—¡Por dios, eres un asco de pitufo! —dijo chillando cuando el monstruo le dio un golpe fuerte—. ¡Me está matando, apúrate!

Apretó un botón y logró sacarse uno de encima, pero los otros dos seguían golpeándole y restándole puntos.

—¡No me dejan, me están matando también!

—¡NUGGEST! —dijo Mery, ya gritando, y Shuhua logró hacer un movimiento especial con el que eliminó a los dos demonios.

—¡Bieeeen! —dijo emocionada mientras movía el mando, debía de ir a la puerta.

La que tenía problemas ahora era Mery, que comenzó a moverse de un lado a otro mientras le daban golpes a su dragón. Pronto la mataron y aparecieron unas letras de GAME OVER en la pantalla. Las dos chicas observaron, con horror.

—¡Mery! —le reprendió mientras la niña comenzaba a silbar—. Te mataron.

—¡No lo hubieran hecho si hubieras abierto la puerta más rápido! —rebatió, cruzándose de brazos.

Shuhua abrió los ojos, indignada, y se sentó en forma de indio sobre la alfombra.

—¡Podrías haber volado sobre su cabeza y matarlo! —le dijo cruzándose de brazos también.

Las dos chicas se miraron con reproche cuando las otras hermanas entraron a la sala y encontraron graciosa la escena. En una punta del sillón estaba Mery, jugando con la Play y en el otro Shuhua, acostada y mirando la pantalla de su móvil. Cada tanto se lanzaban miradas fulminantes y fingían ignorar a la otra.

—A ver, ¿qué sucedió? —preguntó Soojin, alzando una ceja.

Lisa fue hasta su hermanita y la sentó sobre sus piernas. La pequeña niña se cruzó de brazos y señaló a la ojimarrón. Shuhua se incorporó, mirándola retadoramente.

—Nuggest hizo todo mal. No logró llegar a la puerta y por su culpa perdimos —dijo mirando a sus hermanas como si fuera lo peor del mundo.

—¡Mentira! —saltó la chica—. Perdimos porque ella no sabe pelear y la mataron —dijo ahora señalando a la niña.

—Tú tardaste muchooooo —soltó en un berrinche y Shuhua le mostró la lengua—. ¡Lisa! Dile a la pitufo que fue su culpa.

—Fue tu culpa, cuñis —dijo la hermana mayor riéndose y Shuhua resopló.

—Mentira, fue culpa de la enana —dijo rodando los ojos y Mery saltó enojada de las piernas de su hermana.

—¿A quién le dices enana, idiota? —siseó furiosa frente a ella mientras daba un pisotón y Shuhua quedó con los labios abiertos por el shock.

Esto se parecía a cuando ella peleaba con Soojin. Era una escena exacta de sus riñas en el colegio, que habían tenido desde primer año.

—Tú... ¿Cómo me dijiste? —preguntó, un poco divertida, e inclinándose para quedar a la altura de la niña, quien alzó la barbilla, arrogante.

—Cómo escuchaste —dijo aun retándola y Shuhua empezó a reírse—. ¿Qué es lo gracioso?

—Tú —respondió, aun riendo tan fuerte que se limpió una lagrima—. Deberías pasar menos tiempo con tu hermana.

—¿Eso qué quiere decir? —preguntó Soojin ahora con las manos en las caderas, y su mirada acusadora era igual a la de la pequeña niña.

—Nada, princesita. Sólo que tus manías se le quedan —dijo abrazando a la niña por la cintura, en un intento de proponer paz—. ¿No crees, amorcito?

Rivales | sooshuWhere stories live. Discover now