One Shot's 💞 (Bills x Shin) (Beerus x Kaioshin) (Yaoi) (Lemon) 💞

Historia Dos.

Nota antes de leer: Es una historia muy corta, contiene violación. (¿) La tenía ya escrita desde hace un año pero hasta ahora me acorde de subirla. XD ♥

— ¿Así que vienes arrastrándote hasta mi por ayuda, Supremo Kaioshin?

— No sea tan cruel conmigo, Sr. Bills... yo no recuerdo haberle hecho nada.

— ¡Yo te trato como me de la gana! Después de todo solo eres un patético Dios. — sonrió con gran superioridad.

— ... — El Kaioshinn solo se quedo en silencio, agachando la mirada, no había mucho que pudiera hacer ante el malhumorado destructor .

— No importa, te ayudare.

— ¡¿En serio?! — levanto su mirada con ilusión y entusiasmo, esa era su solución a todos sus problemas en la tierra con Majin Boo.

— Por supuesto. — Soltó una carcajada, viéndolo con una creciente malicia. — Pero me has despertado solo para eso, interrumpiste la mitad de mi sueño y eso tiene un gran precio, Shin.

— ¿Un precio? — titubeo confundido. No tenia dinero o algo material para darle, además de eso, que querría Bills que el, un simple Kaioshin pudiera tener.

— Entrégame tu cuerpo, y si me tienes satisfecho consideraré ir a la tierra ahora mismo.

— ... — Estaba bastante sorprendido por la petición del felino, ¿el quería intimidad a cambio? Sus mejillas se ruborizaron en un intenso rojo carmesí. ¿Aceptaría? Si fuera así solo lo haría por la tierra, para que esta estuviera a salvo, era un gran sacrificio.

— ¿Qué dices? — su sonrisa crecía.

— Lo-o ha-aré, Sr. Bills... — su voz se volvía temblorosa, estaba muy nervioso, jamás había tenido un encuentro de ese tipo con alguien.

— Entonces empieza por quitar la ropa ante mis ojos.

Estaban ambos en la sala del palacio de destructor, solos, el felino se dejo caer sobre el sillón, sentandose con ambas piernas separadas, sin quitarle la vista al Kaioshin.

— ... — Suspiro, estaba muy avergonzado, cerro sus ojos y lentamente empezo a quitarse su cinturon naranja y luego su chaleco, por ultimo su camiseta azul celeste, dejando al descubierto su torso delgado de piel clara.

— ¡Pero mirame a los ojos! Tu timidez solo hace que me prenda más y no quiero terminar tan pronto, Shin. — se burló.

— ... — Abrio sus ojos mirando hacia el suelo, subiendo su vista de poco hacia los ojos amarillos del destructor.

— Muy bien, ahora solo falta que te quites ese estorboso pantalón. — su lengua paso sutilmente por su labio inferior.

— ... — Nego con la cabeza rapidamente, no podia quedarse completamente desnudo ante la mirada del felino.

El semblante de Bills se torno serio y un poco molesto ante la negativa del Kaioshin, se levanto y tomo al pequeño de un brazo arrastrandolo hasta su habitación privada, estando ahí lo arrojo sobre la cama y se coloco encima de el.

— ¡Sr. Bills! ¡Ya me arrepenti, no quiero nada, no necesito su ayuda, lo haré solo! — Su rostro estaba lleno de pavor, por no decir que estaba muy asustado.

— Demasiado tarde. — sonrio de nuevo con malicia, rompiendo con sus garras, el pantalon del Kaioshin, clavando sus mismas garras sobre los muslos tiernos de el.

— ¡En serio! ¡Suelteme! ¡Dejeme ir, por favor! — los tratos bruscos del mayor le dolian.

— Las suplicas no serviran, dulzura. — le susurra al oido, lamiendo lentamente la oreja ajena.

— ... — fruncio el entre cejo, cerrando sus ojos con fuerza y apuño sus manos, dandole varios golpes en el pecho al destructor.

— ... — Tomo de las muñecas al Kaioshin, burlandose nuevamente de el. — Eres bastante debil, pero me excitas demasiado. — Acaricio con su lengua rasposa y humeda el cuello delicado del menor, para luego morderlo, varias veces, dejando las marcas de sus dientes afilados, disfrutaba hacerlo y aún más oir aquellos jadeos desesperados.

— Sr... Bills, por favor.... no me haga daño. — sus ojos estaban brillosos, casi a punto de romper en llanto, pero eso ya seria bastante humillación.

— Por supuesto que no te haré daño. — se bajo sus propios pantalones, dejando expuesto su enorme y erecto miembro viril, humedecido en su propia excitación lujuriosa. Tomo de un hombro al Kaioshin y lo giro, quedando este boca abajo, introduciendo de un solo y rapido movimiento toda su hombria dentro del estrecho y calido recto ajeno, su pelvis comenzo a moverse rapidamente, jadeando como un animal salvaje, no podia parar.

— ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Detengase! — sus manos se aferraban a las sabanas como si su vida dependiera de eso, su rostro estaba lleno de sudor. El dolor interno que sentia era insoportable, las espinas rasgaban y lastimaban sus entrañas, cada embestida era un tormento, pero poco a poco dejo de gemir y gritar, el aliento se le escapaba.

— Ahhhhhhhgggg Mmmmmhhhh... — con una sonrisa de satisfacción en su rostro, termino eyaculando dentro del Kaioshin, su abundante esperma lleno cada rincón. Se quito de encima del menor y se acosto aun lado de la cama, cansado, para luego quedarse dormido, con sus insesantes ronquidos.

— ... — Levanto su rostro hundido entre las sabanas, mirando de reojo al destructor dormir. Todo el cuerpo le dolia y no tenia fuerza alguna para ponerse tan siquiera de pie, solo dejo caer nuevamente su cara sobre el colchón, ahora estando de lado, comenzo a llorar debilmente.