≡;- ꒰ ° There's no escape from him... ꒱
─Sino hubiera ido a esa maldita fiesta no te hubiera conocido y mi vida sería diferente. ─ sollozó.
─Hablas del hubiera como si existiera. Y no es así, cariño, no puedes deshacer el pasado, tienes que vivir el...
El resto del día fue bastante tranquilo. Katya y su tía le dieron bastantes ánimos y de milagro lograron que cediera a irse a casa.
Así que ahí estaba ella.
Caminando por la vereda mientras estaba centrada en sus pensamientos, comparación era casi costumbre esa semana.
Se detuvo por unos instantes al estar de pie frente a su puerta, sacó sus llaves de su bolsillo y las introdujo con cuidado en la cerradura, pues era muy tarde.
Esperaba que Yeon estuviera dormido y que no lo despertara por el ruido en la entrada.
No había hablado mucho con su novio por el tema de su hermano, así que por ende no le había visto tampoco.
Las breves conversaciones que mantuvo con él eran solamente preguntando cómo iba todo o cómo se sentía.
Dio pequeños pasos por la cocina y tomó un vaso de cristal en el cual comenzó a vertir agua, buscó en la alacena algunas pastillas para calmar un poco el dolor de cabeza que había estado teniendo.
Después de tomar la pastilla y lavar el vaso, se dirigió con el mismo sigilo a su habitación.
Aunque estaba casi segura de que despertaría a Yeonjun por el rechinido terrible que hacía la estúpida puerta.
Y en efecto, el abrir la puerta provocó un ruido terrible.
Sacó de sus cajones su pijama para dirigirse al sanitario y cambiarse de ropa.
Al regresar y recostarse en su cama, sintió como el rubio dio la vuelta hacia ella.
Giró su mirada hacia el mayor, encontrándose con sus ojos azules.
—Yeon... Lamento haberte despertado... — murmuró.
—¿Ya no te importo...?
—¿Qué...?
—¿Ya no me amas.? ¿es eso?— de sentó en la cama.
—¿De qué hablas? ¿a qué te refieres?— preguntó totalmente confundida.
—Últimamente te la pasas metida en ese horroroso hospital con tu hermano y no vienes para nada a casa, no me llamas ni me envías mensajes, solo para responder a los que yo te escribo.
—Por favor Junnie... No digas esas cosas, me la paso ahí porque estoy muy preocupada por él y no quiero pasar ni un segundo lejos de él, porque temo a que algo malo le suceda, algo peor de lo que ya le pasó.
—Esa no es excusa para hacerme de lado. — contestó molesto.
—No te hago de lado, simplemente... Agh, es mi hermano Yeon, estarías igual que yo si algo le sucediera a un familiar que te importa mucho.
—No. Tú eres más importante, te pongo primero que a nadie.
Tal respuesta dejó muda a nuestra protagonista.
—Es increíble que pongas antes a tu torpe hermano que a mí, la persona que te ha dado casi todo, la que te cuida y protege, que no me prestes atención solo porque tuvo un estúpido accidente... — ella le interrumpió.
—¿Que me cuidas y proteges? Hace menos de un mes me golpeabas como nunca y me agredías, Choi.
—No me vengas con eso, ¡no estás conmigo! ¡parece que no existo para ti! ¡no estás!
—¡Porque mi hermano puede morir en cualquier momento! ¡¿acaso no lo entiendes?! ¡mi hermano podría morir!
—¿Y eso a mí qué...?— susurró.
Eso...
Fue lo que colmó la paciencia de la femenina.
Suspiró pesadamente.
—No puedo seguir así...
—¿Qué?
—Te estás comportando como un completo egoísta... Creo que deberíamos darnos un tiempo, Yeonjun... Dijiste que cambiarías pero... Sigues siendo igual de tóxico...
—¿Darnos un tiempo?— rió nerviosamente — ¿Qué idiotez estás diciendo?
—Que deberíamos darnos un tiempo.
—No... No, no, no y ¡no! ¡tú no me puedes dejar! ¡no!
Se alejó de él, asustada.
No quería que volviera a golpearla.
—Lo lamento pero... Es lo mejor, si seguimos así, nuestra relación solo puede empeorar... Aún más... — se levantó de la cama.
—Te he dicho... Que no. — tomó la muñeca de la menor y la apretó.
—Choi, suéltame.
—No. Tú no te irás y seguiremos siendo pareja...
—Yeon, déjame, ya está decidido.
—¡Te dije que no! ¡¿no me escuchaste?!— la apretó aún más, acercándola a él.
Se veía ansioso.
Desesperado y sin saber qué hacía.
Cegado por la ira completamente.
No soportó el miedo.
Y le dio una cachetada...
Logró que la soltara para después salir corriendo fuera de la habitación.
Tomó el bolso que había dejado en la sala y huyó de la casa.
Sin mirar atrás.
Sin importarle nada.
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