Capitulo 9: "Hablemos Annika"

11 2 13
                                    

Ni la desgracia se cansa de seguirnos.

A.

Annika Ardelean

Echo una última mirada hacia atrás sintiendo como si nos estuvieran viendo desde algún lado.

—Oye escoria ¿Podrías dar algunas vueltas antes de llevarme a casa?

Nuestros ojos se conectaron por el retrovisor, su mirada viajó al otro espejo buscando motivo a mi petición.

— ¿Qué sucede? ¿Estás bien?

—Si... Solo haz lo que te pido, por favor.

Nos acercamos a Kylian para indicarle que daríamos algunas vueltas por la manzana antes de ir a nuestro recinto, acordaron llegar a la playa y luego regresar por el camino largo. Anoushka preguntó la razón pero simplemente la ignore, ella está jugando a ocultarme las cosas y yo también se jugar ese juego.

Después de un rato desapareció la sensación de que estuvieran vigilándonos, pero seguía con la guardia arriba. Desde hace algunos años no me sentía así y las últimas veces terminaron muy mal, aunque gracias a nuestros padres, ninguna sufrió daños graves, ellos siempre sabían que hacer y cómo actuar. Pero...

Esta vez ellos no están con nosotras.

Estamos solas y eso me preocupa, me siento un poco culpable de arrastrar a los muchachos con nosotras en vez de alejarlos de alguna manera del peligro, al menos hasta que descubra qué está pasando. Kylian está justo detrás de nosotros, empezamos a divisar la playa y es cuando escucho a An pedirle a Kylian que se detengan en la orilla.

Él se adelanta y hace señas hacia la playa.

Claro, juguemos un rato en la playa, expuestas pero bronceadas ¿eh?

No puedo dejarlos solos, en este momento no quiero perder a nadie de vista, así que asiento y con un repiqueteo de dedos le indico a Nikolay que los siga. Mientras ellos dejaban la moto estacionada y corrían al agua yo camine hasta una palmera y me senté sobre la arena bajo su sombra.

La playa estaría prácticamente desierta a no ser por una pareja con cinco mocosos corriendo detrás de una pelota, gritando y chillando, afortunadamente están lo suficientemente lejos como para que pueda ignorarlos por completo. Cosa que por supuesto hice.

Mi amigo se sentó detrás de mí colocando sus piernas a cada lado de mis caderas, paso sus manos por mi cintura dejando que me recostara en su pecho.

—Exactamente por qué estamos aquí Annika.

Respire profundo antes de responderle, no sabía si era una buena idea contarle pero nuestros padres aun no regresaban y quizás la mejor opción era buscar ayuda en los muchachos.

Ellos han sido nuestros mejores amigos desde hace muchos años. Fueron los primeros en ser capaces de soportar nuestro peculiar carácter y los únicos que han podido controlarnos.

Los únicos que a pesar de todas nuestras imperfecciones siguen allí... no detrás de nosotras por temor, ni delante para protegernos, más bien a nuestro lado.

Cuando nos conocimos –de la manera más desastrosa– tanto An como yo estábamos pasando por un mal momento, y aunque ellos aseguran que fuimos nosotras quienes les salvamos la vida, mi hermana y yo sabemos que es al revés. Ellos nos han visto, llorar, gritar, patalear, reír y han sido testigo de muchos actos que a veces deseo que nunca hubieran visto.

Para ellos no somos asesinas, ni mafiosas, ni criminales, ni monstruos... Solo somos Anoushka y Annika.

Nada más.

La Traicion del PoderWhere stories live. Discover now