TREGUA (Cap. 8 en la serie Prt.2)

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Salimos de la mansión a buscar a Luther, mirábamos en todos los cafés, tiendas o bares que habían, hasta que llegamos a uno donde lo vimos desde la puerta de vidrio.

-¡miren!- dijo Klaus, señalándolo, Así que entramos y caminamos hasta donde Luther se encontraba.

-¿tratando de matar la resaca?- le preguntó divertido Klaus a Luther.

-Así no creo que se pase- dije y señalé el tarro de cerveza.

-déjenme sólo- pidió Luther enojado.

-nos dan un tiempo- dijo Diego, y sentó a la par de Luther. Algo que me sorprendió, ellos nunca se han llevado bien.

-Bueno, tal vez se entiendan... hasta la muerte- dijo Klaus mientras nos tomaba a 5 y a mí por los hombros, hasta llegar a otra mesa.

nos recostamos en ella, yo miraba atenta a la mesa donde estaban Luther y Diego, no queríamos un escándalo. Miré de reojo al sentir la mirada fija de alguien, encontrándome con 5.

-¿qué?- le pregunté, mientras giraba mi cabeza hacia él.

-nada, me...me gusta tu cabello- dijo inseguro mientras tomaba un mechón de pelo, y jugaba con él.

-Am... gracias- le quité el mechón de cabello, eso es algo que odio, que la gente me toque el cabello.

-¡wow! ¿5? ¿haciendo un cumplido? eso es nuevo- dijo Klaus.

-¿qué tiene que piense que su cabello es lindo?- preguntó 5 en defensa.

-nada, solo que eres un maldito narcisista desde que somos niños- dijo Klaus mientras levantaba los brazos.

Luther rompiendo la puerta interrumpió nuestra conversación, salimos corriendo detrás de Diego. No sé que le dijo Diego, pero fue genial.

Nos montamos al carro rápido, 5 iba manejando, yo de copilota y Klaus, Luther y Diego apachurrados en los asientos traseros. Ya habíamos salido de la ciudad e íbamos en la carretera, estaba empezando a oscurecer.

-¿puedes ir más rápido?- le preguntó Luther a 5 por milésima vez inclinándose hacia adelante.

-si vuelves a preguntar, te quemo con el encendedor de cigarrillos- amenacé volteándolo a ver.

-por si no se han dado cuenta ustedes dos allá cómodos, aquí atrás, estamos apretados- dijo Diego intentando acomodarse.

-¿qué quieres que haga?- le preguntó 5

-no lo sé ¡TAL VEZ PISAR EL MALDITO ACELERADOR!- le contestó Diego.

-Ya vamos cerca- respondí y seguí viendo por la ventana, pensando en toda la locura que se había formado en un par días.

llegamos  a una cabaña, donde se supone que vivió la abuela de Harold, y donde era más seguro encontrarlo, o al menos a donde Allison se había dirigido.

Luther, fue el primero en bajarse del auto corriendo y abrió la puerta, todos los seguíamos.

-¡Allison no!- escuché el grito desde adentro. Cerré los ojos al entrar, esperando lo peor... y así fue. Abrí los ojos encontrándome con una Allison extendida en el piso, en un gran charco de sangre con la garganta cortada. Tapé mi boca con mi mano horrorizada por la escena, mientras en mi mano sentía todas la lágrimas que salían de mis ojos, lágrimas que nunca sentí en mis ojos, gracias al shock.

-¡DULCE!- grito Luther escandalizado. Pero mi pobre cuerpo no respondía ante nada, todo se oía lejano, y no podía pensar, de repente tenía mucho sueño, y sentí al sudor empezar a correr por mi frente, empecé a temblar y sentí como me empezaba a congelar. Mis piernas ya no se sentían suficientes para sostener mi peso, pero tampoco la sentía.

-¡DULCE!- escuché de nuevo.

-¡DULCE!- mi cerebro mágicamente reaccionó, y volteé mi cabeza lentamente sin tan siquiera parpadear, hacia la voz. Volviendo a ver la horrible e increíble escena.

-¡DULCE POR FAVOR!- exclamaba Luther desde el piso mientras sostenía a Allison en sus brazos.

-Dulce ayúdala...- susurró, pero lo oí perfecto.

-¡Dulce, demonios ayuda!- dijo Diego mientras me sacudía, pero yo no lograba entender palabras.

-Dulce- dijo 5... moví mi vista de la cara de Diego, para verlo. Regresé a la vida de un segundo a otro.

-¡ALLISON!- grité agudo mientras me desplomaba en el piso, en lágrimas, mientras 5 y Diego me tomaban.

-¡Dulce ayúdala!- volví a escuchar y entré en un ataque de pánico

-no, no sé si pueda, Luther, tengo que regenerar todas las células de la tráquea, los tendones, las cuerdas vocales, todo el musculo- expliqué, tan rápido que apenas yo me entendí.

-¡INTENTA!- me gritó enojado

-no quiero que si esto no funciona sea mi culpa... Luther yo- Luther se levantó y me tomó de la ropa alzándome del piso.

-INTENTA- me gritó en la cara

-¡Hey bájala!- grito 5. Asentí con la cabeza y Luther me bajó.

caminé como pude hacia un lado de Allison, con las lágrimas hasta en la ropa... o tal vez era sudor, no lo sé.

-Allison...- susurré. 

Coloqué mi mano en su garganta y me concentré... pero nada pasaba, abrí mis ojos impaciente, pero me intenté tranquilizar, así que los cerré de nuevo... nada, los abrí y volví a colocar mi mano ahora soltando quejidos de desesperación e impaciencia, al borde del llanto.

-¡¿Por qué no funciona?!- los volteé a ver con la vista borrosa de las lágrimas.

empecé a soltar quejidos que cada vez se volvían más gritos. Y  ponía mi mano una y otra vez, desesperada.

-Dulce... Dulce...- sentí como la voz de 5 envolvía mis oídos  como música. Dejé de gritar y me quedé quieta, viendo a la nada.

una mano tomó mi brazo y me levantó del piso, giré a ver a 5, el que me había tomado. Él puso ambas de sus manos en mis hombros, mientras me miraba horrorizado, con el ceño fruncido. Me miraba a mí y a otro lado, rápidamente repetidas veces,

Mi mundo desapareció, dejé de llorar, no escuchaba nada más de los gritos y alboroto que antes, todo lo demás se desenfocó, solo miraba el rostro de 5.

5 me volvió a mirar a mí e inseguro, se acercó en un abrazo, me aferré fuerte contra su pecho, y hundí mi nariz en su clavícula, sentía que el aire me faltaba. no me quería separar. Pero 5 me separó y me llevó a la salida, hasta el Auto, me sentó y colocó el cinturón de seguridad, yo dejé caer mi cabeza en la ventanilla después de que él cerrara la puerta y no recuerdo nada más del viaje de regreso.

Att. Danicornio318

OH QUERIDO... CUÁN ODIOSO ERES... (TERMINADA) (EN EDICIÓN)Место, где живут истории. Откройте их для себя