Capítulo 16

518 47 10
                                    

Capítulo 16

[Cookie]

Abrí lentamente los ojos, encontrando frente a mí a Namtan que aún sigue dormida, continuo observándola, me siento extraña, no sé porque nos besamos, no lo entiendo, tan solo quisiera regresar el tiempo y que no hubiera pasado. Solo fueron besos… pero son besos, ¡besos! ¿Estaba tan ebria? ¿Por qué lo hice? A mí me gustan los hombres.

[Mixxiw]

Siento pesadez en mis párpados pero aún así no sé porqué deseo abrirlos, suspiro al conseguir abrirlos un poco, la habitación está un poco oscura, tiene las cortinas cerradas, estoy acostado con Earth, en su cama, debajo de sus sábanas, ambos acostados de lado, Earth me tiene abrazado, pegado a su cuerpo, mi espalda contra su torso, su entrepierna contra mi trasero, su brazo sobre mi cintura con algo de fuerza como si se aferrara a mí, y su otro brazo debajo de mi cuello. Yo sólo… solo vuelvo a cerrar los ojos, regresando a los brazos se Morfeo.

[First-fh]

Abrí lentamente los ojos, estoy en una habitación que no conozco, una cama que no es mía pero es tan amplia que se siente delicioso. Estoy acostado boca abajo observando la habitación, tiene un toque de lujo, no lo sé. ¡Maldición! Me arrodille en la cama, está vez mirando con algo de miedo alrededor de mí. ¿Cómo termine aquí? Mis manos están asegurándose que mi cuerpo esté bien, está ropa no es mía, es una pijama, un pantalón de cuadros color azul con gris, una playera azul, me queda algo grande. ¿Tuve sexo? ¡No lo sé! Me siento tan desesperado que no sé en qué momento mis manos comenzaron a alborotar mi cabello. Escuché ruido de afuera de la habitación, me baje de la cama, caminando descalzo, abrí la puerta, algo temeroso seguí caminando hasta llegar al comedor y ver en la cocina al profesor Nat. Me quedé inmóvil observándolo, está frente a la estufa preparando no sé que, está usando una playera blanca y un pantalón de pijama color beige.
—despertaste — comento al verme, se giró para mirarme de frente pero mi mirada se quedó en su entrepierna, se le ve como si no usará ropa interior o como si su tamaño fuera exagerado. — Ven, vamos a desayunar. — Su voz me obligó a dejar de verlo, camine a sentarme en el comedor, el Profesor Nat puso dos platos con comida en la mesa, uno frente a mí y el otro frente a él. Mi mirada se centro en sus labios, tiene una mordida. ¡¿Me acosté con él?! — no paso nada — supongo que mi cara de pánico delató lo que estaba pensando. — Te encontré fuera de un bar, estabas muy mal. Te drogaron, deberías reportarlo.
—no— respondí rápido. Maldición, eso quiere decir que yo me tomé la droga que era para Earth. ¿Cómo diablos paso eso?
—come — asentí comiendo un poco, sonreí en agradecimiento aunque no puedo evitar mirar la mordida en su labio, las marcas en su cuello.
—yo… — él asiente como si supiera la pregunta que estoy formulando en mi mente.
—parecía imposible controlarte
—lo siento
—yo lo sé. No te preocupes. No sé dónde vives y tampoco conozco a tus amigos, así que te traje aquí.
—gracias… Profesor — él asiente, ambos continuamos comiendo pero no sé que me pasa, siento mi respiración ligeramente agitada, observando hasta el mínimo detalle que hace el profesor Nat, sus manos, sus venas, su torso, su entrepierna, estoy sintiendo calor. Él está hablando pero no tengo idea que dice yo no puedo dejar de mirarlo. ¡No puede ser! Sentí un espasmo en mi pene, desvíe la mirada asustado, no sé cómo mi mano aplicó tal fuerza en el vaso de cristal que lo acabo de romper, mi mano comenzó a sangrar.
—Firstfh, ¿estás bien? — el profesor se puso de pie, tomando mi mano, yo solo lo estoy mirando a él, su preocupación me parece interesante, varonil. — Ven — me jala de la muñeca obligándome a levantarme, me lleva al fregadero lavando mi mano pero la sangre sigue brotando, claro que duele. El profesor Nat seco mi mano pero la sangre sigue saliendo, me puso un paño llevándome a la sala, sentándome en el sofá. — Espérame aquí — no sé que me sucede, parece que mi mente está en blanco y mis ojos solo quieren mirarlo a él.

¡M#%&d@! Enamórate de míWhere stories live. Discover now