No sabe qué hacer. Hace seis horas que salió de aquel cuarto del conserje y aun no sabe como asumir las palabras del chico. Tiene miedo, si, mucho miedo. Lo que menos quería era lo que le está pasando en estos momentos. Siempre trato de ser cautelosa y de no llamar la atención, porque el hecho de estar siempre sola y toda tapada-en invierno o verano-ya llamaba la atención de los chicos y chicas de la secundaria.
Teme que Taylor pueda decir lo que vio. No confía para nada en él, y ahora tendrá que lidiar con él porque sabe que no la dejara tranquila.
"Lo que quiera Taylor Caniff, lo consigue" Había oído una vez por los pasillos. Le causo risa que el chico digiera la frase en tercera persona, pero ahora no. Ahora tiene miedo.
El timbre da aviso al final de clases, y es cuestión de minutos para que el pasillo quede atestado de adolescentes excitados por salir de la preparatoria.
El chico coge el cigarro de marihuana que su amigo Carter le tiende. Le da una larga jalada y se lo pasa a Johnson.
Lo único que lo hace olvidar toda la mierda.
Sabe que se está haciendo adicto. Antes era uno cada que iba a una fiesta. Ahora es casi todos los días, y aunque quiera no puede parar. Aunque él no quiere parar.
-Hey, no seas cabrón-Gilinsky suelta una tonta risilla y le quita el porro a su mejor amigo.
-¿Aun no iras a la fiesta, Tay?-el chico mira a Aaron.
-No, viejo. Ya les dije. No tengo ánimos para estar aguantando a personas hipócritas que te dicen "amigo" y cuando te volteas hablan mal de ti.
-Está bien, está bien-le sonríe.
-Pero si cambias de idea, estaremos en casa de Sky-le informa su amigo Carter.
-Ok, gracias-le responde su amigo y se levanta de la banca en la que se encuentra sentado-. Me voy. Adiós, que les vaya bien y follen por mi-se despide de sus amigos mientras ellos ríen por lo dicho.
Mete sus congeladas manos en sus bolsillos y camina bajo la nieve con su particular Bandana en su cabeza. De su boca sale un poco de vapor con sabor a marihuana y sus ojos están rojos.
"¿Seguro que quieres esta vida, Caniff? ¿Vivir de fiestas, alcohol, drogas y sexo mientras tus padres te mantienen?" Le habla su subconsciente.
-No-susurra y sigue caminando.
No quiere seguir viviendo así. Aparenta ser alguien que no es definitivamente. El chico que es con sus amigos, o en fiesta o en la preparatoria no es el. Solo hubo una persona que lo conoció bien en su vida, pero esa persona lo defraudo y allí fue donde se puso esa mascara. Allí decidió ser el chico popular que molesta a los más débiles. Pero con la llegada de la pequeña pelirroja de ojos azules se ha empezado a cuestionar si de verdad hiso bien al desquitarse con otras personas.
-No-susurra nuevamente y entra en la calle donde queda su casa.
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DISCULPEN LINDURAS.
Disculpen la tardanza y lo corto que esta, pero estos ultimos tres dias no he tenido imaginacion y tuve que obligarme a poner mi tracero frente al computador y escribir para la otra novela que tengo que no habia actualizado :c Pero cuando me llega la imaginacion me dura para varios capitulos, así que quiza siga subiendo en los proximos minutos.
Disculpen, nuevamente, y las amo... Comenten, no saben lo feliz que me pongo al leer sus comentarios y gracias por el apoyo en el capitulo anterior, besos:3
