UN GRAN CAMBIO - maze runner

CAPÍTULO 11 - Un Gran Cambio

UN GRAN CAMBIO
11° CAPITULO
¿Es la voz de Thomas? ¿Newt? Miro el cielo, todo torna a oscurecerse. Escucho que aquella voz que proviene obviamente de un chico derrota al penitente. 
-¡¡¡¡Lía!!!! 
Aquella se persona se acerca a mí, no veo bien quien es, veo completamente borroso.
-Vas a estar bien, vas a estar bien – dice
Hago un esfuerzo por ver quién es mi héroe, quien me salvo la vida. Él me carga, me lleva entre sus brazos, huelo su aroma, mi cuerpo está débil, quiero dormir.
-Resiste Lía, resiste-dice
No logro reconocer la voz ¿Thomas? ¿Newt?
ALBY
-¿Cómo esta ella? –pregunto
-No lo sé, sigue dormida, no despierta desde que la encontré – responde Gally
Teresa no despierta, Gally llego a las justas, antes que los muros cerrasen.
-¿Cómo o donde la encontraste? – al fin tengo tiempo para conversar con Gally
-Estábamos preocupados, ya se hacía de noche. Ya estábamos casi por llegar gracias a los rastros que dejo Winston –cuenta Gally – escuchamos gritos, reconocimos que eran de Teresa, tratamos de buscarla y de no perdernos, luego Teresa dejo de gritar, la encontramos desmaya, traerla aquí no fui fácil.
Bueno, al menos encontraron a Teresa. Un momento ¿Newt?
-¡¿Dónde está Newt?! – grito 
-Se quedó, no quiso venir con nosotros – responde Gally
-Cómo pudieron dejarlo ahí –estoy amargado
-Él no quiso venir, yo no estoy para rogar a nadie
Ay no puede ser, ¿Por qué Newt comete unas estupideces? 
-Vigílenla – me dirijo a los chicos – Cuando Teresa despierte me avisan, tengo que hablar con ella
Me voy del cuarto.
LÍA
Despierto, creo que me desmaye.
-¿Estas bien? – ay no puede ser posible, mi vista se aclara
-¡Thomas! – grito
No puede ser es Thomas, de inmediato lo abrazo con todas mis fuerzas.
-Thomas – digo llorando – pensé que estabas muerto
-Estoy aquí contigo – dice Thomas
No lo quiero soltar, está vivo, ahora si lo puedo confirmar.
-No me dejes – digo mientras mis manos rodean su rostro - ¿Qué te paso?
Un rastro de sangre rodea la cara de Thomas.
-Tenemos que volver – dice Thomas – 
-¿Por qué no regresaste al área? –pregunto, si él es un corredor pues ya que sobrevivió hubiese regresado pues conoce el laberinto
-Estaba yendo pero luego escuche gritos, eran de Minho, decidí buscarlos pues no pensaba volver sin él pero no lo encontré – cuenta Thomas – luego escuche tus gritos y ahora estoy aquí contigo.
Ya no estoy sola, esta tremenda angustia que me carcomía desapareció, sé que estoy mejor con Thomas que con Teresa. 
-Veo que estas mal -dice Thomas – tu pantalón están manchados de sangre
-Unos muros estaban a punto de aplastarme – cuento
- Vámonos de aquí, pero primero hay que esperar que se haga de día, de noche es muy peligroso – dice Thomas – buscare un escondite
Thomas me carga, trato de sostenerme agarrándome de su cuello. Recuesto mi cabeza en su pecho, siento que volveré a casa.
NEWT
Ya me canse de caminar, no encuentro a Lía por ninguna parte. Me siento y me recuesto en un muro. Mis pies me duelen. No quiero encontrarme con uno de los penitentes, sería mi fin. Mejor busco un escondite, tengo sueño.
LÍA
-¡Thomas! – digo - ¿Podemos descansar? Tengo sueño y estoy un poco incomoda.
Llevo varios minutos sobre sus brazos que ya me siento incomoda y cansada. 
-Ok – dice Thomas – Descansemos aquí, es un lugar seguro, ya estamos por llegar.
Thomas me recuesta en un muro lleno de plantas, trata que las ramas no me hagan daño.
-¿Estas cómoda? – pregunta Thomas
-Si, tengo sueño – digo
-Bueno descansa
THOMAS
¡No puedo creer que allá entrado al laberinto! ¿Por mí? No lo sé, no sé dónde está Minho y Teresa, espero estén bien. La veo dormir, es hermosa. Desgarro su pantalón sin que se dé cuenta, su herida queda en la intemperie, trato de limpiar la sangre con la poca agua que me queda. Al parecer no se da cuenta. No puedo dejar de observarla es hermosa, no sé que tengo con esta chica, no sé si me sentiré atraído o es solo una ilusión, tengo a Teresa lo cual es una excelente persona y amiga y obvio que la quiero un montón, a decidir.
LÍA
Veo a Newt asustado por los pasadizos del laberinto ¿Qué hace Newt aquí? ¿Entro al laberinto? ¿Por mí?-
-¡Newt! – grito - ¡Newt!
No me oye, voy hacia él ¡Oh, puedo caminar! Que raro. Un penitente aparece por detrás y traspasa a Newt por detrás.
-¡¡Newt!! – grito - ¡no!
No puede ser, voy hacia él pero el penitente me tumba. El penitente vota a Newt al suelo.
-¡Newt! – despierto gritando
-Lia,¿Qué pasa? –pregunta Thomas 
Despierto sudando y desesperada, que horrible pesadilla
-¿Dónde esta Newt? –pregunto asustada
-No lo sé, de seguro debe de estar en el área –responde Thomas
De eso no estoy segura, tengo que ir al área cuanto antes.
-Tenemos que llegar a área ¡ahora! –exijo
-Ok ok 
De inmediato Thomas me carga y corre lo más rápido posible, se hizo de día, los pasadizos son más seguros. No puedo ver las posibilidades que Newt este muerto, fue una horrible pesadilla, no quiero que sea cierto. No creo que haya entrado al laberinto a buscarme. No puedo evitar derramar algunas lágrimas. Ya estoy llegando, a penas vea a Newt lo voy a abrazar con todas mis fuerzas, él es mi guía y ahora será mi confidente, mi amigo.
THOMAS
No sé porque Lía grito el nombre de Newt. No me pongo celoso pero ay ok si, si estoy celoso, que raro, de seguro tuvo una pesadilla, que raro.
¡Llegamos! Por fin¡ el muro está abierto. Veo la luz del sol más resplandeciente. Trato de parar a Lía al menos que se sostenga de un solo pie pero la ayudo.
-¡¿Thomas?! Lía –grita Chuck
Chuck viene y nos abraza.
-Chuck – dice Lía -¿Dónde está Newt? 
Que¡¡ ¿Pregunto por Newt?
LÍA
Chuck cambia su cara de felicidad a una de tristeza. Su sonrisa y alegría se desvanece. Los chicos se acercan.
-Fue a buscarte – dice
Quedo atónita, el corazón se me va a salir, no puede ser ¡Newt! Que acabas de hacer? , comienzo a desesperarme. Trato de voltear y dirigirme a la entrada mientras todos los chicos me detienen. 
THOMAS
-¡Lía no! –grito
Esta loca, quiere buscar a Newt. A las justas camina y todavía esta hambrienta y quiere entrar al laberinto de nuevo? Que tiene esta chica? 
-¡Lía! ¡Lía! –grito, la miro a los ojos, están rojos. La tomo de los brazos.
-¡Suéltame Thomas! – me grita mirándome a los ojos.
-Newt volverá- le grito mientras le forcejeo para que no se valla – él era un corredor, conoce el laberinto, ¡volverá!
-¡Suéltame Thomas! – grita – entre por ti al laberinto ¡Ahora déjame entrar por Newt!

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