≡;- ꒰ ° There's no escape from him... ꒱
─Sino hubiera ido a esa maldita fiesta no te hubiera conocido y mi vida sería diferente. ─ sollozó.
─Hablas del hubiera como si existiera. Y no es así, cariño, no puedes deshacer el pasado, tienes que vivir el...
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Nuestra protagonista abrió sus ojos lentamente, mientras trataba de acostumbrarse a la tenue luz que entraba por la ventana de la habitación.
Se sentó en la cama y soltó un bostezo, talló sus ojos y miró la puerta con detenimiento.
Quedó así durante varios minutos, hasta que el aroma de la comida llegó a sus fosas nasales, provocando que se le hiciera un poco de agua en la boca.
Olía bastante bien, así que se levantó del colchón, colocó sus pantuflas en sus pies, caminando así hacia la cocina.
Se extrañó demasiado al ver la silueta de su novio frente a la estufa, hasta tuvo que tallarse los ojos de nuevo para asegurarse de que no estaba alucinando.
—Oh... Buenos días jagi. — habló con una sonrisa — Ya casi está el desayuno, así que lávate las manos y siéntate en la mesa.
Quedó completamente perpleja ante el tono que usó y el apodo con el que se refirió a ella.
Solo atinó a sentir y dirigirse al baño.
Estando ahí, abrió la llave del grifo y se miró al espejo.
—Debo estar soñando... — murmuró para sí misma.
Puso sus manos bajo el chorro de agua y la salpicó sobre su cara, cerrando los ojos antes de hacerlo.
Loa abrió después de unos instantes para volver a mirarse.
—Cuando regrese... Él no estará ahí... S-seguramente estará durmiendo y... Cuando recuerde lo que me dijo anoche él... — quedó en silencio.
Recordó lo que había sucedido la noche anterior.
No podía creerlo.
Pensaba que a la mañana siguiente él volvería a tratarla mal, que la insultaría o golpearía.
Pero no fue así...
Tal vez, y solo tal vez.
Estaba tratando de cambiar...
Cambiar por ella...
Por ellos...
Secó su rostro con la toalla a su lado y regresó al comedor.
El plato de cerámica fue colocado delicadamente sobre la mesa, al igual que un vaso de cristal y los cubiertos.
—Hice jugo de naranja... Sé que es tu favorito.
Eso sí no lo podía creer.
—Yo... ¿Acaso estoy soñando...?— pensó en voz alta.
—¿Qué? Por supuesto que no jagi, soy yo. Sé que parecerá extraño que de un día para otro sea completamente diferente, pero soy el verdadero, quiero cambiar... Enserio, quiero que volvamos a tener esa hermosa relación que tuvimos en un principio... — acercó su mano a la mejilla de la chica.
