sweater paws [español ; 2jae]

37.

Jaebeom extrañaba la sensación de tener los brazos de Youngjae en un abrazo y no se habia dado cuenta hasta que lo sintió una vez que los tuvo rodeando su cintura, una pequeña cabeza se poso en su pecho.

-Hola, Beomie. -El mayor sonrió y lo abrazó de vuelta.

-Hey, Jaejae. -Youngjae alzó su cabeza y le sonrió a su amigo. -Estas realmente guapo.

-Tu estas... -Soltó un suspiro sin dejar de sonreír. -Impresionante.

-Hey! -El pelinegro rio, mostrando una parte de rosa de sus dientes. Se separaron del abrazo y empezaron a caminar para tomar un taxi, con sus manos en sus sacos.

El camino hacia el hotel, donde la mamá de Youngjae los estaba esperando, estuvo lleno de risas, bromas y coqueteos por parte de Jaebeom porque "No puedo ignorar mi parte Fuckboy". Cuando en realidad, todo lo que quería es que Youngjae se sienta más seguro de si mismo. El menor pagó el viaje, mientras Jaebeom lo hacia prometer que él pagaría por la comida.

Se sentaron en una banca del lobby, hablando de cosas triviales y jugando en sus celulares hasta que una mujer de cabello castaño, quien Jaebeom nunca había visto, llegó y ellos se levantaron. Ella tenia la misma brillante sonrisa que su hijo, pero al estar al tanto de lo que le hizo a su amigo, Jaebeom no podia evitar sentir enojo a la mujer.

-Estoy feliz de que hayas venido, bebé. -Le dio un abrazo fuerte a su hijo y dirigió sus ojos negros al pelinegro, dandole una sonrisa. -Tu debes ser el novio de Youngjae.

-Oh no, nosotros no-

-¡Si! -El menor miró a su amigo con sus ojos entrecerrados, mientras el mayor le sonreía a la mujer enfrente de ellos. -Yo... si, es genial conocerla. -Hizo una pequeña reverencia, sabia que tenia que mostrar aunque sea un poco de respeto a ella. Después de una pequeña conversación, les dijo hacia donde esta su habitación.

-Pensé que iriamos directo a la boda. -Ella negó sacudiendo su cabeza.

-No, cielo, aún queda una hora antes de irnos, sólo ve a la habitación, deja tus cosas y descansa. -La mujer presionó sus labios en la frente de Youngjae y le sonrió a Jaebeom antes de irse. El menor suspiró y se quito el saco.

-Vamos, Beomie. -Empezaron a caminar hacia el elevador en silencio, no dijeron nada hasta que entraron a la habitación, donde Youngjae gruñó una vez que hizo contacto con la almohada. -Me hace sentir cansado.

-Lo sé, sol. -Jaebeom se sentó en la orilla de una de las camas de la habitación y miró alrededor, una habitación aburrida llena de colores brillantes que lo hacen sentir depresivo, asi que decidió mejor mirar a el rayo de sol que estaba sentado enfrente de él. -Sólo hoy, luego estará ocupada con otras cosas.

-Si, pero aún asi... -Suspiró. -¿Por qué le dijiste que estabamos saliendo?

Jaebeom sonrió. -Asi puedes tomar mi mano, abrazarme o lo que sea que necesites y tu madre no estará juzgando o preguntando todo el tiempo si estamos saliendo.

El castaño tomó una almohada y la abrazo fuertemente ocultando la sonrisa que apareció luego de que le explicara la razón que le dio su amigo, asi que sólo murmuró un pequeño gracias.

El mayor le sonrió y revolvió su cabello. -Cuando quieras estaré junto a ti, Jae, apoyandote siempre.