sʜᴏʀᴛ sᴛᴏʀɪᴇs [ᴛʏsʜ;;]

Dress

Y o u a r e p e r f e c t
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No podía verse más perfecto, era imposible. Es más, la definición de perfección debería ser "Joshua Dun"
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Tysh

Josh acababa de volver del centro comercial junto a su madre y la ayudaba a cargar algunas bolsas dentro de casa. Habían tendió un lindo día, compraron ropa, comieron en un restaurante y terminaron por comprar un pomo de helado que compartirían con Jordan.

— Subiré esto primero – aviso Josh mientras tomaba las bolsas de ropa, escuchó a su mamá decir que estaba bien, subió las escaleras a brincos y corriendo por el pasillo hasta llegar a su habitación, dejando todas las bolsas sobre su cama.

Sonrió al mirarlas y sin poder esperar saco todo de estas, primero miró su nuevo overol, después saco un suéter bordado color amarillo, algunos pantalones nuevos y dos camisas; y por último un vestido. Su madre lo había convencido de comprar ese porque en verdad le gustaba como se veía, era largo, unos dedos arriba de los tobillos y con un lindo estampado floral, tenia botones y era color rojo. Lo miró con una sonrisa para después ponerlo delante de él y mirase frente al espejo.

— Es muy lindo – hablo su hermano Jordan desde el marco de la puerta, haciendo que su hermano menor sonriera.

— ¿Verdad que si? – preguntó alegre, mientras estiraba el vestido hacía su hermano.

— Si, lo es, se te va a ver increíble – le revolvió el cabello a su hermano para después salir de la habitación.

Josh sonrió en grande, Jordan era su hermano mayor y siempre lo había apoyado en todo al igual que su madre... nunca conoció a su padre así que no podía decir nada de él, pero no lo necesitaba, con solo tener a Jordan a su madre y a Tyler, todo estaba bien. Su madre y Jordan lo apoyaban siempre, cuando salió del closet lo aceptaron completamente y tiempo después aceptaron su relación con Tyler, aunque su hermano lo sobre protegía aveces.

Guardó su ropa en sus cajones y colgó el vestido en su closet, para después doblar las bolsas y meterlas en uno de los cajones donde ponía todo lo que no necesitaba. Abrió la ventana de su alcoba y asomó su cabeza por esta, miró a sus vecinos caminar por la calle y algunos niños jugando. Escuchó sonar el teléfono en la planta baja de la casa y después a su mamá gritando su nombre.

— ¡Josh, es Tyler! – grito su madre desde el comienzo de las escaleras, provocando que el rizado diera un salto en su lugar para salir corriendo escaleras abajo, casi tropezando en el último escalón, salto al sillón y tomó el teléfono entre sus mano, tomando con la otra el cable del mismo.

— ¿Hola? – hablo Josh, esperando la respuesta de su novio.

— ¡Josh! ¿Cómo está el amor de mi vida? – hablo meloso el contrario, haciendo que las mejillas de Josh se tiñeran de un leve rosa y una risita saliera de sus labios.