19. 𝐌𝐨𝐫𝐭𝐢𝐟𝐚𝐠𝐚?

Comenzar desde el principio
                                    


- Ya está hecho, ahora eres una de los nuestros, Parker.

-Bien.. Ahora quiero a mis padres- le digo a quien ya saben tratando de ocultar el dolor que sentía en todo mi cuerpo.

- ¡Colagusano! Trae a.. nuestros prisioneros- le ordena Voldemort.

Veo como el ya nombrado trae consigo a...
¿Dos cadaveres?

No puede ser...

-¡Usted es un maldito monstruo! ¡Me engaño!- digo y procedo a sacar mi varita para apuntarle.

- Tus padres fueron unos ineptos que no supieron comportarse. Ayer por la noche trataron de escapar pero con suerte logre atraparlos y darles su merecido castigo.

Siento como las lagrimas caen por mis mejillas, todo esto era mi culpa.

-Eres una joven fuerte Parker, la vida te deparará esta clase de cosas y tu debes seguir con la frente en alto- me dice aquel monstruo- Nunca he tenido esta clase de tratos con los míos, pero creo que tu lo mereces, tienes el valor suficiente.
Te propongo ser mi mano derecha, juntos lograremos cosas increíbles..- trata de decir Voldemort pero lo interrumpo.

- ¡JAMÁS!- digo para luego salir corriendo y desaparecer con un translador.

***

Quedaban algunos días de vacaciones de navidad y no tenía a donde ir.

Mis padres muertos y mis amigos ni me hablan.

Solo me quedaba un intento.

Fui directo a la casa de Hermione, en el mundo Muggle. Luego de unos minutos esperando en su puerta, finalmente me abrió.

Al verme en tan mal estado y llorando no dudo en salir a abrazarme e invitarme a entrar a su casa.

Estuvimos un par de minutos en silencio en su habitación hasta que decidió ser la primera en hablar.

- Jaz, no pretendo que me cuentes que ocurrió, pero quiero que sepas que puedes confiar en mi- me dice sincera.

- No sabes cuantas ganas tengo de contarte... pero simplemente no puedo- le digo llorando nuevamente.

- Tranquila, ¿Tan malo fue lo que ocurrió?

- Fue terrible.

***

Luego de unos días, finalmente debíamos regresar a Hogwarts.

Sabía que sería incomodo estar en el mismo vagón que Hermione, ya que sabía quienes estarían allí, por lo que no tuve más opción que ir a sentarme con la única persona que podría entenderme ahora.

- Draco, puedo sentarme aquí?- le digo golpeando la puerta de su vagón.

En estos momentos no quería verlo, pero tenía dudas que solo él me ayudaría a resolver.

- Por supuesto- me dice- muchachos, largensen- dice esta vez a sus dos grandulones amigos.

Luego de que se fueron comenzamos a hablar.

- Jaz, en mi casa no tuve oportunidad de decirte, pero realmente lamento lo de tus padres, se cuanto los apreciabas- dice sincero apoyando su mano sobre la mía.

- Gracias, pero no necesito disculpas ahora, Draco. Necesito saber si existe alguna posibilidad de que no haga mi tarea asignada.

- Lamentó decirte que no, una vez que... el señor tenebroso te da una orden, no tienes más remedio que cumplirla. Sino, no solo te torturara a ti, sino a todos los que más te importan.

- Bien- le digo decepcionada- pero hay algo que todavía no entiendo.. ¿Por qué ya sabes quién te castiga a ti?

- Por mi padre, el año anterior rompió la profecía que decía que conexión tiene Potter con él, por lo que de castigo me mandó a arreglar aquel armario evanescente en la sala de menesteres, por allí los nuestros podrán introducirse en Hogwarts y ayudar con tu misión- me dice Draco.

- Es un monstruo..- digo furiosa- ¿Y como me prepararás para cumplir mi ... misión?

- Eso lo verás al llegar a Hogwarts- dice Malfoy y procede a acurrucarse junto la ventana del vagón para dormir.

Aprovecho que él está dormido para intentar ir a hablar con Hermione.

- Herms, ¿podrías venir un segundo?- digo presentándome ante el vagón donde se encontraban mis antiguos amigos y ... ex novio.

- Si, claro, ¿Pero segura que no quieres venir aquí un rato?- me pregunta Hermione.

- No, prefiero que no- digo cortante.

***

Luego de una o dos horas el tren llegó a Hogwarts y me dirigí directamente a mi sala común.

Ya era tarde y la mayoría de los estudiantes de Gryffindor se habían ido a la cama, por lo que decidí ir a la mía de igual manera.

Estaba subiendo las escaleras cuando alguien me toma del brazo y me hace bajar.

- Siento que esta sea la forma, pero debemos hablar ¿No lo crees?- me dice Harry Potter.

- No tengo nada de que hablar contigo, Harry- digo tratando de no mirarlo.

- ¿Nada? Jaz, desde hace meses que ignoras a todos, especialmente a mi, y solo te juntas con los de Slytherin. Llámame loco, pero se bien que algo malo te está ocurriendo- dice y trata de tomarme del brazo pero grito al sentir dolor.

Oh no.

La marca tenebrosa me estaba ardiendo como nunca.

- Siento esto Harry, pero no puedo volver a hablarte- digo para darme vuelta y subir rápido hacia mi habitación, pero él me vuelve a tomar del brazo, grito nuevamente del dolor.
- ¡DÉJAME EN PAZ!- le digo y veo como se sorprende por mi reacción.

Finalmente salgo corriendo y logró llegar al cuarto.

Ya no podía ni siquiera estar cerca de él, esto si es verdaderamente un castigo.

Llegó a mi cama y me encuentro una nota sobre ella:

" Mañana. 4 pm. En la Sala de Menesteres.

No faltes,

DM"

***

¡Hola a todos!

Espero que les haya gustado este nuevo capítulo

Comenten si quieren otro💞

 𝑴𝒊 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝑮𝒓𝒚𝒇𝒇𝒊𝒏𝒅𝒐𝒓 [Harry Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora