Adoptada Por Millonarios/TERMINADA✔

Capítulo 47: Nunca te olvidare 💔

La historia paso las sesenta y
mil lecturas💕
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Ulises POV:
Acabo de confirmar lo que alguna vez me cuestioné, me siento muy mal. Estoy destrozado, yo solo vivía por Lucila. Tenerla en frente y saber que no es mi hija, me parte el corazón. Me agacho quedando a su altura, ella parece estar más relajada.

- Lucila, mi amor. Te amo pequeña, aún que no seas mi hija, siempre lo haré- trato de no llorar- Si tú quieres, puedo seguir siendo tu papá.

- Te quiero mucho- dijo con voz tierna, me abraza efectivamente y no quiero soltarla nunca.

- ¿Ya terminaste?- dijo Paola acercándose.

- Paola déjame despedirme en paz de Lucila- digo molesto.

- Pues lo lamento, me urge salir de aqui- dijo mirando todo el lugar.

Sujeta a Lucila de la mano y se la lleva, ambas salen del departamento. Mi mundo era Lucila y se acaba de derrumbar por completo. Me dirijo a la heladera y saco varias cervezas. Me siento en una silla y comienzo a tomar.

~ Una hora después ~

No tengo idea cuántas cervezas me tomé, sólo sé que no llegué a las diez. Sí, solo había diez cervezas en lata en la heladera. Tocan el timbre, maldigo y camino con pesadez a abrir la puerta.

- ¿Ulises Monte Verde?- preguntó un gordo cabeza blanca acompañado por dos polizontes.

- ¿Qué busca?

- Queda detenido por el presunto intento de asesinato contra Gonzalo Villalba- luego que dijera eso el gordo, me esposaron a la mala.

Me sacan del edificio y me suben a un patrullero, de allí me llevan a una comisaría y me encierran en una fría celda. Si no hubiera sido por ese idiota que llevo un arma, yo no estaría aquí, ni él muriéndose en el hospital.

~ Al día siguiente ~

Anahi POV:
Poco a poco voy despertando, mis ojos chocan con la claridad del día. Quedo incandilada por la luz del sol, me encuentro sobre Gonzalo. Me quito de encima, parece dormido pero luego de unos minutos me percaté de que él ya no estaba aquí. Me desesperó y comienzo a llorar, me abrazo a él.

- Gonzalo, no puedes hacerme esto- no había reacción de su parte, su corazón ya no latía- Dijiste que nunca me ibas a dejar, lo prometiste, ¿por qué no cumpliste?- digo golpeando su pecho- Te amo, no me dejes, por favor no.

La puerta se abre y entre dos enfermeras me sacan de allí. Mis suegros lloran sin consuelo.

- Mi hijo, mi hijo- mis ojos nublados por las lágrimas, alcanzan a ver a mis suegros abrazados.

- Se murió, me dejó- dije repetidas veces como si estuviera en trance.

Este dolor me supera, no lo puedo asimilar, no quiero pensar que Gonzalo ya no estará. No soporté más tanto dolor y salí corriendo de allí. Cruzo la puerta del hospital, con los pies en la vereda miro el cielo preguntando qué hice para merecer tanto dolor, tanto sufrimiento. Nada consigo, las lágrimas bajan de mis ojos, ni una respuesta. La llovizna se transforma en una lluvia más intensa. Cae sobre mí mojandome y mezclándose con mis lágrimas.