Hazel marchó a su habitación mientras bostezaba. Iba a tomar una siesta antes de reunirse con sus amigos en la noche. Iban a tomar, a comer un poco y a disfrutar de su amistad después de tanto tiempo sin hacerlo, así que Hazel quería estar descansado para darlo todo en la noche, pues era probable que Daisy apareciera y pudiera verla después de tanto tiempo.

Abrió la puerta de su cuarto y se llevó tremenda sorpresa al ver al sucio de su hermano acostado sobre su cama leyendo uno de sus Mangas. El ceño de Hazel se frunció. Rowan estaba sobre su cama como si fuera su propia habitación y eso hizo que le hirviera la sangre. ¿Por qué tenía que estar en su cuarto?

—¿Qué diablos haces? —le espetó Hazel entrando en su recamara y dejando la bolsa de galletas a un lado en su escritorio.

—Leyendo —respondió Rowan sin mirarlo.

—Vete a tu cuarto —lo echó Hazel señalando hacia la puerta que había dejado abierta.

—Aquí es más entretenido —comentó Rowan poniéndose de lado y sonriendo.

Hazel maldijo.

Desde que su hermano estaba en Seasons, toda la paz se había acabado. Hazel solo era feliz cuando estaba fuera de casa, pero desde el momento que la pisaba, su mal humor regresaba. Rowan era un imbécil todo el tiempo y siempre estaba molestando, metiéndose en su habitación sin permiso, tomando sus juegos, libros y mangas sin decirle, comiéndose las cosas que Hazel compraba también.

—¿Cuándo te vas? —le preguntó Hazel cansado. Rowan había durado más tiempo en Seasons de lo que había durado en mucho tiempo y seguía viéndolo extraño. No quería pensar que se había enrolado con Daisy y que era por eso que se no había ido, pero, ¿y si era de esa manera y él seguía allí enamorado de la chica que no podía tener porque al final esta estaba saliendo con su hermano?

Hazel movió la cabeza. No, no iba a ir por allí. No había escuchado a Rowan hablar de que estuviera saliendo con Daisy y aunque era probable que a Daisy le gustara este, no iba a permitirlo.

Los ojos de su hermano se enfocaron en él.

—¿Ya quieres que me vaya? —preguntó su hermano mientras alzaba una ceja oscura.

—La visita después de tres días comienza a heder —espetó Hazel y Rowan lo miró algo dolido por su comentario.

—Me bañe bien esta mañana —se quejó, pero a Hazel le daba igual, la situación era que no quería que se metiera en su cuarto y que regresará a África o donde sea que fuera su próximo destino.

—Vete de mi cuarto, por favor —le pidió Hazel más educadamente.

Rowan le dio una mirada y soltó un suspiro. Este se bajó de su cama y Hazel vio cómo doblaba una esquina del manga que estaba leyendo, el cual era un volumen de colección. Las manos de Hazel se apretaron en puños al ver el daño que le estaba haciendo a uno de sus bebés, pero se mantuvo tranquilo. No quería lanzarle un puñetazo y que Rowan se lo devolviera. Sabía que el muy pendejo pegaba fuerte. Además, pelear con él haría que su padre, quien desde que Rowan llegó estaba muy tranquilo, volviera a estar de intenso con Hazel.

—Ya me iba de todos modos —comentó Rowan y lo vio caminar hacia la bolsa de galletas que Hazel había dejado sobre su escritorio. Esta vez Hazel dejó que las tomara, no quería ser cruel pero no tenían buen sabor. Sin embargo, este solo tomó una y también arrugó la nariz al saborearla—. Daisy debe dejar esos sabores raros para después, esto sabe pésimo —expresó su humilde opinión.

—Ya se lo hice saber —le devolvió Hazel alzando el mentón, orgulloso de que la hubiera saboreado primero. Daisy no iba a recibir su comentario sobre esta, pues tenía su número bloqueado, pero Hazel se sentía feliz de ser el primero de los dos que saboreaba los postres que Daisy hacía.

🍂 Falling🍂[Four Seasons #3] - [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora