Mientras la discusión en la habitación avanzaba, ella entraba al hotel y a pesar de que le gustaría hacer arder el hotel desde un comienzo, el clan no trabajaba así. 

Tenía una misión, entregar una carta. 

La carta fue dejada fuera de la habitación y entonces la puerta sonó.

...

Instintivamente nos tensamos. No habíamos pedido servicio a la habitación.

Hades hizo un gesto indicando que el saldría a abrir. El podía aplicar el éstasis temporal en quien fuera que estaba allí.

Al abrir la puerta se quedó congelado. 

Seid y Zeus miraron ansiosos a Hades. ¿Qué estaba esperando?

- ¿Hades? — preguntó Seid con curiosidad.

El azabache se agachó y recogió un sobre negro.

- Una carta. — respondió con simpleza.

Me acerqué y le quité la carta a Hades.

- ¿Qué dice, cuñada? — preguntó Zeus ubicándose a mi costado.

Lo miré seria pero decidí no acotar nada.

- La carta dice: — comencé a leer en voz alta.

Estimados Hermanos Adler y Raven Winters:

Nos comunicamos con ustedes porque le hemos puesto precio a una de las cabezas de sus integrantes, más específicamente, a la muchacha que les acompaña. 

Sin embargo, hemos decidido triplicar la apuesta. 

Justo ahora, envíamos un comunicado a toda la comunidad Gardien especificando el precio de la cabeza de Poseidón y Zeus Adler y duplicando el precio de la cabeza de la señorita Winters.

Como bien sabemos, los gardiens nos caracterizamos por ser seres justos, por lo que les ofrecemos una disculpa por no haber comunicado el precio de la cabeza de la chica con anterioridad. 

Aún así, les ofrecemos una oportunidad ahora. Tienen la oportunidad de cazar o ser cazados, los cazadores se encuentran en distintos puntos alrededor de su hotel. Búsquenlos o ellos los buscaran a ustedes. Matenlos o ellos los matarán a ustedes. 

Cazar o ser cazados.  Tienen dos días.

Atentamente, el clan Nigrum.

Miré a los chicos con determinación en mi rostro.

- Debemos ir a por ellos. — murmuré.

- No. — dijo Hades. — morirán en el intento.

- No. — contesté. — Son nuestras cabezas las que están en juego. Nosotros decidimos. Te unes o te vas, pero no nos dices que hacer.

Hades abrió sus ojos considerablemente.

- Lamento no apoyarte hoy, hermano. Pero Raven tiene razón. — dijo Seid asintiendo. 

Zeus simplemente asintió.

- Está bien. Comamos un poco y vamos por los oponentes más cercanos. — musitó Hades.

Asentí satisfecha.

Me acerqué a el y jalé su chaleco para que me siguiera.

Bufó pero me siguió a la siguiente habitación. Cerré la puerta con cuidado, Zeus y Seid se quedaron pidiendo comida.

El Inframundo De Raven. [En Edición] Where stories live. Discover now