NIVEL [017]

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🚩Empujar, Jalonear🚩
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– Espera, voy por más botana, ¡No tardó! – El lobo morado se levantó de su silla de jardín, corriendo a la carpa dónde se hayan los alimentos, dejando a su compañera esperando sentada en el suelo, enzima de una manta.

– Tsk, lo que me faltaba... – dió un largo suspiro, algo que odiaba tanto era esperar, su límite de paciencia era muy limitada, esto era muy reconocido en Onomadek, incluso no lo solia negar, pero no le gustaba aclararlo siempre.

La loba rosada se recostó recargando sus patas entre su cabeza, contemplaba el cielo azul y al mismo tiempo se refrescaba con el cálido aire. Se sentía algo sola últimamente, desde que Eepop decidió vivir aquí, el circo se mantenía más callado, Mami no era alguien que le gustará convivir con las personas, siempre con esa postura sería y sin pizca de sentimiento alguno. Onomadek en la mayoría de sus días solo se limitaba a estudiar trucos de magia o pulir sus preciadas bombas

Todo eso completamente sola.

Como odiaba eso.

Sin tener atención alguna sobre ella.

Su única salida de ese infierno que la consumía poco a poco era estar en contacto con la única persona que, hasta ahora, no se comportaba como un idiota ni la evitaba, Kedamono. Tenía que admitir que a sus ojos, él era una decepción y desperdicio de lobo, solo unas pocas veces lo vio enojado con su compañero, pero nunca pasaba a de una sola pelea, no tenía el valor de sacar ese instinto salvaje que los caracterizaba, era una lastima.

Movió la cabeza de un lado a otro volviendo a su realidad, soltó un gruñido al ver que el lobo aún no regresaba. Está se incorporó nuevamente sentándose, apoyando su pata con su rodilla, vio todo en su alrededor, si no fuera por que este lugar era aún más colorido, pensaría que seguiría atrapada en su línea de tiempo.

Todo siendo tan silencioso...

Una figura familiar se formó a lo lejos, parecía ir muy rápido y de forma brusca, algo no andaba bien así que decidió levantarse e ir a inspeccionar por su cuenta. Camino de forma lenta, la figura ahora era más reconocible, pero ahora no solo era una, sino dos.

– ¿Qué coño?... – murmuró al ver mejor lo que ocurría, se sintió algo confundida al ver que la "pareja perfecta", como solía describirlos todos, ahora se encontraban en medio de una pelea, pero está vez, el más alto solo la arrastraba de una forma nada linda hacía adelante, alejándose del circo.

– ¡Popee por favor! ¡Suéltame, me lastimas! – la chica gritaba y trataba de una forma inútil liberarse. Esta misma solo podía cerrar los ojos y llorar, su cuerpo temblaba, su mente no podía responder bien al estar tan asustada. A este punto nada podría ayudarla

Y nadie en verdad lo haría...

¿O sí?

– ¡Oye, intento de furro barato! – la voz gritona de Onomadek llamo la atención de ambos jóvenes, una quedó completamente sorprendida al ver a su compañera de nuevo, pero en cambio, el rubio solo la miro enojado por aquel comentario hacía él.– La verdad es que no me sorprende tanto esto... Ya sabia que los dos era unos completos imbéciles para llevar una relación, jajaja–

– Puedes ¡Callarte! – A Popee le irritó escuchar la fastidiosa risa de la loba rosa, pero aún más lo que había dicho momentos antes, ya había recordado porque se alejo de Onomadek.– Esto no es asunto tuyo y deja de molestar ¡porque aquí mando yo!–

Todos se quedaron en silencio por un segundo, eso hizo entender a Popee que no tendría más problema y seguido con lo suyo. La máscara de Onomadek cambio a una sorprendida al ver como el rubio empujó a su novia de manera violenta haciendo que cayera al suelo, apretó sus puños con todas sus fuerzas mientras que cambiaba de máscara a una molesta, comenzó a caminar hacia ellos pero algo la tomo del hombro.

– No vale la pena Onomadek... – una voz suave se escuchó detrás de ella, volteo la vista encontrándose a Kedamono con una máscara sin expresión alguna.

– ¿Vas a dejar que la traten así? – gruño enojada y volteo para enfrentarse al que tenía enfrente ahora, el lobo solo bajó la mirada sin decir ninguna palabra, soltó una risa nasal y comenzó alejarse– Pensé que eras diferente Kedamono... Que decepción.–

El lobo morado solo se quedó ahí, vio como Popee se alejaba de su novia, dejándola en el frío suelo, y ahora Onomadek a él lo dejaba solo.

Tal vez tenía razón.


Tenía que hacer más por su amiga, tenía que ayudarla y sacarla de ese sufrimiento.

Pero él también tenía miedo.

Popee poco a poco fue controlando a todos en su alrededor, pero Onomadek no se quedaría atrapada en su juego, no le importaba hacer lo que sea para darle a entender a ese idiota que estaba cometiendo un grabe error al meterse con los suyos.

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2ᵈᵃ Oportunidad࿐ ࿔ ⁞ Popee x Eepop [PAUSADA]Where stories live. Discover now