One Shots || Henry Cavill

02. Honor the dead

Hoy había sido un día agotador, recién a las 21:00 me desocupe y pude terminar de hacer el último papeleo para irme de una vez a casa. No me malinterpreten, mi trabajo es maravilloso, me encanta ver las caras de felicidad de los niños cuando conversas con ellos o simplemente cuando les estoy colocando sus medicamentos, ver esas caritas llenas de esperanza me llenan el alma.

Yo solamente soy una de las tantas enfermeras a cargo del área de pediatría, pero la mayoría de niños que se encuentran aquí tienen enfermedades terminales. A veces hay algunos que viven mucho tiempo, como también hay otros que se van antes de lo esperado.

Algo que me encantaba era cuando venían actores a verlos, la gran mayoría eran los que encarnaban a los superhéroes favoritos de los niños. Así fue como conocí a Henry. Recuerdo cuando entro vestido de superman, alegrándole el día a más de algún niño.

"— ______ —Me llamo uno de los pequeños.

— Dime Ryan —Me acerque a su camilla, aprovechando de verificar su estado.

— ¿Sabes porque hay tanto revuelo afuera?

— Realmente no lo sé, ¿quieres que vaya a verificar que sucede? —Ryan asintió efusivamente—. Bien, vuelvo enseguida.

Cerré la puerta detrás de mi, miré el pasillo viendo como en la habitación en diagonal a Ryan estaba casi repleta. Me dirigí a paso rápido, asustada que le hubiera pasado algo a Rachel.

Apenas me asomé vi como Rachel conversaba con, espera, ¿ese no es Henry Cavill? Ahora entiendo tanto revuelo.
Para no interrumpir la tierna conversación me dirigí hacia Monique, una enfermera amiga.

— Hey! —Ella se giro sonriéndome.

— Hey, _____, ¿cómo está Ryan?

— Pues me mando a ver porque había tanto revuelo en el pasillo —Monique río.

— Ryan es todo un caso.

— ¿Y cuando llegó? —Señale con mi cabeza a superman.

— Hace unos momentos, va a pasar por todas las habitaciones.

— Entonces tendré que controlar a Ryan cuando el se aparezca por allá, porque Ryan es capaz de tirarse encima de Henry si es necesario —Ella sonrió.

— Ve a verlo, debe estar muy intrigado —Yo asentí viendo por última vez hacia dentro de la habitación.

Me devolví por donde había venido y apenas entre Ryan me lleno de preguntas.

— Tranquilo chiquitín, no era nada grave —El relajo su expresión.

— ¿Te apetece jugar play?

— Por supuesto, para vencerte —Ryan soltó una fuerte carcajada, contagiándome a mi también.

— Eres muy mala como para ganarme ____.

— No me subestimes —El sonrió perversamente.

— Pues demuéstralo.

Pasamos un buen rato jugando al FIFA, y a decir verdad no pude meter ni un gol. Ahora Ryan había metido su cuarto gol.

— Te dije que te ganaría —Yo le saque la lengua juguetonamente, haciendo reír a Ryan.

Por cosas cómo está había escogido este trabajo, me encantaba hacer que los niños olvidaran, aunque sea por un momento, sus enfermedades y dolencias.