Cuentos Infantiles (proceso)

Caperucita Y Su Abuelita

La abuelita de Caperucita Roja estaba muy preocupada... Caperucita hacia días que no le traía tarta ni sus agujas de tejer con las que le hacía unos vestidos de punto que tanto le gustaban.

Caperucita era una niña valiente y sabía cuidarse por si misma, pero las agujas de tejer ¡eso era otra cosa! ella las heredó de su madre y hasta que la historia tiene recuerdos.

La abuela llamó al carpintero y le contó lo sucedido, quien se mostró, como siempre, dispuesto a ayudar lo máximo posible. Lo primero que hizo fue ir a ver al lobo Feoz, pues creía que podria estar aún molesto por lo que le hicieron y que estuviera buscando venganza (Caperucita Roja y el Lobo Feroz).

Cuando el carpintero fue al lobo Feroz, este negó saber nada del asunto, ni había visto a Caperucita ni sabía nada de unas agujas de tejer. El carpintero se marchó desconfiado y permaneció escondido cerca de donde vivía el lobo Feroz.

Este, cuando vio que el carpintero se había ido grito:

-¡Caperucita, Caperucita, ya puedes salir!

Sorpredentemente Caperucita apareció llevando una cesta de tartas y se las ofreció al lobo.

-recuerda nuestro trato - dijo ella - te seguiré trayendo tartas, pero debes esconder las agujas de tejer. ¡Ya no quiero más vestidos de mi abuelita, ya soy mayor para llevarlas!

Al oir esto, el carpintero salió al encuentro de ambos y regaño a los dos. La abuelita estaba muy preocupada por todo y esconder las agujas de tejer estaba mal. Los tres fueron a ver al a la abuelita, que abrió sorprendida la puerta a sus invitados.

El parpintero le dijo todo lo sucedido y Caperucita y el lobo Feroz le pidieron perdón. Al ver el desánimo de Caperucita, el carpintero le dijo a la abuelita que su nieta era muy mayor para la ropa que ella le hacía, pero que los leñadores siempre necesitaban para su trabajo.

El lobo Feroz se animo a pedirle una chamarra nueva porque la suya estaba muy vieja y consiguieron entre todos animar a la abuelita. Por fin, todos juntos y contentos, se comieron los tartas que Caperucita había traído y pasaron un día estupendo.

Fin