Un futuro mágico inesperado -Tercera Generación-

Capítilo 10: Sagitta Malfoy

- ¿Cómo?

-Estuviste junto con el abuelo un año en Azkaban-Narcisa lanzó un grito ahogado por la noticia. -Saliste y fuiste directo a terminar tú último año del colegio, pero tu mente y animo estaban en otra parte estabas cargado con muchos demonios y eso te hizo tener pensamiento sumamente sombríos, incluso estuviste a punto de renunciar a tu magia.

-Caíste en un pozo sin fondo que en cualquier momento te iba a llegar a la muerte-secundo Scorpius a su hermana. -Una noche mamá te salvo de hacer una idiotez y como no tiene nada de terca se le metió entre ceja y ceja sacarte de ese pozo, y como tú nos sueles decir, "me saco de ahí a punta de crucios en el trasero", y obviamente lo hizo, a la vez que te enseño ver el mundo como ella lo veía que dio como resultado que terminaras babeando por ella.

Draco esta impresionado por lo que le contaban sus hijos y eso solo hacía que su deseo por saber quien seria su esposa en el futuro sería una gran mujer que le ayudaría muchísimo y que daría dos hijos maravillosos. Ahora entendía el estado en que se encontraba en el recuerdo de su hijo. De repente su mirada se topo con un mirada marrón claro, pero la retiro enseguida sin lograr percatarse del parecido de esa mirada con la de su hijo mayor.

- ¿Quiénes son tus padrinos? -pregunto Theo, si o si debía ser uno de ellos, no por nada eran el cuarteto de plata.

-Son tío Blaise y su lindísima esposa-contesto con una reluciente sonrisa.

-Por lo menos me diste una ahijada guapa-bromeo Blaise dándole un golpe en el hombro a su amigo.

- ¿Por qué encuentro que algo no encaja en tu aspecto? -pregunto Hermione algo curiosa, muchos agradecieron que se atreviera a preguntar eso que muchos habían notado. Los del futuro intercambiaron miradas nerviosas.

-Eso es porque este no es mi color original de cabello- contesto Sag agitando su larga cabellera. A su familia quedo sumamente sorprendido. -Herede los ojos de mi abuela y el cabello de mi madre, por ende si lo mostraba tal cual todos se iban a dar cuenta quien será la futura señora Malfoy.

- ¡Igual te ves guapísima! -grito Nique.

-Gracias, si lo sé, Roja de mi corazón-le lanzó un beso.

-Me voy a poner celosa-dijo Phoenix y una encapuchada a la vez, haciendo negar a Reg, Ted y a Scorp, mientras Bruce se carcajeaba.

-Como se dieron cuenta mis mejores amigas son Nique, Phoenix y otra que aún no se presenta-las nombradas se pararon saludando con la mano. -Ahora mi recuerdo, el cual obviamente esta modificado para que no se vea mi verdadero color de cabello. Recordatio Revelio.

Se veía un gran jardín, el cual se veía una Sagitta de unos 8 años leyendo en una escalinata, pero de vez en cuando alzaba la vista para ver como su padre instruía a su mellizo en un movimiento de la escoba. Su mirada azul se topo con el vendaje que su papá usaba en el antebrazo izquierdo, rara vez lo había visto, pero esta vez Draco llevaba las mangas de su camisa remangadas. La curiosidad le pico ¿Por qué la usaba? Su mira se desvió hacia la terraza donde su abuela tomaba una taza de té. Se levanto y se dirigió hacia allá, Narcisa al ver a la pequeña sonrió.

- ¿Qué sucede, Sagitta? -pregunto Narcisa al verla con el ceño levemente fruncido y con su pequeña nariz arrugada, señal clara que tenia algo dando vueltas en su cabeza.

- ¿Por qué papá utiliza un vendaje en el brazo izquierdo? -pregunto directa y concisa. A Narcisa se le borro la sonrisa.

-Es un tema delicado, tesoro-suspiro. -Espera que tu padre se desocupe para preguntarle directamente a él.

-Está bien, abuelita-acepto sentándose frente a la señora Malfoy, mientras una elfa, con un lindo y elegante uniforme, le servía una taza de chocolate caliente.

El escenario cambio mostrando una espaciosa recamara que tenia un gran estante con libros, juguetes y muchos peluches de animales, sobre todo de hurones, y un escritorio, pero lo que predominaba ahí era la hermosa cama con dosel de roble blanco, donde se encontraba Sagitta leyendo un grueso libro en total concentración, la cual fue interrumpida por el ruido de la puerta abrirse.

-Deberías estar durmiendo, señorita-la voz de Draco sonaba dulce. Su pequeña era uno de sus grandes tesoros.

-No tenia mucho sueño, papi-explico la niña cerrando el libro. Su padre se acerco para acobijarla. - ¿Te puedo hacer una pregunta?

-Por supuesto que si-tomo asiento al lado de su hija.

- ¿Por qué usas un vendaje en el antebrazo? -Draco le sorprendió la pregunta e internamente maldijo que su princesita hubiera heredado la curiosidad de su esposa.

-Es porque tengo una horrible marca a causa de malas decisiones que tome-contesto acariciando el cabello de su hija.

- ¿A causa de qué?

-Bueno, en la segunda guerra desgraciadamente estaba en el bando de los malo debido a los prejuicios puristas que tenia la familia Malfoy por generaciones.

-Entonces, ¿fuiste un Mortifago? -la niña estaba muy sorprendida.

-Sí, lo fui-una mirada triste cruzo en el rostro del rubio. -Así que aun tengo la marca y verla solamente me trae malos recuerdos-la niña asintió comprendiendo.

- ¿Qué piensa mamá de esto?

-Tu madre es la mujer más buena y valiente que conozco, me perdono todos mis pecados y acepto compartir su vida conmigo-sonrió levemente. -Nunca le molesto mi marca, y como sabes a ella no le molesta mostrar la que ella tiene, así que espera que algún día decida dejar de taparla-inconscientemente toco su antebrazo donde tenia esa desagradable marca, la cual con el paso del tiempo había perdido color ahora mostraba un color gris, pero aun seguí ahí, atormentándolo.

-Mamá es muy inteligente-dijo la niña sonriéndole a su padre.

-Y tu heredaste su inteligencia-una sonrisa de orgullos tomo lugar en el rostro del Slytherin.

-Una vez escuche a mi mamá decirle a mi madrina que eras tan valiente que deberías haber ido a Gryffindor-su padre bufo divertido. -Creo que tiene razón, eres muy valiente, papi.

Las palabras de su hija conmovieron profundamente a Draco Malfoy haciendo que diera gracias a Merlín por el momento que se enamoro de su esposa, quien le dio sus razones de vivir. Carraspeo tragándose la ganas de soltar algunas lágrimas.

-Mejor duerme, mi princesa-dijo levantándose. -Buenas noches-le beso la frente.

-Buenas noches, papi-dijo acomodándose en la cama y cerrando los ojos.

El recuerdo se desvaneció dejando a todos en silencio. Muchos sabían o esperaban que Malfoy fuera un mortifago, pero que se hablara tanto de ello les impresionaba, mientras el príncipe de Slytherin se estaba muriendo de la vergüenza estaba seguro de que sus hijos querían matarlo. Narcisa y Lucius miraban a su hijo con un escondido orgullo, a pesar de los errores que cometieron e iban a cometer como padres se veía que Draco iba a ser un padre.

- ¿Qué marca tiene tu madre?-pregunto Draco preocupado recordando ese detalle.

-Durante la guerra Bellatrix la atrapo y la torturo-contó Scorpius al ver que su hermana se quedo muda. -Con su cuchillo le gravo "Sangre Sucia" en el brazo.

Se escucho mas de un grito ahogado por la monstruosidad que habían relatado.

-Mamá nunca oculta su cicatriz, siquiera en el trabajo-dijo Sagitta. -Dice que jamás se avergonzó de ser una nacida de Muggle y que esa cicatriz muestra que lucho para que el mundo se libere de eso prejuicios absurdos.

Draco asintió comprendiendo, cada vez más sentía más admiración por la mujer que iba a ser su esposa.

-Creo no hay más preguntas-dijo Sagitta al ver que nadie abría la boca. -Falta por mencionar que mi patronus es una cierva. Adiós, que pase el siguiente.

De un salto se bajo de la tarima y tomo rumbo, para la sorpresa de muchos, hacia la mesa de los leones donde abrazo a sus amigos, además de saludar a Lupin, Tonks, Sirius Y Andrómeda, pero hizo algo que sorprendió a más de uno, le dio un fugaz beso en la mejilla tanto a Harry como a Ginny, a la vez que le guiñaba un ojo a Hermione. Todos con la boca abierta vieron como tomo asiento entre su papá y su hermano como sino hubiera hecho nada del otro mundo.