— Llegaste— Murmuro el ojiazul bajando con lentitud la mochila que cargaba.

— me tardé un poco, me tenía que asegurar que no me siguieran— comento sentándose sobre una manta, había una pequeña fogata que alumbraba el lugar, la comodidad de un lugar rural llego a la mente de Kaylee—¿y el dibujo?

— Todavía no lo termino— mencionó quitándose la chaqueta, fijo su vista en su nueva amiga y noto un moretón algo extraño en su brazo, frunciendo su ceño sin poder controlarlo.

—¿qué le sucedió a tu brazo?

— un imbécil me afirmo con mucha fuerza— Explico recordando el incidente— al parecer una niña murió y exiliaron a uno de los nuestros.

— no sobrevivirá mucho— Comento como si nada, tenia que ser realista; el lugar no era muy beneficioso para jovenes que no sabían nada de la tierra solo la conocían por libros y escritos antiguos de como era el antes— lo digo por los demás terrestres y animales.

— es murphy desde que lo conozco se adapta al entorno— intento decir, la joven hizo una pequeña mueca de sorpresa al darse cuenta que había olvidado el presente que tenia para el terrestre— te traje algo.

— qué casualidad yo igual te traje algo— menciono el terrestre con un toque de alegría.

— extiende el brazo, ojitos— Respondió Kaylee con una sonrisa.

— ¿ojitos? ¿En serio?— Preguntó el con burla, extendiendo su brazo derecho mientras Kaylee colocaba una pulsera negra con azul en su muñeca.

— combina con tus ojos— Comentó ella.

Aarón tocó la pulsera con curiosidad — me gusta.... gracias— murmuro de una manera tierna— bueno, date la vuelta.

— ¿No me piensas secuestrar, ¿verdad?—, preguntó con burla, y Kaylee se giró como él le pidió. Sintió cómo le corría el cabello hacia un lado y colocaba una cadena alrededor de su cuello. Su mano se dirigió al símbolo. —Es hermoso—

—¿Podemos juntarnos mañana a mediodía?— propuso Aarón.

— Claro— aceptó Kaylee.

Pasaron más tiempo juntos, disfrutando de su compañía. Kaylee apreciaba mucho el gesto de Aarón. Sin embargo, cuando estaba a punto de regresar al campamento, sintió un pinchazo en el brazo, como si la hubiera picado un mosquito.

— Mierda— , soltó con algo de dolor. Unos segundos después, la pulsera se desprendió de su muñeca, lo que fue su señal para apresurarse. Encontró a Finn muy alterado, casi llegando al campamento.

— ¿Finney? ¿Qué ocurre?— preguntó preocupada.

— Vamos a morir—  exclamó Finn, llenando a Kaylee de escalofríos. — Estamos solos.

— No, no lo estamos— negó Kaylee. — Aunque ellos no bajen, nos tenemos a nosotros. Siempre lo hemos hecho y siempre lo vamos a hacer.

— Promete que no me abandonarás y que siempre volverás a mí— pidió Finn.

— Lo prometo... siempre volveré a ti—  aseguró Kaylee. Mientras tanto, Clarke los había estado observando y la morena decidió dejarlos solos. Pasó junto a la rubia y se dirigió hacia la fogata.

— ¿Dónde fuiste?— le preguntó Jaden.

— Salí a caminar— respondió Kaylee.

— Adivina el rumor que anda rondando el campamento— murmuró en voz baja para que solo ella lo escuchara. — Se dice que nos acostamos como entramos a la carpa juntos y no salimos en mucho rato... creo que oyeron nuestra conversación.

𝐔𝐧𝐝𝐞𝐫 𝐭𝐡𝐞 𝐬𝐭𝐚𝐫𝐬 | The 100| 𝐁𝐞𝐥𝐥𝐚𝐦𝐲 𝐁𝐥𝐚𝐤𝐞Where stories live. Discover now