Capítulo 7.

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- ¡Mi amor! (trato de abrazarla, pero se corre).

- Hola John, ¿se encuentra mi hermano?

- Tico, te buscan (digo entre dolido y algo enojado).

- ¿Quién? ¡Dot! (dice apareciendo y grita al verla provocando que los demás vengan también).

Cuenta Dorothea...

Después de un mes de ir de un lugar a otro, dormir en la calle y una larga pelea con mi propia conciencia, decido volver al único lugar donde sé que me ayudarán por más que me duele ver a John.

- Hermanito...

- Chiquita te extrañé (me abraza).

- Y yo a ustedes, a todos (veo como John baja su cabeza y antes de notarlo ya estoy dentro de aquella enorme casa).

- ¿Dónde estuviste todo este tiempo? (cuestiona mi ex novio, tiempo más tarde mientras tomo un sorbo del café que Lexy preparó y todos parecen esperar mi respuesta).

- Por ahí.

- ¿Dónde es por ahí Dorothea? (dice Alec en tono serio).

- No quiero hablar de ello.

- Me voy, no me esperen (dice John de sopetón y me sobresalto).

- Yo...

- Tú vienes conmigo (dice Mary, seguida por las demás).

Luego de una larga y relajante ducha, respondo las mil y una preguntas de las chicas, y prácticamente obligada por Heather me quedo en el cuarto de visitas. La suerte definitivamente no viene conmigo, pues una tormenta enorme está afuera y no me deja dormir. Además, el rostro de John no sale de mi cabeza por más que lo intente.

Es la quinta vez que doy vueltas en la cama y no logro conciliar el sueño, así que sin más salgo del cuarto y bajo hacia la cocina por un vaso de agua.

- ¿John? (pregunto encendiendo la luz).

- ¿Qué haces aquí?

- Vine por un vaso de agua, pero descuida mañana mismo me voy.

- No, está bien, ten (me sirve un poco de la jarra que se encuentra a su lado).

- Mmm...

- Preci... (intenta decir).

- No me llames así.

- ¿Por qué no, si a los demás los dejas?

- Solamente no me llames así.

- Okey, ¿Dorothea, por qué lo hiciste?

- ¿Hacer qué?

- Lo sabes muy bien, ¿por qué desapareciste así?, te fuiste todo un mes y sentí que me...

- No tienes por qué saberlo, ni que sentir nada. A fin de cuentas, nunca sentiste nada (digo lo último en un susurro).

- Déjame explicarte...

- ¿Explicarme qué?, me peleé con el idiota que me procreó, me enamoré como una tonta de ti y, a fin de cuentas, tu solo me querías para pasar el rato (grito un par de verdades).

- ¡No! (dice luciendo desesperado).

- ¡Te oí John, no me mientas más!

- No te miento, te juro por lo que más amo que no es así; solo dame una oportunidad para explicarte.

- Habla...

- Recuerdas que te hablé de Diane, mi ex...

- Si.

- Ella está literalmente obsesionada, no sé qué mierda le pasa y tampoco cómo se enteró de lo que tenemos...

- Teníamos Bongiovi, teníamos...

- No sé, cómo se enteró de lo que teníamos y comenzó a llamarme, enviar cosas y hasta una vez me amenazó con hacerte algo. La mañana en que desapareciste, me llamó y le mentí, le dije que no te amaba y todas las cosas más irreales que me van a escuchar decir alguien en mi vida. Dot cuando te fuiste me enteré de que ella estaba en algo junto con tu padre, y te buscamos desesperados, no sabíamos dónde estabas o si ellos te habían hecho algo.

Lo único que pasa por mi mente es lo tonta y ciega que fui durante todo este tiempo. Él no tuvo la culpa de esto, simplemente hui y los deje a todos atrás por una estúpida llamada...

- Yo pen... pensé que de verdad...

- Nunca preciosa, eres mi vida bebé, no sé vivir sin ti y me arrepiento de no haberte dicho la verdad acerca de esta loca, pero solo quería protegerte (dice alcanzando mis manos del otro lado de la mesa y acariciándolas).

- Dormir en la calle es poco por lo que te hice pasar (susurro bajando la mirada).

- ¿Qué?, ¿dormiste en la calle? (levanta su cabeza y nuestras miradas se conectan por primera vez en un mes).

- Sí, pero no es algo que imp...

- ¿Cómo qué no?, tienes que ver a un doctor y alimentarte ¿cuánto hace que no comes?

Con la conciencia taladrando mi cabeza, me levanto de la silla y me acerco a él. Para su sorpresa tomo su cara entre mis pequeñas manos en comparación a las suyas y lo beso con todo el deseo y el amor que siento....

- ¿Qué significa eso? (pregunta separándose tan solo unos pocos milímetros de mis labios).

- ¿Me juras que es verdad todo lo que me dijiste?

- Por ti preciosa, tú eres lo que más amo en este mundo (toma un mechón de mi cabello que cae y lo coloca detrás de la oreja).

- Pues entonces ese beso significa que te amo y que ya no me puedo mentir a mí misma (me siento sobre su regazo).

- Te amo bebé (dice notoriamente emocionado y besar mis labios nuevamente, pero esta vez es con más necesidad e intensidad).

El simple contacto de sus manos, en mi espalda, hace que mi piel arda. De repente, comienzan a jugar con la remera del pijama que Lexy me prestó, hasta terminar dentro de ella. El beso comienza a volverse cada más salvaje y desenfrenado; de pronto en un abrir y cerrar de ojos me encuentro sentada sobre la encimera de aquella cocina y estoy quitándole la camisa negra a John.

- John (beso) a (beso) aquí (beso) no (beso).

- Como ordenes preciosa (enredo mis piernas a su cintura y mientras nos besamos, él comienza a subir las escaleras, caminando en dirección a su habitación).

Al entrar, cierra la puerta con una patada y gira dejándome atrapada contra ella. Su cuerpo me arrincona y cada vez estoy más pegada a su deseoso abdomen. Finalmente se deshace de mi remera y explora más allá...

- John (suspiro).

- No tienes idea de cuánto te extrañé, cuanto extrañé tu voz, tus ojos, tus labios (regresa a ellos y los muerde suavemente), tus besos, tu cuerpo, me estaba volviendo loco por no tenerte a mi lado.

- Te amo John.

- Y yo a ti preciosa (dice antes de caer finalmente en la cama y ya pueden imaginarse lo que continua).

La mañana siguiente...

Continuará...

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