Capítulo 1

1.1K 39 3
                                    

—Aquí estás, mi pequeña bebé. — Dijo Papá en cuanto llego a la biblioteca.

 — Dijo Papá en cuanto llego a la biblioteca

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sonreí al verle.

—¿Ese es el anillo que te regalo Peter?— Dijo cogiendo mi mano pero antes planto un beso sobre está.

Asentí con una amplía sonrisa.

—Siempre diré que ambos son la pareja perfecta. —Papá se puso de pie. —Pero aún eres mi bebé, y por lo tanto no pueden ser novios. No, hasta que tengas la mayoria de edad.

—Pues ya somos novios. —Dije con cierta burla a sus palabras. Papá subió ambas cejas y levanto ambas manos en señal de rendición.

—Te recuero que solo les di permiso ambos de ser buenos amigos, ¡y solo eso!. — Me confronto él. -¡Eres tan cabezota con tu madre.

—¿Que has dicho, Howard Stark? — Preguntó Mamá.

Papá sonrió ante su evidente miedo.

—Nada, he dicho que eres la mujer más perfecta del mundo.— Papá se acerco a mamá y le dejo un corto beso en sus labios.

No pude evitar hacer una mueca.

—¡Les tengo prohibido hacer eso en frente mio!. —Les recordé lo que hace unos años atrás le había dicho.

Papá bufo y giro ambos ojos, mientras mamá cubrió su boca con la mano para ocultar la risa.

—Pero si son los mismos besos que te das con Peter. — Papá se burlo.

No pude evitar hacer una mueca.

—Pronto me iré de casa.

— A penas tienes doce años. Y tu hermano es tan solo cinco años mayor que tu, y no de ha planteado en irse... imagínate tú.—  Añadio papá mientras abrazaba a mamá por la espalda.

—Bueno, de momento solo nos vamos los tres. — Mamá aplaudió para acernos despavilar. —______, ¿tienes todo listo? ¡Se hace tarde! — Dijo ella en cuanto aparto su vista del reloj.

Los tres caminamos en dirección de la sala de estar. Mamá se sento por unos minutos frente al piano y aprovecho para poder tocar su melodía favorita para poder darle tiempo a papá de poder ir a por sus cosas.

No pude evitar quedarme viendo fijamente a Tony, quién estaba exhausto por la fiesta que había tenido en la noche, y a eso añadiendole la discusión que tubo con Papá por la mañana.

—Tony, ¡levanta!. —Mencionó papá con molestia.

Mi hermano solo gemio ante el dolor de cabeza. Papá se acerco a el y le dio un pequeño golpe en la pierna provocando que Tony se levante con fastidió.

La relación de Tony y Papá no era la mejor del mundo. Padre a veces podía llegar a ser muy estricto y perfeccionista con ambos, pero más con él. Papá siempre ha deseado que seamos hombre y mujer de bien, que demos honor al apellido Stark. Eso no era difícil para ambos, de hecho lo hacíamos más que bien. Tony a su corta edad de diecisiete años ya era todo un científico e ingeniero. Mientras tanto por mi parte los profesores decicieron adelantarme de años en el instituto, a mi corta edad parecía ser que en dos años ya iba a estar en la universidad eligiendo mi carrera profesional en bioquímica fisica nuclear. Aunque para ser sincera no me sentía parte de una sola profesión, ser una Stark es tener el don de poder ser varias cosas al mismo tiempo.

Un largo viaje // Steve RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora