Well... why not?

CAPÍTULO 20

—Niall por Dios que susto —le sonrío y él parece avergonzado

—Ay, lo siento —dice con cara de arrepentimiento —no pretendía asustarte... —niego con la cabeza y digo

—No pasa nada —lo observo y veo que lleva puesta una chaqueta deportiva y unos pantalones de chándal, más abajo lleva unas zapatillas de correr. —¿Has venido a correr? —pregunto y él asiente

—Aunque no creo que haya sido una muy buena idea —mira hacia el cielo y añade —hoy hace un mal día... —Asiento y respondo

—¿Quieres que volvamos a los bungalows para desayunar? —A él parece gustarle la idea, ya que se vuelve hacia mi dirección.

—Me muero de hambre

Echamos a andar hacia el camping y me cuenta que él suele salir a correr cada día, y quedamos en que podemos salir juntos cada mañana mientras estén de vacaciones. Vamos andando tranquilamente cuando una gota cae sobre mi cabeza, la ignoro hasta que me cae la segunda, miro hacia el suelo y veo como este se va llenando poco a poco de gotitas de agua.

—Niall —digo tocándome la cabeza para asegurarme de que me estoy mojando.

—¿Tú también lo has notado? —dice él riéndose —No me hace mucha ilusión mojarme eh —no puedo evitar reírme y salgo corriendo.

—¡Corre Niall! —me sigo riendo y él me alcanza en unos pocos segundos.

Seguimos corriendo hasta llegar a la entrada del camping, donde hay un pequeño porche, nos metemos debajo para refugiarnos de la lluvia.

—Nuestro bungalow está bastante cerca de aquí —dice mientras intenta escurrir su chaqueta —si quieres podemos pasar por allí primero y después te acompaño al tuyo... —me sonríe y se sacude el pelo, este le cae por delante de los ojos, lo que hace que aún le resalten más.

—Claro —digo y miro hacia fuera del porche —aunque nos tenemos que dar prisa si no quieres que terminemos como una sopa. —Él se ríe y me ofrece la mano para que no me pierda al ir corriendo, le doy las gracias y me vuelve a sonreír.

Llegamos al bungalow más rápido de lo que pensaba, no nos hemos cruzado a nadie por el camino, supongo que la gente no saldrá por la lluvia... Me dice que me espere un momento, que se va a poner ropa seca y vuelve, asiento con la cabeza y observo a mi alrededor.

Es exactamente la misma habitación que la nuestra, la única diferencia es que esta está bastante más desordenada y que en el sofá duerme una persona. Daniel está acostado sobre un par de cojines y tapado con una manta hasta el cuello. Me fijo en las otras dos camas y veo que hay una persona en cada una. En la de la izquierda veo sobresalir un pelo negro azabache, sin duda es el de Zayn, el resto del cuerpo yace debajo de la sabana. Desvío la mirada hacia la derecha y a diferencia de la otra cama, la sábana de esta está en el suelo. Subo la mirada y veo un cuerpo semi desnudo, tiene varios tatuajes repartidos entre los brazos y parte de la espalda. Noto como su vientre sube y baja al ritmo de su respiración, el pelo alborotado le cubre toda la cara y solo lleva puestos unos calzoncillos.

Pero qué estoy haciendo, aparto la mirada bruscamente y me obligo a mirar hacia otra parte, la habitación solo tiene una ventana entreabierta por lo tanto no entra mucha luz.

Niall no tarda mucho en volver del baño y al llegar lleva puestas unas bermudas y una sudadera negra. En su mano derecha lleva una toalla y un paraguas.

—He traído esto por si quieres secarte —dice él a la vez que me extiende el brazo con la toalla.

—Muchas gracias —le digo y le ofrezco una sonrisa