No estuvo seguro cuanto tiempo pareció caminando en la oscuridad en la que parecía internarse cada vez más borrando casi todo rastro de luz, no era un problema, aún con eso podía desplazarse a la perfeccion por el lugar. Una luz al final de aquel camino le indicó que pronto terminaría, las paredes a medida que fue avanzando se alisaban hasta tomar la forma de los pasillos de un castillo de piedra, comenzaban a aparecer columnas que no pertenecían a la arquitectura japonesa, sino más bien parecían pertenecer a otro estilo diferente casi en su totalidad.

La luz al final del túnel le hizo notar el inminente tamaño de una cámara que se encontraba al final del camino, las columnas que retenian el peso del techo se alzaban imponentemente con ciertas formas talladas, figuras de deidades a su izquierda, deidades griegas con túnicas talladas, doce dioses.

A la derecha habían menos, sólo cuatro de las columnas estaban talladas con la forma de otros seres que se veían y vestían diferente, los primeros dos vestían kimonos y armaduras imponentes teniendo empuñadas un par de espadas en sus manos que a su vez se apoyaban sobre el suelo. Todas las figuras eran iluminadas por antorchas que brillaban con una luz casi sobrenatural sin dar señales de que aquel fuego consumiera la madera, lo cual hacía que todo se mantuviera iluminado a la perfeccion.

Llegó al final y notó una pequeña construcción de piedra que asemejaba una choza sencilla con una puerta de madera cuyo interior también parecía ser iluminado con otra antorcha.

Abrió la puerta y pudo ver en la pared otra puerta pero hecha de mármol blanco con incrustaciones de rubíes que formaban la silueta de una luna igual a la que tenía en la frente y cuatro estrellas hechas con un único rubí, en el centro de la luna yacían dos aberturas.

Uno de los cuatro rubíes que parecían estrellas se mantenía apagado, no brillaba como los demás y parecía inclinarse a un color mucho más oscuro, casi haciendo alarde al negro. Sus ojos se entrecerraron y fruncio el ceño con molestia confirmando su teoria causando en él un profundo sentimiento de frustración, solo dirigio una última mirada antes de dar vuelta para salir y teniendo en su mente sólo un pensamiento por más que le desagradara.

"Inuyasha y Tessaiga: colmillo de acero"

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Shun mantuvo su mente tranquila con la intención de no dejar que la ansiedad por lo que pasaba o más bien por lo que podría pasar. Se encontró desde temprano con Aome habiendo tenido el día libre nuevamente por orden de Saori para relajarse, sabiendo que a quien más afectaba la situación era a él.

Aome- ¿día libre de tus obligaciones?

Aome ya había terminado su jornada de estudios por lo que decidió ir a visitar a su nuevo amigo para también encontrarse de que por alguna razón Saori Kido le había dado tiempo para descansar, no le dijo cuanto pero le aseguró que le diría cuando no pudieran verse, tenía que estudiar pero por el momento parecía estar bien en calificaciones gracias a la desaparición de Naraku que fue derrotado hace un tiempo y la desaparición de la perla de Shikon, ya no tenían que preocuparse tanto Inuyasha y sus amigos por eso.

Shun- si, han ocurrido varias cosas desde ayer, además del hecho de que yo pudiera haber viajado al pasado, también han habido otras cosas que me llegaron a preocupar.

Casi no se conocían pero tenía cierta confianza en él, y el verlo angustiado no le gustaba, así que decidió que era mejor no insistir más con el tema y cambiar a otro para ayudarle a relajarse, era la razón por la que le habían dado esos días libres al final de cuentas.

un viaje al pasadoWhere stories live. Discover now