Seduciendo A Las Rosas [Oficial]

Capítulo Cuatro.

Al terminar acomodé la toalla para esconder un poco más mi cuerpo, es irónico que hace solo un día me esforzaba por mostrarme pero ahora trato de ocultarme.

Aspirando todo el aire que mis pulmones pudieron contener, me atreví agarrar la manija de la puerta. Hasta este punto dudo que Johan esté en la habitación, así que creo que no habrá problema en ir allá, además seré rápida, tomaré mi ropa e iré a nuestro baño a cambiarme, y a secarme mi cabello, ¡Solamente eso!

Decidida y convencida de que todo estará bien, salí, al ver el pasillo completamente vacío fui de incógnita al dormitorio, primero tuve que acercar mi cabeza a la puerta entreabierta para ver si se encontraba allí, pero cuando no miré ningún alma, entré rápidamente y busqué mis prendas.

Siguiendo mi plan fui al baño, estaba apunto de agarrar la manija pero de repente la puerta fue abierta. Retrocedi asustada, incluso mi toalla casi cae al suelo por mi sobresalto.

Fue cuando Johan salió con vapor a su alrededor, dando a entender que acababa de bañarse. No duré ni un segundo normal porque me puse roja como un tomate, ¡Pero es que solo tiene una toalla que lo cubre de abajo! Dejando paso a que esta enferma viera sus abdominales tan marcados, ¡O mejor! Su pecho, que desde siempre quise apreciarlo.

Me puse tensa cuando noté su mirada, ¡Sin dudas me cree una enferma!

—Permiso —fue difícil sacarle los ojos de encima, pero cuando lo logré, desesperada lo esquive para encerrarme en el baño.

Estuve inmóvil unos segundos hasta que me recargué en la puerta, quizás sea el vapor tan caliente que está encerrado en el baño, pero mi mente no deja de pensar cosas sucias sobre su pecho, ¡Anhelaria lamerlo!

...

¿¡Pero qué mierda pienso!?

Soy una enferma por pensar esas cosas...

Agité mi mano para buscar aire, pero como no era suficiente abrí la pequeña ventana (que normalmente se usa para que no se contenga el calor), después mojé mi rostro. Debido a lo distraída que estaba no pude pude apreciar bien su semblante, pero seguramente está molesto, incluso más que ayer, ¡Seguramente cree que planeé verlo!

Quiero disculparme y decirle que solo trataba de buscar mis cosas, pero como están las cosas dudo que me crea.
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Después de unos minutos salí del baño con una perspectiva diferente, estoy preparada para tener una charla seria con él, pues por haberlo empujado no pudimos hablar.

Estoy segura que desde ahora se siente incómodo con mi presencia, así que pensé en dejar está habitación, para darle privacidad, porque creo que después del matrimonio se la robé.

Ahora que mis padres están disfrutando de su vida en cualquier crucero del mundo, y los padres de Johan están ocupados en otro país, se podría decir que ya no debemos fingir un matrimonio, porque hasta el momento lo hemos hecho tan bien que ya no interesa.

Respiré profundamente, además... ya no podría dormir a su lado, por miedo a molestarlo. ¡Bien! Supongo que la habitación de huéspedes es bonita, seria divertido tener mi propio cuarto...

[…]

Me quedé quieta cuando terminé de ordenar la mesa, ¡Carajo! Debí haberme tardado más en hacer el desayuno, ¡Aún no estoy lista para verlo!