--Qué hacías?--preguntó de pronto, Musafer.
--Y a ti, qué más te da?
--Que qué, estabas haciendo, a estas horas?--preguntó otra vez, Musafer.
--Acuestate, ya--le dijo ella, empujandolo, hacia dentro.
--Vale.
Acuestate-- le dijo otra vez, mientras intentaba subir la cremallera de la tienda.
--Pero, tu también, eh?
--Te voy a dar, en la cabeza. Ooff.--No te extraña. Oye Ayham, despierta.
--Qué pasa?
--Calla. No hagas ruido. Me voy a ir con Can.
--El te lo ha dicho?
--Me lo ha puesto, en un mensaje.
--Adónde vas a ir, a estas horas?
--Quiero hacer...lo que me apetece. Voy a verle...y vuelvo.
--Está bien Sanem, haz lo que quieras. Anda, ve con él.
--Pero hay que idear, un plan. Tienes que decirle a Misifuz, que quieres hacer pipi. Seguro que me acompañará y aprovecharé para salir.
--Bueno, pues voy a ver a Misifuz--dijo Ayham.
--Yo estaré aquí. Haz una señal, cuando salgais.
--Disculpa--Musa...Musa, estas dormido?
--Qué pasa? Le ha pasado algo, a Sanem?-- preguntó asustado.--se ha perdido, en el bosque? Dios mío, sabía que ocurriría. Me va a dar algo. Sabía que se iba a perder.
--No digas tonterías, Musa. Oye...quiero hacer pipi, pero no me atrevo a ir sola por la noche en el bosque. Me quieres acompañar, verdad?
--Hacer pipi. Hacia diez años que no había oído esa expresión. Eres una niña pequeña? Augusta y portate como una adulta. Mañana--le dijo, de mala manera.
--Venga. No puedo hacer eso, por favor, por favor.
--Yo creía que le había pasado algo, a Sanem.
--Venga, vamos. Te dejo, y luego vuelvo-- le dijo Musafer.
--De acuerdo. No puedo ir rápido--dijo Ayham--cuanto más rápido, peor.
--Aaayyy. Ayham. Venga, Ayham. No hay que perder tiempo. Hemos dejado sola a Sanem en la tienda. Te advierto que como le pase algo malo, me enfado mucho contigo. Haz lo que tengas que hacer, y volvamos pronto a la tienda.
--No te preocupes. Seguro que Sanem, ya está dormida.--dijo Ayham.
--Eso que tiene que ver, de hacer pipi, en mitad de la noche, eh? No debes hacer pipi por la noche, porque eres mi couch personal. Como me vas a ayudar?
--Pero que tiene que ver mi trabajo, con hacer pipi Musa?
--Venga, venga. Date prisa. Lo único que hacer esta noche, es ser el vigilante de la tienda de Sanem. Es una tonta pérdida de tiempo, así que me da igual. Nunca cambiaré de opinión.
--Que dices? Que tiene que ver eso, con mis couchs, eh? Eres tú, el que tiene que cambiar. Porqué tengo que cambiar, eh? Ni siquiera has entendido eso.
--Vale, vale. Venga, haz tus necesidades, tu date prisa, por favor.
--Uuff.

--Sanem?
--Hola. Ah...me he pasado a verte, 5mn.
--Eres muy amable. Gracias.
--Bueno, ya te he visto. Ahora, me voy.
--No,no, no,no. No salgas corriendo, otra vez. No te vayas. Por favor, ya que estás aquí, quédate conmigo. Si a ti...te apetece. Aamm. Vamos a sentarnos. Tenemos que sentarnos al mismo tiempo, sino nos caeremos.
--Vale.
--Estás lista?
--1, 2...
--Ahora.
--Y me siento. Espero...que no esté molestando.
--No. Sólo que tengo miedo, de ti. Eres lo único que me da miedo, en toda esta vida.
--Qué me tienes, miedo? Porque?--preguntó ella, con extrañeza.
--No lo sé. Supongo que eres...eres como el viento. No puedo retenerle. Eres imprescindible. No puedo sujetarte con mis manos, quiero decirte lo que pienso, y temo que no lo entiendas. Salias corriendo, o me tiras...de la balla.
--Can, lamentó mucho, lo de aquel día.
--Que hemos dicho antes? Dejemos de discutir, y...cuestinarnos, nada. Dejaremos, que todo fluya.
--Muy bien.
--Estás cómoda? Quieres, tumbarte? Lo mismo así, estás mejor. Venga, tendente aquí.
--Venga, voy a intentarlo. Allá, voy. --Bravo! Así estamos, más cómodos. Las hamacas, son, una maravilla. Voy ha mecenos un poco, con los pies.
--Mira que estrellado, está el cielo. Y sabes? Cada noche que pasó a tu lado, es...
--Por favor. No pares, ahora. Si lo que estabas, pensando.
--Tú tienes alguna estrella? Quiero decir... alguna que hayas elegido, para ti?
--Pues lo cierto es que no. No tengo una estrella favorita, pero veo que tu, ya has elegido la tuya, verdad?
--Así es. Orión.
--Orión? Eso no es una estrella, es una constelación. La verdad es que te lleva.
--Tu sabes, su historia?
--Cuentamelo.
--De acuerdo. La bella Artemisa, era famosa por su habilidad con el arco.
--Genial. Una mujer arquera. Me encanta.
--Artemisa, se enamoró perdidamente de Orión. Era un cazador, muy valiente. Pero al hermano de Orión, no le gustaba verlos juntos y felices. Quería, lo que supone hermano tenía. Estaba celoso y lo ansiaba en secreto. Así que...preparo una trampa para Artemisa.
--En serio? Ven--dijo, mientras se la acercaba a él.--sigue, contandomelo.
--Obligó a Artemisa, a competir he hizo que lanzara una flecha en un punto muy lejano en el mar. De lejos, lo que ella veía, era un punto. Pero en realidad, se trataba de Orión. Que se quedó tumbado en el mar, para observar el cielo. Pero Artemisa, no lo sabía y le disparó al corazón de su amado. Entonces Orión, quedó gravemente herido y abandono a Artemisa. A su amada, y también a su hermano y ahora es como una señal de su eterno amor hacia él.
--Otra bonita y triste historia de amor. Dónde está, Orión? Podemos verla ahora mismo, desde aquí?
--Es la constelación más brillante de todas. Se ve desde todos los puntos de la tierra.
--Mmm!!
--Te la enseño--le dijo, señalando el cielo.
Tumbados en la hamaca, sus miradas de amor, se veía.
--Tengo, que irme--dijo, de pronto.
--5mn más, por favor.--le dijo él.--sólo 5mn. 5,5.
--Sí. 5mn.
Y los 5mn, se convirtieron en horas y llegó el día y seguían dormidos juntos en la hamaca.
--Buenos días--dijo el, al ver que se había despertado.
--Buenos días.
--Gracias por pasar la noche, conmigo.
--A solas?
--Mm?
--Can.
--Mm?
--Can, Can, Can es de día--dijo levantándose como un cohete.--hemos pasado toda la noche juntos. Como pasa, el tiempo. No lo entiendo.
--Espera. Te apetece, un te?
--Un te? Tienes, te? No, no hay tiempo para eso. Dije 5mn, y he estado toda la noche. Tengo un bolso. Dónde está mi...
--Aahh-- dijo él, al caerse de la hamaca con el balanceo.
--Oohh. Estás bien?
--Síii.
--Nos vamos, luego--dijo echando a correr.
--No te preocupes. Hasta luego.
--Hasta luego.

 Soñando Contigo Where stories live. Discover now