Salió de su burbuja cuando sintió como el brazo de la menor rodeaba su hombro.

Y ahí estaban las mariposas de nuevo.

Por los nervios, Jennie se movió rápidamente haciendo que soltara el agarre previamente establecido, Jisoo bufó y la miró con el ceño fruncido.

—Eish, últimamente no dejas ni que esté cerca de ti.— dijo Jisoo con un tono ofendido mientras reía sonoramente.

Y es que era verdad, se la pasaba evitando el contacto de su amiga, después de aceptar sus sentimientos no sabía cómo actuar, no quería que las cosas se pusieran incómodas pero ahora que lo pensó, ella misma las había hecho así al evitarla.

—No es eso Jichu, estaba pensado en algo y me asusté.— sonrió mientras seguía su camino.




Jisoo tocó tres veces aquella puerta blanca elegante perteneciente al departamento de su mejor amiga, estaba apunto de llamar a la castaña cuando está abrió la puerta quedándose estática al ver a la chica frente a ella. Jennie juraba que su corazón saldría de su pecho al ver a Jisoo, un lindo vestido, mayas y unas botas negras, por un momento le pareció un ángel, todo la hacía ver tan linda.

rápidamente agachó la mirada y se dio la vuelta para cerrar su departamento, aunque en realidad sólo quería evitar la mirada de la peli morada, lo cual fue imposible, ya que está la había tomado de la muñeca dispuesta a bajar las escaleras, pudo notar que Jisoo traía un poco más de maquillaje que lo usual, había delineado sus ojos y pintado sus labios de un color carmesí. La hacía ver tan linda, no pudo evitar mirarla como colegiala enamorada, tanto que incluso Jisoo se percató.

—¿Qué tengo?— dijo divertida.

—Nada, solo que te ves más linda que lo usual.— sonrió mientras evitaba la encantadora mirada de Jisoo.

Sonrió mientras volvió a tomar su mano y dios, jamás había tenido tantas ganas de besarla como ahora, daría lo que fuera para tomar sus mejillas y sentir sus lindos labios sobre los suyos.





Tenían al rededor de dos horas en la casa de su compañera, todo marchaba increíblemente bien, o al menos para Jisoo, quien había estado tomando aquella bebida azul que después de varios vasos la comenzó a hacer sentir mareada, bailaba y hablaba con todos.

Siempre una mariposa social, pensó Jennie, quien no estaba pasando un buen rato, no porque la fiesta fuese mala, porque era una fiesta increíble, tanto que felicitó mentalmente a los organizadores. Se preguntarán el porqué no la estaba pasando bien: bueno, los primeros treinta minutos todo iba bien, estaba ella y su amiga solas hablando en alguna parte del patio trasero. Pero en cuanto comenzó a llegar más gente todo marcho mal.

Jisoo siempre había sido el amor platónico de muchos, así que esta era su oportunidad perfecta para acercarse a ella, cosa que claramente Jennie no iba a permitir.

—¿Qué tal, Jisoo?— se acercó un chico de lindo cabello negro algo despeinado, sonriéndole a la nombrada. Jennie cautelosamente se acercó un poco más a ella.

—¡Hola, Jinyoungie~! estoy bien, hacía tiempo que no salía así que intento disfrutar, ¿y tu?— respondió de manera amable. El chico miro a Jennie con intención de que los dejara solos, pero por supuesto, eso no pasaría.

jensoo ── oneshotsWhere stories live. Discover now