- Hola Taehyungie – saludó entusiasta, pero esta se desinfló al oír una voz muy diferente a la que él esperaba.

- Hola Jimin hyung, soy Kook – respondió del otro lado de la línea.

- Oh, hola Kookie, ¿puedes darme con Tae? – preguntó amable, sacando una tostada de su plato y dándole una mordida generosa.

- Él está en la ducha ahora, así que no puede contestar – dijo, casi al instante, y para el mayor fue imposible no notar un deje hostil en la forma como hablaba el chico.

- Entiendo – Park se forzó a sonar tan normal como siempre – Entonces, dile que me llame cuando termine, ¿de acuerdo?

- Sí, hyung, yo le diré – aseguró, pero, por alguna razón, no sonaba para nada convincente.

- Nos vemos en clases, Jungkookie – y entonces, la llamada finalizó.

Unas manos grandes aparecieron de la nada, envolviendo la estrecha cintura de Jimin, por la espalda. El mayor vio una mata de pelo morado apoyada en su hombro, mientras una seguidilla de besos, eran depositados en este.

- Buenos días, bebé – susurró Namjoon, pegando su cuerpo al de su novio.

- Hola cariño, ¿dormiste bien? – el pelinegro se volteó en su abrazo, depositando un beso suave en su mejilla.

- Como un niño – sonrió, dejando ver sus adorables hoyuelos - ¿Pudiste hablar con Taehyung?

- No, estaba en la ducha y Kookie contestó – torció el gesto y Nam lo miró curioso.

- ¿Te dijo algo? – dudó – Tienes esa expresión que pones cuando algo te molesta.

- No lo sé... él no dijo nada incorrecto, pero... - soltó un suspiro, espantando las extrañas ideas en su cabeza – Nada, creo que tus películas de detectives me tienen chiflado.

- Amor, ¿estás seguro? – la preocupación pintaba todo el semblante del moreno.

- Hmm... sólo que la forma en que hablaba, tan cortante y a la defensiva... - sus ojos giraron, recordando el tono de voz del menor – Parecía demasiado ansioso porque yo cortara de una vez.

- Que extraño – comentó Namjoon, pasando una mano por su barbilla.

- En fin, si Tae no me devuelve la llamada, iré a la casa de Kookie a ver qué pasa con él – continuó andando por la cocina, en busca de una taza para tomar su café mañanero – No hemos hablado mucho desde hace un par de días... y, ni siquiera me lo he topado entre clases.

- ¿Quieres que te acompañe? – ofreció, robando la tostada que Jimin dejó a medio comer.

- No es necesario... y, eso era mío – alzó una ceja, desaprobando el hecho.

- Todo lo tuyo es mío, bebé – intentó excusarse – Y lo mío, es tuyo – se señaló de pies a cabeza con una mano.

- Bobo – Park negó con la cabeza, sin perder su buen humor.

Las horas pasaban y el celular de Jimin jamás recibió la llamada de regreso, por lo que volvió a marcar el número de Taehyung, esperando por una respuesta.

- Hola, Jimin hyung – la voz de Jeon nuevamente, irritándole un poco.

- Jungkook, hola... ¿Taehyungie está? – dudó - ¿Sí es este su nuevo número? – bromeó, demostrando su descontento.

- Claro que lo es, hyung – respondió con simpatía fingida. Jimin podía notarlo – Pero, TaeTae salió a la tienda a comprar algunas cosas y... aún no regresa.

- Ah, ya veo... - dijo irónico - En cuanto regrese, ¿podrías decirle que, en serio, necesito hablar con él? – pidió, sonando tajante – Es importante.

- ¿Puedo saber de qué se trata? – consultó de lo más tranquilo – Así puedo decírselo en cuanto llegue, o si es muy urgente, lo puedo llevar hasta su casa para que hablen – el semblante de Jimin se relajó, al oírle decir aquello.

- Lo cierto es que... se trata de Seokjin – confesó, confiando en el menor – Sé que él aún está sufriendo mucho con ese tema, pero hay cosas de las que no está enterado y quiero comentárselas, para que deje de pensar que todo fue culpa de él... La verdad, es que las cosas no fueron como el piensa...

- Oh, entiendo... - respondió el chico, regresando a ese tono extraño que ponía de los nervios al mayor – En cuanto aparezca, le diré todo... No se preocupe, hyung.

- Espero que así sea, Jungkook – y cortó.

Jeon miró la pantalla del teléfono de su amigo, tentado a estrellar el aparato contra la pared y hacerlo mil pedazos, pero se contuvo, limitándose a eliminar el registro de llamadas, antes de ocultarlo entre las separaciones del sofá, pretendiendo que el celular continuaba perdido.

Tomó su propio móvil, saliendo al patio trasero, buscando entre sus contactos con desesperación, un número en particular, dándole al botón de llamar.

La línea pitó dos veces.

- Escúchame atentamente – dijo, en cuando recibió una respuesta del otro lado – Esta es una advertencia... - miró hacia la puerta, confirmando que Taehyung no apareciera – Te están buscando, así que... ya sabes qué hacer – guardó silenció un momento, escuchando a la otra persona – Sí, sí... ya lo sé, sólo recuerda nuestro trato... No te conviene abrir la boca, así que, asegúrate de no hacerlo – advirtió severo – Adiós.

Regresó al interior, con las orejas enrojecidas por el mal rato, justo cuando su rubio amigo entraba por la puerta, con una bolsa de comestibles en sus manos.

- ¿Con quién hablabas? – preguntó el otro, notando el nerviosismo en el castaño.

- Ah... era Jimin hyung – dijo lo primero que le vino a la cabeza – Para saber cómo estabas y eso... ya sabes cómo es él – se encogió de hombros, restándole importancia.

- Siempre tan preocupado de nosotros – una expresión cargada de dulzura se instaló en su rostro, mientras Jungkook suspiraba aliviado – Por cierto, ¿aún no aparece mi celular? – plantó un puchero en sus labios. El otro negó, fingiendo pesar – No logro recordar dónde lo puse anoche.

Negó con la cabeza, encaminándose hacia la cocina, para guardar las compras. El castaño le dio una mirada al escondite, asegurándose que no pudiera ser encontrado el aparato. Si dependía de él, Taehyung jamás volvería a saber de Seokjin.

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😮

No me gusta poner a Kookie de malo, pero alguien tenía que ser el sacrificado... Aunque no es el único 🤭

¨Forgetting¨ [JinTae]Where stories live. Discover now