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“Otra vez, estaba ahí. Persiguiendo a la luna y la luna persiguiendo lo a él

Jimin se sentía nervioso, esas eran unas buenas palabras para describir su situación, con un poco de sudor en las manos y un leve dolor en su estómago se acercó hasta enfrente tomando el micrófono. Se sentía un idiota por dejarse influenciar por sus amigos, él creía que no sabía cantar, solo lo hacía de broma mientras se bañaba o estaba solo, pero desgraciadamente alguno de ellos lo escucho y quedó fascinado, Jimin se arrepiente mucho ser tan descuidado a la hora de hacer el ridículo pero no lo cálculo bien y ahora estaba justo ahí; enfrente de casi toda la escuela con un micrófono en mano mientras el sonido de la música comenzaba.

Todos los ojos estaban puestos sobre él, quería que ocurriera algo lo que sea para desviar sus ojos de él, quizá alguien desmayando se o cayéndose, un extraterrestre ayudaría en esos momentos de nerviosismo, pero nada ocurrió. Fue ahí donde abrió su boca y comenzó a cantar con un tono casi audible, era una canción suave con notas altas y Jimin se arrepintió en ese momento de haber escogido la canción, pero era la que más se sabía así que no había vuelta atrás. Al pasar los segundo comenzó a sentir la música en su cuerpo, ya lo tenía. Su voz ya era entendible y muchos se sorprendieron por su definida voz, era tan suave que sentías como te daba un abrazo muy cálido con ritmos en el corazón.

Las notas altas comenzaron y Jimin no sabía si lo estaba haciendo bien, pero al ver la sonrisa de muchos y la admiración de otros sabía que no lo estaba haciendo mal, nada mal de hecho. Jimin en cada verso que daba miraba a cada una de las personas que se encontraban en el lugar, hasta que sus ojos se encontraron con lo de Namjoon, este estaba completamente ido, sus ojos no podían mirar otra cosa que no sea el pequeño rubio que estaba arriba del escenario. Se veían tan hermoso que le dio un enorme inspiración para escribir, aún más con la canción que ahora sería su favorita. Él comenzó a escribir algunas cosas, no quería perderse ver cantar al rubio.

Jimin al momento de ver a su hyung su corazón comenzó a latir aún más rápido, sus nervios que creía inexistentes estaban de vuelta y con el doble de intensidad, no sabía que le estaba ocurriendo, pero al momento en el que su hyung dejo de verlo para concentrarse en su libreta, fue ese momento donde dejó de cantar. Se sintió triste, ¿Tan mal estaba cantando?. Todos en él lugar se quedaron esperando, Namjoon al ya no escuchar la hermosa voz dirijo su mirada al rubio, parecía triste y un poco confundido. La música aún continuaba pero Jimin solo quería irse de ahí, jamás le se había puesto tan triste y decepcionado por alguien que no le ponía atención. Se sintió tan patético que ya no quiso ver se tan humillado, así que salió del lugar sin decir absolutamente nada.

Jimin bajo por las escaleras en la parte de atrás donde nadie lo vería, ya que sabía que sus lágrimas estaban a punto de salir. Jamás volvería hacer eso, “¿En qué estaba pensando?” se decía en su mente infinidad de veces.

Park encontró un lugar solo donde había una pequeña fuente, tal vez sus amigos irían a buscarlo, pero sabiendo lo que acaba de ocurrir sabrán que lo que Jimin quiere es tiempo para él. Ese era ya la segunda semana después de que decidió hablarle al moreno, donde obviamente no lo había hecho, por dos simple razones, la primera era por miedo y vergüenza, ya que no sabía que pensaría él moreno al verlo llegar como si nada a su área de descanso, quizá el ya no se acordaba de él y se vería muy raro que llegara y se disculpará. La segunda era que casi no lo veía, era muy raro verlo cerca de la cafetería o en el parque frente al campus. Dónde usualmente se la pasaba Jimin.

— da igual, soy un asco — dijo Jimin limpiándose las lágrimas y sentándose con mucha dificultad por su altura en una de las bancas.

— lo siento, pero yo creo que lo hiciste muy bien — ambos quedaron sorprendidos. Jimin por ver al moreno y escuchar decirle que lo hizo bien, y Namjoon se sorprendió a si mismo siguiendo al rubio hasta ese lugar, en realidad no se había dado cuenta que lo estaba siguiendo hasta que Jimin dijo esas palabras que no tienen que ver nada con el, y por lo mismo no se quedó callado.

— Gra-Gracias — Jimin se estaba muriendo de vergüenza, ya que él creía que se veía la persona más deplorable de la tierra, pero como siempre Namjoon ve a Jimin de una manera muy tierna con su nariz roja, sus pequeños ojitos hinchados y su lindo puchero que hacía. Namjoon también se estaba muriendo, pero de la ternura que Jimin le estaba provocando.

— Ah! Cierto, soy Kim Namjoon. Perdona si te estoy incomodando, solo quería decirte eso, tu voz es increíble — Jimin no sabía que decir, pero se sentía muy feliz, por saber su nombre al fin y también por el segundo cumplido que le daba, jamás se sintió tan bien recibir un cumplido de alguien más. Park solo sonrió, y Kim quería pellizcar se para saber si no estaba soñando. Era un buen día para ambos. — tengo...tengo que irme.

Namjoon sabía que si estaba cerca del rubio por más tiempo su corazón explotaría y no se resistiría para decirle las millones de cosas que él cree perfectas en el rubio, lo cual piensa que lo tomaría como un loco acosador y pervertido. Después de todo Jimin sigue siendo su luna, la cuál ve desde lejos sin poder alcanzarla. Y tiene miedo si algún día su luna se llegará a ir, él realmente no sabía que haría si eso pasará. Se quedaría en oscuridad por completo.

— ¡Espera! — Namjoon lo miro y vio como la mano del rubio sostenía su suéter, las mejillas de ambos se sonrojaron.

— soy Jimin, gracias por esto. Y quería ofrecerte una disculpa, por lo de aquella vez cuando salí corriendo, talvez no lo recuerdes ya paso casi un mes. — Namjoon aún pensaba que estaba soñando, así que disimuladamente y sin que Jimin se diera cuenta se pellizco en el brazo. Realmente no podía creerlo, ¿Cómo iba a olvidar la primera vez que vio a su luna?. Sin duda ese momento está tatuado en su mente de por vida, al igual ahora con ese momento y su hermoso nombre que aún seguía procesando en su mente, su nombre es tan hermoso como su persona.

— no te preocupes, en realidad estoy agradecido contigo, ese cachorrito merecía a alguien que lo cuidará muy bien, por suerte lo encontraste. Pero aún no entiendo por qué saliste corriendo.

Kim no sabía de donde salían las palabras sin tartamudear, sabía que tarde o temprano lo haría por los nervios, pero ahora las palabras fluían y el por muy emocionado que estaba no quería irse, ahora no. Se estaba emocionando mucho, que ganas no le faltaban para decirle al pequeño Jimin que era una hermosa luna para él, una gran inspiración. Y Jimin no se quedaba atrás, aunque él tenía más nervios que otra cosa, jamás había experimentado ese tipo de sentimiento, uno que hacía que su estómago doliera y su corazón saltará muy rápido. Jimin jamás se había enamorado.

— ya tampoco lo sé. Creí que me veías como un loco que recogía animales de la calle — Jimin rasco un poco su cabeza.

— no creo que eso sea un signo de locura, si no uno de amabilidad y amor. Eres increíble — Namjoon se mordió sus labios al decir lo último, salieron sin control y ahora no podía retractarse.

— ¡Jimin! ¿Estás por aquí? — dijeron interrumpiendo las palabras que Jimin quería decir.

— Tengo que irme, nos...nos vemos.

Namjoon salió a paso veloz, a Jimin ya no le dio tiempo de decir algo, pero se emocionó con lo de verse otra vez, se sentía muy feliz después de sentirse muy mal.

— Jimin, ¿Estás bien?.

— Mejor que nunca hobi. — el castaño miró a su amigo, y este sonreía y pataleaba emocionado. ¿De que se perdió?.

— está bien si tú lo dices.

° MOONCHILD °Where stories live. Discover now