Sonrió divertido y se acercó a sus cajones con ropa, sacando varias túnicas tanto interiores como exteriores, tomando algo de hilo de Lan Zhan, una aguja y unas tijeras. Varias veces había visto a su Shijie en el pasado hacer aquello, por lo que no dudó ni un poco en que sus habilidades fueran al menos suficientes para poder hacer una túnica simple que pudiera portar al menos hasta que su esposo llegara y pudiera bajar a la ciudad para comprar ropa nueva y provisional.

El efecto duraría sólo un par de semanas, no iba a ser nada que necesitara de muchas cosas, sólo algo de ropa de su talla y un par de botas nuevas, después se desharía de ellas.

Todo parecía simple y fácil, aquello iba a acabar pronto.

Y ya se sentía como el infierno cuando llevaba una hora desnuda en medio de la habitación con prendas a su alrededor rasgadas o mal tejidas, producto de su poca habilidad.

¡Por todos los cielos! ¡Su Shijie hizo parecer por años aquella tarea la más sencilla del mundo! Y él, que podía volar en espadas, atacar fantasmas y estar hasta con sus intestinos de fuera, ¡No podía coser un inservible vestido para su nuevo cuerpo!

Y eso no era todo.

Oh, claro que no, sino no se llamaría Wei WuXian por nada.

¡La habitación de su esposo era un desastre y él no iba a limpiar eso! Agujas tiradas en el piso luego de que intentó abrir un pomo de bambú que las contenía, pedazos de tela hasta por sobre el escritorio de su esposo, los restos de cuatro túnicas exteriores a lo largo del suelo de madera, pequeñas bolitas de hilo que se le enredaron y simplemente no pudo deshacer y sólo las cortó.

¡Y sus dedos estaban llenos de pinchones!

Eso le molestaba y le hacía sentir extrañamente enojado y con ganas de llorar de un momento a otro, terminando solamente de rasgar con fuerza la prenda que estaba entre sus manos de puro coraje.

—Esto definitivamente es un desastre, Lan Zhan va a matarme —sus labios rellenos hicieron un puchero notable, sintiendo cómo algo comenzaba a picar en la esquina de sus ojos, tirándose hacia atrás en la cama para estar boca arriba, tallando sus ojos plomo con frustración.

Quería llorar y eso realmente nunca le había pasado antes, pero no podía contenerse.

El sólo quería que su esposo llegara ya y pudiera mimarlo, sólo quería tener su todos los días ya, ¿eso acaso era tan difícil?

Al parecer no, porque en cuanto sus pensamientos terminaron, antes de que otros nuevos surgieran, la puerta de la habitación fue deslizada con fuerza, produciendo un ruido alto del choque de la madera que le hizo dar un brinquito, sintiendo sus ojitos brillar cuando su mirada cayó sobre la limpia y perfecta imagen de la persona que más amaba en ese mundo.

Lan Zhan, Lan WangJi, Hanguang-Jun.

Él estaba ahí ya, tan lindo y con esa expresión en blanco que dejaba ver más de lo que creía.

—¡Lan Zhan!

—...¡Tú!

Se levantó sobre sus codos y miró con felicidad al mayor, quien, hasta ese momento, notó que tenía una mirada descolocada, sus lóbulos estaban rojos y sus manos estaban apretadas a su costado.

Oh, no estaba feliz.

De hecho, estaba furioso.

Bueno, eso jamás detuvo a Wei WuXian, jamás. Y hoy definitivamente no era el día, porque definitivamente no iba a dejar pasar la oportunidad de molestar a su esposo cuando él se atrevió a dejarlo ahí solo por quién sabe cuántas horas, pasando frío con su cuerpo vulnerable y con frío mientras no tenía prendas para vestir ni zapatos para calzar.

From Talismans to Blessings {°WangXian°}Where stories live. Discover now