Capítulo 30

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Al día siguiente se había despertado con un dolor horrendo por todo el cuerpo, y era una mierda.

Su madre, al enterarse, la había llevado al hospital. La ojimarrón insistía en que no era nada grave pero al llegar tenía un chichón en la parte posterior de la cabeza, un moretón en el hombro y parte de su brazo derecho.

Tuvieron que colocarle un ungüento y unas vendas, pero no era tan grave como para faltar al colegio.

Mientras Shuhua se colocaba una camiseta miró la gran venda blanca que le cubría todo el brazo y parte de su hombro, parecía mitad momia y estaba segura de que Jackson sacaría provecho de aquello para insultarla.

Terminó de colocarse los short y bajó por la escalera con cuidado, su mochila colgaba del hombro izquierdo, para así evitarle el dolor.

En la cocina estaban sus padres, desayunado, quienes le sonrieron cálidamente al verla llegar. 

—Buenos días, cariño. 

—Buenos días, papá —respondió, tomando asiento con lentitud mientras tomaba un pan francés de la cesta de la mesa. 

—¿Cómo te sientes, amor? —preguntó su mama, claramente preocupada.

Shuhua le sonrió. 

—Mejor, mamá —dio un mordisco—. Aunque me duele un poco. 

—¿Segura que quieres ir al colegio?  

—Sip —dijo restándole importancia. 

Después de comer un rato en silencio, su madre la miró con una sonrisa burlona. 

—Así que... cuéntanos. ¿Cómo fue el accidente de las animadoras? 

Shuhua ladeó la cabeza a un lado pero se limitó a responder sin entender las segundas intenciones de su madre. 

—Se cayeron y yo... bueno, yo salvé a una chica de que se rompiera al cráneo contra el piso —dijo intentando sonar indiferente, su madre sonrió aún más. 

—Aww, que bella es mi niña. ¿Era Seo Soojin? Nora me contó los detalles —confesó fingiendo inocencia y Shuhua casi se atraganta con la comida.

—Si... si era ella.

—Pero cariño, no me contaste que te llevabas malísimo con esa chica y ahora me llegan con que la salvas. ¿Por qué será? —dijo soltando una risa y Shuhua comenzó a sentirse nerviosa. 

—Yo supongo que soy buena persona. 

—¿Qué sucede con esa chica, Shuhua? Siempre hablas de ella y sobre cómo te atormenta, pero al hacerlo tienes un brillo en los ojos —comentó su madre risueña llamando la atención de su padre. 

—¿Estás enamorada de esa chica? —preguntó un poco confundido mientras doblaba el periódico.

Su hija siempre hablaba de esa Soojin y lo hacía con tanto entusiasmo y regularidad que el ya había concluido que su hija estaba enamorada. ¿Por qué no lo admitía y ya? 

—¡Papá! —exclamó Shuhua completamente roja, mientras su mamá se reía de ella y festejaba. 

—¡Yo lo sabía! Mi hija está enamorada. ¿Cuándo nos presentas a la chica? —Su madre preguntó emocionada y Shuhua negó con la cabeza. 

—¿Estás de acuerdo con esto? —preguntó la ojimarrón mirando con súplica a su padre, él se encogió de hombros. 

—Me parece perfecto —dijo antes de sonreírle y volver a leer el periódico, la mamá de Shuhua seguía riéndose.

Rivales | sooshuOnde as histórias ganham vida. Descobre agora