Gritos en la Oscuridad.

Capitulo XIII

Capitulo XIII

¿Quién es esa persona? Y ¿Qué es la organización? Estas preguntas parecen crecer más y más en mi mente, arremolinándose y creando mucha más confusión.

-Liam, no tienes idea de que haya querido decir la persona del mensaje con “soy miembro de la organización?

-La verdad no, ahora que lo dices también estuve pensando un poco en eso, cuando lo leí no preste tanta atención a eso, pero luego de que estuve encerrado en aquel cuarto un tiempo, trate de recordar cualquier cosa que me pudiera ayudar, y esa parte del mensaje no paraba de bombardearme. Pero por más que rebusque en el interior de mi mente, nunca logre encontrar nada que me sirviera al menos de respuesta, nada que se le acerque, ni parecido.

Veo que Liam no sabe nada, o al menos eso me hace creer. Unas cuantas preguntas han sido respondidas por las circunstancias y ahora que la lista disminuía, otras más se le suman. Recuerdo a Carl y Angie:

-Donde están Carl y Angie – pregunto.

-Tranquila – responde Liam – ya iremos hacia donde están.

Liam comienza a llevarnos al viejo Ray y a mí por algunos pasillos, antes de llegar al pasillo donde estaba mi cuarto dobla a la derecha, caminamos un poco más y luego dobla una vez más a la derecha, llegamos a la habitación que se encuentra al final de este último pasillo que tomamos. Liam abre la puerta y adentro esta Angie quien parece inquieta y suda mucho:

-¿Qué pasa? ¿Por qué estás sudando tanto? ¿Acaso estas enferma? – le pregunto inmediatamente como la veo a Angie.

-No no, para nada – mira a Liam como preguntándose quién es. De un momento a otro lo recuerda y dice – que no es ese el chico que vimos allá, con el hombre calvo…

-No Angie, no es el, no es quien crees, creo…

-Pero…los tatuajes, ¿recuerdas? –Me pregunta – es el mismo rostro, y no suelo olvidarlos tan rápido…

-Angie. No es el – exclamo. Y creo que Angie entiende, guarda unos segundos silencio y luego vuelve hablar.

-Entonces ¿Quién es? – pregunta.

Aparto mi mirada de la suya, vuelvo a ver a Liam quien no suelta más que un estornudo.

-El, se llama Liam.

-No quiero saber su nombre, y eso no responde mi pregunta – dice Angie, mientras alza levemente el tono de su voz.

-Angie, cálmate, mira, hasta donde sé, es la misma persona que desapareció tiempo antes de que yo fuera traída aquí, ha pasado por cosas terribles al igual que nosotros, y ahora estamos juntos y en el mismo bando, la misma posición, y quiere ayudarnos a salir de esta Isla, regresar al mundo, volver a tener una vida.

Angie se aparta un poco retrocediendo, deja su pose defensiva y se sienta en la única silla que hay en la habitación, pensativa.

-Bien, creo que lo entiendo, aunque no confío en él, ni lo hare hasta que demuestre lo contrario.

-Eso me parece muy bien, nos ayudara – digo mientras vuelvo a ver indirectamente a Liam.

-Por cierto – dice Angie – no hay mucho alboroto aquí, ya decía yo que algo andaba mal, ¿Qué paso con Carl?

-Ahora mismo vamos por el – le dice el viejo Ray mientras da media vuelta para salir de la habitación.

Liam observa un par de segundos a Angie que se levanta de la silla y va detrás del viejo Ray. Liam sale después de ella y yo de última. Nuevamente volvemos a caminar, un par de pasillos a la derecha y uno a la izquierda hasta llegar a la habitación de Carl. Me adelanto a Liam para abrir yo la puerta, me mira y suelta una sonrisa como diciendo “está bien, abre tu” abro la puerta y al igual que la de mi cuarto esta suelta un pequeño crujido que se hace escuchar entre el olvido de las palabras. Detrás de ella, nada, vuelvo a ver aceleradamente a Liam: