- ¿Diga? – respondió. Jimin sintió su corazón latir como loco, mientras se mentalizaba. Todo lo hacía por Taehyung. 

- Hola, guapo – usó su tono de voz más coqueto. Los otros dos chicos se miraron entre sí, algo incómodos – Dime que no me he equivocado de número. 

- Depende de a quién busques - ¡Bingo! Con tan sólo oír la dulce voz de Jimin, el tipo parecía interesado. 

- Hmm... ¿Eres el chico que estuve mirando toda la fiesta? – rio suavemente – Estoy seguro que eres tú. 

- ¿Hablas de la del fin de semana? – cuestionó. 

- La misma... - confirmó, confiado en que no podía tener idea si aquello era cierto o no – Espero que no te moleste que haya conseguido tu número como un psicópata, pero... debo confesar que eres muy sexy y no pude resistirme – Namjoon prefirió dar una vuelta a la cocina, para beber algo de agua, huyendo de aquella desagradable conversación - ¿No vas a molestarte conmigo, o sí? 

- Tal vez... - murmuró él, desde el otro lado de la línea - ¿Puedes compensarme por el mal rato?
- Encantado, aunque no sé si yo sea como estás pensando – continuó manteniendo verdaderamente interesado a Min Yoongi. 

- Si luces tan bello como suenas, debes ser todo un monumento – lo elogió - ¿Me equivoco?
- Bien, me atrapaste... No estoy nada mal, pero tú tampoco – respondió Jimin – Entonces, ¿qué dices? ¿Quieres comprobarlo en persona? – le tentó, buscando la manera de invitarlo al departamento – Así tendría ocasión de compensarte. 

- Suena bastante tentador, ¿sabes? – el chico parecía convencido – Puedo pasar por ti a donde quieras – propuso y Seokjin abrió los ojos en pánico. No, él debía ir hasta su lugar y no al revés. Park le hizo un gesto para que se calmara. Él lo tenía bajo control. 

- Aunque no lo creas, soy algo tímido – intentó dar vuelta la situación – Además, mis mejores conjuntos los tengo aquí en casa – Jimin arrugó el rostro, sintiéndose incómodo consigo mismo, por lo que estaba diciéndole al desconocido. Casi pudo oír al otro suspirar de satisfacción. 

- Por mí está bien, pero hoy tengo algo de trabajo por terminar – se excusó - ¿Te parece si me dejas tu dirección por mensaje y yo paso por ahí... mañana como a las cinco? – ofreció y el menor quiso brincar en celebración. Jin dejó caer su cabeza en el respaldo del sofá, aliviado de que el plan funcionara. 

- Me parece perfecto – continuó su actuación – Te esperaré ansioso, bebé.
- Hasta mañana, hermoso – se despidió y la llamada finalizó. 


Sólo entonces, Namjoon regresó a la sala, con una expresión descompuesta en todo el rostro. 


- Agh... me siento sucio – murmuró Jimin, pasando las manos por sus brazos, como si quitara la suciedad con ese gesto – Pero, al menos, funcionó. 

- Jiminnie... - Seokjin se acercó al menor – No tengo palabras para agradecerte todo lo que acabas de hacer por mí... por nosotros... yo... - el pelinegro fue envuelto en un fraternal abrazo. Las palabras quedaron el aire, pero Park no necesitaba oírlas, porque sabía exactamente lo que el otro quería decirle. 

- Siempre admiré mucho la relación que tenías con Taehyung – comenzó a decir – Tú estabas pendiente de él, como si no existiera nada más importante en el mundo, cuidándolo como el tesoro más preciado en tu vida y él a ti – un sollozo escapó de Seokjin, y los brazos que lo envolvían lo presionaron con fuerza – Por eso me dolió tanto verlo llegar aquí destrozado, porque conozco a Tae, y te conozco a ti... Ahora, con todo esto que ha pasado, lo que tú y Nam han descubierto, las cosas vuelven a tener sentido para mi... Puedo entender que nada de lo que ocurrió, fue culpa tuya, ni de Taehyungie... sólo fueron un par de tontos ingenuos – soltó una risa, palmeando la espalda del mayor, quien sorbía su llanto, disimuladamente. 

¨Forgetting¨ [JinTae]Where stories live. Discover now