Capítulo 9

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Baje a la cocina para hacer el desayuno y no había nadie ahí, menos mal porque no quiero ver a Massimo. Empecé a hacer huevos, tostadas y fruta. Espero que le guste y si no pues no me importa. Que se lo haga el
Estaba tranquilamente picando la fruta cuando siento unos fuertes brazos envolverse en mi cintura. Era obvio que era el

~Suéltame.
~Por qué, nena? ¿Te pongo nerviosa? Dijo susurrando muy cerca de mi oído
~Claro que no. ¿Por qué me tendrías que poner nerviosa?
~Es obvio, te mueres por mi
~Ni en tus mejores sueños, Massimo
~Mmm, que bien se escucha mi nombre cuando tú lo dices. Dijo con voz ronca
~Deja de molestar por favor, estoy haciendo el desayuno porque tú ni eso sabes hacer
~No te imaginas todas las cosas que sé hacer. Dijo sin soltarme de la cintura y me volteaba para quedar de frente
~No me las imagino porque no me interesan, okay? Ahora suéltame
~Y que si no? Dijo acercándose cada vez más, podía sentir su mentolado aliento mezclándose con el mío
~Por qué no quieres acercarte a mi, Leah? Habló el nuevamente ya que yo me había quedado callada
~Me molesta tu actitud, eso es todo. Dije mientras nos veíamos directamente a los ojos
~Si me conocieras, te darías cuenta que no soy como crees
~No me interesa conocerte, con lo que he visto, ya es suficiente
~Estás segura, nena? Dijo mirando mis labios
~Muy segura. Por alguna razón yo tampoco podía despegar mi mirada de los suyos
~De verdad? Nuestros labios ya se rozaban ligeramente

Complicated ~Massimo TorricelliOù les histoires vivent. Découvrez maintenant