Treinta minutos después, con un par de tazas vacías, ambos habían encontrado una gran pista.

- ¡Ese es! – señaló con su dedo el pelinegro – ¡Ese es el momento exacto donde llegamos a la fiesta! – en la imagen, de fondo se podía apreciar claramente los rostros de la pareja dirigiéndose a la barra, con Taehyung sonriendo radiante, mientras le miraba con adoración. El corazón del pelinegro se rompió un poco más con eso.

- Pasemos a la siguiente – Nam presionó el botón, para luego anotar en una libreta, como si de un investigador se tratara – Aquí ya están en la barra... ¿Ese es Jungkook? – indicó con su lápiz, al chico que estaba junto a ellos en la foto.

- Sí, te dije que Tae fue con él para ayudarle con algo – le restó importancia, pasando a la siguiente fotografía, la cual estaba apuntando hacia otro lado. Dos imágenes después, nuevamente el cuadro de fondo, era la barra, donde Jin se mostraba completamente solo, bebiendo de su vaso de cerveza - ¿Lo ves? Era cerveza... y esa copa, era para Taehyung – su dedo señalando el vaso intacto sobre la barra. Namjoon escribió rápido en su libreta de apuntes.

Entonces, la siguiente foto fue cambiada y ambos chicos abrieron la boca, sorprendidos de que realmente hubieran hallado lo que buscaban.

- Gracias al cielo – murmuró el pelinegro, soltando un suspiro. Las esperanzas regresaron a él, pues aquella imagen podía llevarlos con el verdadero causante de su desgracia.

- No puedo ver de quien se trata – comentó Nam – Aunque, no es por presumir, pero ya sabes que se me dan bien estas cosas...

- ¿Por qué crees que te pedí ayuda? – lo interrumpió el pálido.

- Como decía – le dio una mirada, molesto – Se me dan bien las cosas como estas, y sé que puedo aclarar la imagen, hasta conseguir una foto nítida del sujeto, o al menos de su rostro.

Los chicos permanecieron en silencio un momento, asimilando todo. Jin dirigió su mirada hacia su amigo.

- ¿Debería intentar, tal vez, llamar a Taehyung? – dudó, inseguro.

- No lo sé, hyung... - el pelimorado torció el gesto – Es mejor que esperes hasta que tengamos algo en concreto y no sólo una foto borrosa que no dice nada.

- Sí, si... tienes razón – sonrió triste, disponiéndose a guardar todo para marcharse.

Ignorando olímpicamente el consejo de su mejor amigo, Seokjin tomó su celular en cuanto regresó a casa y marcó el número de su ex novio. Necesitaba hablar con él y explicarle las cosas; disculparse y, jurarle una y otra vez que nada de lo que pasó, fue estando en sus cinco sentidos. También deseaba recordarle lo mucho que lo ama y hacerle saber que está como un loco buscando las respuestas que le faltan, para aclarar este malentendido. Sin embargo, todas esas bellas palabras se cortaron, cuando la operadora le indicó que el número al cual él estaba llamando, se encontraba desactivado.

- ¿Tae cambió su número? – masculló para sí mismo, moviéndose por el tablero de aplicaciones de su teléfono, entrando a todas las redes sociales que tenía, buscando una manera desesperada de comunicarse con el rubio, encontrándose con la sorpresa - no tan sorpresa - que el chico le había bloqueado en todas y cada una. No existía para Seokjin una forma de llegar a él, más que directamente, cara a cara.

Soltó un gruñido, molesto, dejándose caer descuidadamente sobre la cama.

El sonido de su celular, resonando por la habitación, lo regresó a la realidad. Miró a su alrededor, desorientado. Se había dormido sobre la cama y un nuevo día iniciaba. Volvió a maldecir, rebuscando el origen del ruido, hallándolo en el suelo.

¨Forgetting¨ [JinTae]Where stories live. Discover now