❝La vida no justa❞
Todos tenemos caras ocultas, y Scar no es la excepción.
Decenas de relatos donde nos adentramos en los diferentes matices del que eligió que el poder pesar mucho más que un simple lazo de sangre.
❝Todos tenemos tres caras. Una la...
↔Cantidad de palabras: Quinientos veintitrés (523)
↔Narrador: Tercera persona.
↔Inspiración:"El amor puede convertir a la bestia en un hombre, y a un hombre en una bestia" —William Shakespeare.
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Scar se encuentra solo en un pequeño claro en las llanuras áfricas. Con el rostro anfligido y la compostura rota. En eso escucha unos crujidos detrás suyo; no tuvo que moverse de su sitio, supo por el aroma de quien se trata.
—Scar, tenemos que hablar —implora Sarabi acercándose al príncipe menor, quien no se dignó en verla directo a los ojos.
No responde, se mantiene en el absoluto silencio sin dedicarle ni una mirada.
—Por favor, Scar. No sabes cuánto me duele verte triste —reconoce la leona sentándose al lado del león—, eres como mi hermano.
No responde.
—De verdad pensé que no te iba a afectar. Pensé que lo superaste.
Otra vez, más silencio.
—No creí que te importaría tanto. Aquello solo fue algo pasajero, un amor juvenil, tú me entiendes, ¿verdad? —Se pone al frente de Scar intentando tener contacto visual—. ¿Scar?
Él continúa sin responder, solo con la cabeza gacha y sin mirarla directamente—
— ¿Verdad que solo fue un amor pasajero? Dime al menos que seguimos siendo amigos. —Baja la cabeza buscando la mirada escondida del león—. ¿Puedes hacer eso?
Scar meditó por un segundo aquello, ¿acaso Sarabi busca que él diga mentiras? ¡Claro que le duele todo aquello! ¡Odia el hecho de que ella ame a Mufasa en vez de a él! ¡Se siente horrible! Pero... verla ahí, tan dispuesta a escuchar cualquier palabra que confirme su fantasía le estruja el corazón.
Su mirada rojiza con ese brillo tan particular lo invita a mentir, a que él permita que ese fulgor siga intacto.
Aunque le duela en el alma el seguir con esa farsa y fingir que ya no la ama.
—Claro. —Levanta la mirada con una falsa sonrisa—, claro que no me importar —confirma con la mirada apagada.
La leona sonríe ante aquellas palabras. En su sonrisa se puede encontrar la calma de saber que aún conserva la linda amistad de Scar.
—¡Que susto me distes! Ya había creído que te dolía.
«No me duele, me asesina el verte con él», piensa mientras ve como Sarabi sigue hablando y comentando lo feliz que se siente con que Mufasa aceptara su noviazgo. Permaneciendo ahí por unos pocos minutos.
Al final se despide de Scar prometiéndole volver en unos momentos, a lo que este solo asiente y se despide de ella. Observando cómo se va desapareciendo en el horizonte, y junto con ella, sus esperanzas de ser feliz.
Soltó un suspiro. Está harto por tantas mentiras. Acaba de perder a Sarabi con una sonrisa fingida. Haciéndole creer que todo está hecho y que ella tiene la razón, que su amor de hace tiempo fue solo algo pasajero, un amor efímero.
Pero para Scar eso es todo menos algo pasajero. Sus sentimientos por Sarabi son certeros, y está seguro que lo que siente por ella no se podrá eliminar, aunque sepa que Sara esté enamorada de Mufasa.
Para él, Sarabi es la indicada, con la que pasará el resto de su vida. Y no le importaría asesinar con tal de tenerla cerca.
Todo y cuanto no arriesgara su sonrisa gentil y llena de vida de la leona. Ya encontrará la forma de que ella la pueda conservar y, al mismo tiempo, asesinar a su hermano sin mayores contratiempos.
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