Dos años después de abandonar los Titanes, Rachel está viviendo una vida relativamente tranquila y normal en Gotham. Hasta que un rostro familiar del pasado reaparece en su vida
Jason llevaba casi una hora esperando en el apartamento cuando Rachel regresó.
Aunque no llegó sola.
Un peculiar compañero canino iba con ella.
Rachel se congeló al verlo esperandola, con los brazos cruzados "Uhhh... Hola"
"Hola" Le devolvió el saludo Jason "Así que este es el chucho ¿eh?"
Rachel había dedicado la ultima hora y media a llevar al perro al veterinario y luego a una tienda de mascotas para comprar lo esencial para poder tenerlo en casa. En el veterinario le habían dicho que tenía unos cuatro o cinco años y que aparte de estar algo desnutrido, se encontraba bastante sano. También le habían dado un baño así que tenía mejor aspecto que cuando Rachel se lo había encontrado en la calle.
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"No le llames chucho" Se quejó Rachel "Mira, soy consciente de que esto ha sido muy precipitado pero ¿podrías hacer un esfuerzo? Estoy segura de que os llevareis muy bien" Le rascó la oreja al perro "¿Verdad Bruce?"
Al oír eso Jason se quedó totalmente pasmado "¿Como lo has llamado?"
"Bruce. Te juro que no lo hago como una burla. Miralo bien. ¿En serio no te recuerda un poco a él?"
"No" Jason ya estaba negando con la cabeza "No está pasando. De ninguna manera. No pienso dejar que llames a nuestro perro Bruce"
"¿Nuestro perro?" Rachel sonrió ampliamente y se agacho para acariciar mejor a Bruce "¿Has oído eso? Jason quiere ser tu papá"
"Yo no he dicho..." Empezó a protestar Jason, pero luego se lo pensó mejor "¿Sabes que? Olvídalo"
"Oh vamos. No quiero que te enfades conmigo por eso. Ven, acércate, deja que él te huela"
Rachel desató la correa de Bruce y el perro se acercó a Jason lentamente. Ambos de miraron fijamente, como si estuviesen estudiando al otro, hasta que Bruce empezó a gruñir.
"¡Siéntate!" Ordenó Jason con voz dura. Bruce mantuvo su pose agresiva unos segundos más pero finalmente cumplió la orden "Hmmm. No está mal. Creo que podremos acostumbrarnos el uno al otro"
Rachel sonrió al ver como Jason le ofrecía la mano al perro y este empezaba a lamérsela "Sabía que os llevaríais bien"
"El nombre sigue sin convencerme" Advirtió Jason.
"Pues a él le gusta ¿verdad Bruce?" Bruce ladró, como si le estuviese dando la razón "Además, creo que será sano para ti tener a un Bruce en tu vida al que no odies a muerte"
Jason le dio una mirada incrédula, pero prefirió no comentar nada al respecto "¿Has comprado todo lo que necesitamos para cuidar de él?"
Rachel asintió "Tengo lo básico. Si nos damos cuenta que falta algo ya volveré a la tienda. Ah y tenemos cita de nuevo en el veterinario para la semana que viene. Como era un perro callejero quieren hacerle un poco de seguimiento para asegurarse de que todo vaya bien"
