Moral of the Story

Capítulo 11 -El Retrato de Dorian Grey

Asentí y tomé los papeles. El chico se fue lo más rápido que pudo y yo salí de allí para dirigirme a secretaría. Bajé la escalera para llegar a la planta inferior, me recorrí el pasillo hasta llegar a la sala de estudio y de allí fui hasta la entrada, donde se encontraba la secretaría. Audrey me miró con una sonrisa al entrar y yo me sentí algo incómodo instintivamente.

—¿Qué necesitas cariño? —me dijo dulcemente la secretaria, lo cual me sorprendió bastante.

—Niall me dijo que trajera estos papeles —dije entregando lo que el chico me había dado— es para que la directora apruebe la nueva propuesta del Velvet & Gold.

—Por supuesto, ahora mismo la directora está libre —dijo Audrey sonriendo— pasa, pero se breve, debe irse ya mismo.

Miré la puerta que señalaba Audrey y me quedé en blanco, Niall me había dicho que se lo diera a la secretaria, no a la directora, pero supuse que el procedimiento iba a ser mucho más fácil así, por lo que entré en su despacho. Sentada ante un ordenador había una mujer de más de cuarenta años, pelo completamente azabache y ojos de un azul intenso, me miró durante unos instantes y me indicó que me sentara.

—Hola —dije sentándome— soy Froy, ayudo a Niall en el Velvet & Gold y me ha pedido que le trajese estos documentos. Tenemos una nueva propuesta para el periódico y necesitamos su aprobación.

—Te escucho —dijo la mujer con cierta templanza esperando a que le explicase la propuesta.

—Pues a ver... —comencé a decir yo, ya que no esperaba tener que explicar esto— es una manera de poder hablar de los estudiantes que más tienen que contar, es decir, queremos hacer entrevistas a algunos estudiantes que consideremos que tienen la posibilidad de contar algo o de representar algo, para la primera entrevista hemos elegido a una alumna muy prometedora, Brooke Cashmere. En parte también podríamos decir que es un trabajo de colaboración con el club de fotografía, ya que Theo se encarga de tomar las fotos a los entrevistados.

—La idea es buena —dijo ella tomando notas— pero me gustaría que me explicaras el motivo que os lleva a pensar que esto puede interesarle a los alumnos.

—Yo pienso que al principio no van a entender muy bien qué hace ese tipo de contenido en el Velvet & Gold —comencé a explicarle— pero desde luego, va a tener efectos positivos, ya que al presentar referentes del propio instituto vamos a motivar a los alumnos a luchar de forma incondicional para lograr aquello que quieren. A mi por ejemplo, Niall me está ayudando a eso mismo, y es por eso que quiero que los demás alumnos también puedan sentirse inspirados, por tener un modelo a seguir.

—La verdad es que vuestras intenciones son muy buenas —dijo la directora con una sonrisa— no veo ningún inconveniente en que hagáis dichas entrevistas. Cuando hagáis la primera traedme el borrador y os daré el visto bueno definitivo.

—Muchas gracias —dije yo saliendo de allí.

Tenía que admitir que había ido bastante bien, aunque tampoco estaba preocupado, parecía que allí todo el mundo adoraba a Niall, motivo suficiente para aceptar cualquier propuesta proveniente de él mismo. Decidí dirigirme al Sue's a ver a Jules, así que caminé hasta la cafetería, y allí estaba el muchacho, atendiendo a una chica. Me acerqué a él y esperé a que fuera mi turno, pero en cuanto me tocó, el chico miró a su compañero esperando una mirada en respuesta.

—Mi turno ha acabado —le dijo Jules— ¿te las arreglarás bien sin mi?

—Por supuesto —soltó el otro chico— no tienes de que preocuparte.

—Espérame en la puerta de atrás —me dijo el chico al oído para que nadie lo oyese.

Tenía que admitir que me había sorprendido eso, a fin de cuentas yo venía a por mi frapuccino y a hablar un poco con el ojiverde. El chico entró en la puerta de personal, y yo por mi parte le di la vuelta al edificio hasta toparme con la puerta de atrás donde también aparecía escrita la misma frase "Sólo personal autorizado". Tras unos instantes de espera, la puerta se abrió, el ojiverde me dirigió una sonrisa y tiró de mi hacia el interior. Cerró la puerta una vez que yo hube entrado y echó el pestillo, me fijé en que la otra puerta también tenía el pestillo echado y me sorprendió, pero pensé en un buen motivo para ello.