6'

314 67 0
                                    

Nuestros encuentros eran en esa banca alejada, esa banca olvidada por lo vieja que se encontraba y que tal vez en cualquier momento se venía abajo. Pero jamás lo hizo, fue resistente en todo momento. A lo mejor me daba una señal, tal vez tenía que resistir a algo, pero vamos, era un imbécil.

—¿Estás bien?

No.

No lo estaba.

Desde que apareciste todo mi mundo se volvió un caos, todo me salía mal, todo era una mierda, los días se veían más bonitos, los colores ya no eran solamente grises, los pájaros cantaban y yo me hundía en la miseria lentamente.

—Oh, otra vez me vas a ignorar —susurraste con tristeza, pero tu voz volvió a escucharse—. Descuida, te comprendo, suelo ser muy parlanchín.

Quería decirte que no, que no debías disculparte de nada. Cada vez que hablabas podía sentir a un ángel cantar en mi oído la melodía más hermosa.

Una corriente de viento me hizo estremecer de pies a cabeza, esa noche estaba siendo muy friolenta en comparación a las anteriores, las hojas de los árboles caían rápidamente sobre el asfalto, besando el pasto y algunas flotaban sobre el agua.

Me sentí una de ellas, cayendo por ti y flotando cuando me atreví a voltear para mirarte, pero ya no estabas.

Entonces me hundí y me ahogué.

Había perdido la batalla en contra de mí. 

Morir por amarte || JoerickWhere stories live. Discover now