¨Forgetting¨ [JinTae]

I

Seokjin sintió el calor de sus propias lágrimas humedeciendo sus mejillas, contrastando con la piel gélida de la impresión. Miró aturdido la puerta metálica, sellada frente a él. Pensó en seguirle nuevamente, hasta que reparó en que no llevaba más que su ropa interior puesta. Maldijo por quinta vez ese día, sintiéndose tan confundido y miserable, como jamás en toda su existencia. Las cosas se habían salido de control en sólo minutos, desestabilizando la paz y tranquilidad plena que llevaba disfrutando junto a Taehyung prácticamente, desde que le conoció, alegrando sus días con sus bellas sonrisas, endulzándole la vida con sus besos de caramelo y sus caricias suaves y tiernas. Seokjin no concebía el resto de su estadía en este mundo sin tenerle a su lado, por lo que la repentina ruptura, lo sumió en un estado de shock profundo.

Aturdido, arrastró sus pies descalzos de regreso al departamento, ingresando la clave mecánicamente para entrar. El frío desolador lo recibió, como si Tae se hubiera llevado consigo el calor de hogar que siempre le golpeaba al llegar a casa. Nada era lo mismo sin él. En su cabeza, trabajaba forzosamente por traer de regreso los recuerdos borrados, para lograr comprender qué pasaba con su chico.

Taehyung le había comentado muy entusiasta que el amigo de un amigo, de su taller de danza, estaba organizando una gran fiesta para ese fin de semana y que tenía muchas ganas de ir. Jin en un principio se quiso negar, pues jamás fue del tipo de persona que disfruta del ambiente propio de esos eventos, con demasiada gente toqueteándose entre sí y música ensordecedora. Él prefería celebrar con su amigo en un bar tranquilo, bebiendo un par de cervezas o unas cuantas botellas de soju. Tampoco se caracterizaba por ser un gran bailarín, por lo que era inútil que su novio pretendiera pasar un gran tiempo a su lado en una fiesta. Siempre terminaba bailando con sus amigos, mientras él lo observaba desde un rincón, deleitándose con sus increíbles movimientos. A pesar de todo eso, Taehyung se veía realmente ansioso con la idea de asistir juntos, por lo que finalmente, cedió y le acompañó. Era domingo y Jin sólo quería llegar a su casa para acurrucarse junto al rubio, pero en cambio, estaban entrando a la gran casa de Hoseok, siendo recibidos por la estridente música resonando de los altoparlantes y una masa de universitarios ebrios, gritando y bailando de forma irregular.

- ¿Deberíamos beber algo? - sugirió el rubio, viendo la expresión de desagrado en su novio. Besó su mejilla y lo guio hacia la barra que estaba instalada junto a la gran cocina de estilo americano - ¡Woah! Hobi hyung se ha lucido... Incluso contrató un barman - señaló al chico tras la barra, preparando tragos y sirviéndolos en copas con bonitos colores y decoraciones tropicales.

- Con una cerveza soy feliz - comentó Seokjin, rascando su nuca, desordenando ligeramente su cabello negro. Una sonrisa iluminó el rostro de Tae, y aquello le recordó porqué había aceptado ir a la condenada fiesta.

- Dos cervezas - le indicó al barman y acto seguido, se colgó del cuello de su novio, repartiendo besos en su cuello y mandíbula - Gracias por acompañarme - le ronroneó en el oído.

Seokjin estaba apunto de responder que tendría que compensárselo en cuanto regresaran al departamento, pero fue cruelmente interrumpido por el mejor amigo de su novio; Jungkook, con el cual asistía al taller de danza. El chico alto, de cabello castaño oscuro, se acercó vociferando el nombre del rubio, enseñando su peculiar sonrisa de conejo.

- ¡Ahí estás, Taehyungie! - gritó por sobre el bullicio de la música - ¡Pensé que me dejarías plantado!

- ¿Cómo crees? - rio el aludido en respuesta, liberando su agarre del cuello de su novio - ¡Esta fiesta está increíble! ¡Recuérdame agradecerle a Hobi hyung! - vociferó en respuesta.

- ¡Seokjin hyung! - saludó al pelinegro, que observaba la escena con expresión neutra - ¿Te molesta si te lo robo un momento? - pidió, recibiendo una negativa de su parte, más un gesto de que podían marcharse. Ambos chicos sonrieron y desaparecieron entre el tumulto de gente.

Jin se esforzaba en ser un novio moderno, sin celos ni aprehensiones para con Taehyung. Su filosofía era que el rubio era una pequeña ave que debía volar libre para ser feliz, mientras que él era su nido y su sustento, pero no su jaula. Además, Jungkook se había ganado su confianza desde hace mucho, por lo que podía sentirse tranquilo con la amistad que tenía con su novio.

El barman le entregó sus dos cervezas y Jin le agradeció con un asentimiento de cabeza, para luego tomar un largo trago. Deliciosa. Refrescante. Y entonces, todo se volvía negro en su mente. No había más memorias registradas en su cabeza, lo cual se le hacía rarísimo. Él no era un novato en cuanto a alcohol se refería, por el contrario, era un magnífico bebedor, con un aguante envidiable, por lo que no podía creer que sólo un par de cervezas le hubieran borrado la memoria como a un adolescente. Algo no cuadraba.

Se metió a la ducha, desganado, funcionando en piloto automático. Ahora que la bruma del sueño había desaparecido, su mente estaba inundada de imágenes; principalmente de Taehyung marchándose con sus maletas, diciéndole con odio que se muriera, terminando con la relación amorosa más larga y hermosa que había experimentado jamás, partiéndole el corazón y rompiéndole el alma en pedazos, llenándolo de dolor y preguntas sin respuestas. Jin necesitaba una explicación, un por qué de todo esto.

Inevitablemente, el ver la mitad de su armario vacío, le hizo romper en llanto. Se sentía destrozado, y la idea de no tener más a su lado al rubio lo estaba matando. Él debía buscar una solución, necesitaba traerle de regreso y recuperarle, porque sin él no viviría. No valía la pena.

Se vistió sin ser consciente de qué prendas eligió, tomando su móvil y llamando a la única persona que suponía, le aclararía más de alguna de sus dudas. Jungkook.

- Kim Seokjin - respondió el contrario, luego de tres tonos, con ironía en su voz - La rata de alcantarilla, se arrastra de nuevo - soltó con molestia. Jin alejó el teléfono para corroborar que no se había equivocado de número, ya que Jeon siempre era demasiado respetuoso con él - ¿Qué demonios quieres?

- Kook... - el pelinegro pasó una mano por su rostro, buscando ordenar sus ideas - Tú... ¿tu sabes qué fue lo que pasó ayer? - preguntó, esperando sinceridad de parte del amigo de su novio. O más bien, ex novio - Tae se marchó hace un rato, me dijo cosas que no entendí y yo pensé que tú podrías...

- Eres una basura, de verdad - le interrumpió el menor, golpeándolo con sus palabras - ¿Cómo puedes victimizarte de esa forma tan barata? - continuó - Maldigo el día en que a Taehyung se le ocurrió fijarse en ti, porque lo único que has hecho es romperle el corazón... ¿Cómo pudiste? - le increpó, desconcertando totalmente al pelinegro - Tae que es un ángel, siempre hablando de ti, pensando en ti, y tu sólo... ¡Agh! - bufó - Eres un asco de persona, en serio...

- Pero... - Seokjin no sabía ni siquiera qué decir.

- No quiero que vuelvas a llamarme, porque no voy a contestar - advirtió en tono amenazante - Y espero que también dejes a Tae en paz... ya suficiente ha tenido con el daño que le has hecho - finalizó, cortando la llamada y dejando al pelinegro más confundido que nunca, con la palabra en la boca.

Luego de aquella extraña conversación, que más bien fue un monólogo de parte del menor, insultándolo; Jin comenzó a pensar que algo realmente terrible había ocurrido entre las memorias perdidas de su cabeza. Como si su vida dependiera de ello, forzó a sus recuerdos a volver, deseando que la oscuridad de su mente se aclara, logrando únicamente que el dolor de la resaca le pegara más duro.

Agobiado, se tendió en su cama, con las lágrimas desbordándose sin su permiso. Reparó en lo oscuro que estaba, observando la hora en su celular. La tarde había caído y ya no podría hacer más por ese día. Se prometió a si mismo que al día siguiente conseguiría las respuestas que no tenía hasta ahora, pero, por el momento, se permitiría llorar su perdida. Y así lo hizo, hasta dormirse miserablemente.

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Sí... Se nos viene sad...

Les pido que aprecien el drama, porque casi el 90% de esta historia es drama. Aunque valdrá la pena completamente, lo prometo.

Nos leemos...

𓅪