese, espero que todos y cada uno de ustedes colabore para mantener este grupo unido, no conozco a ninguno de ustedes, me dijeron lo mismo que a todos, que toda mi maldita vida había sido mentira y todo lo demás que ya ustedes sabrán, por cierto antes de partir, mi nombre es Carl.

A pesar del mal concepto que comenzaba a tener del chico moreno, luego de decir esto y autoproclamarse como líder del grupo, debo aceptar que empezaba a caerme bien, incluso le queda el papel de líder, se le da muy bien.

Caminamos alrededor de dos horas por el pasillo y comenzaba a preguntarme si tendría fin, las luces rojas en la parte superior de la pared ya me parecían normales, no les preste más atención, si alguien nos quiere mantener en observación constante que lo haga. En el camino conozco a otro chico de los que van caminando junto con todos, es rubio cielos, muy rubio de ojos azules alto y con cuerpo de futbolista, hablamos un rato pero nada más, hay ciertos rasgos que me estremecen de él, pero no le doy mayor importancia y sigo caminando. Mi paso comienza aminorarse con forme pasa más tiempo, al cabo de media hora más mi vista alcanza a ver el final del pasillo, se ve oscuro y un fuerte viento sopla afuera.

Gritos en la Oscuridad.Where stories live. Discover now