El fin de los tiempos.

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"Canciones, poemas e historias fueron pasando de generación en generación por los vikingos. Profetizaban el fin de los tiempos, el Ragnarok. Un evento que traería con él el fin de la existencia. El culpable de que esto suceda sería el dios de los engaños, Loki. Un enfrentamiento entre dioses y seres celestiales se llevaría a cabo durante el Ragnarok. Dicho enfrentamiento acabaría con la vida de muchos dioses, y también con Yggdrasil, el árbol que da vida a los 9 reinos. La muerte del "árbol de la vida" acabaría con el evento y con la vida misma."

Me encuentro sentado junto a mis hermanos. Escucho las historias de los guerreros y guerreras. Todos juntos en el Valhalla, el salón de los caídos. Todos sabemos que estas historias, este festín, ni siquiera la hidromiel es eterna. Pero disfrutamos tanto como podamos antes de que llegue el momento que hasta a los dioses les preocupa, el Ragnarok, el fin de todos los tiempos. A mi lado se encuentran dos de los vikingos más famosos, Ragnar Lothbrok, el mayor guerrero de los vikingos; y su amante, la gran escudera, Lagertha. Me cuentan historias de cómo se enfrentaron a guerreros creyentes de un falso dios. Me dicen que les resultó fácil derrotar a esos "caballeros de papel".

El festín es interrumpido por un cuerno sonando y el canto del Gullinkambi, el gallo perteneciente al Valhalla . Escuchamos el Gjallarhorn y todos sabemos lo que significa. Parece que Heimdal ha tocado el cuerno anunciante del fin. Las puertas del Valhalla se abren y vemos a la serpiente Jörmundgander, Hela y Fenrir junto a su padre, el dios de los engaños, Loki. Junto a él se encuentra un ejército dirigido a Asgard. Mis compañeros de tragos se preparan para luchar contra los muertos liderados por Hela, dirigiéndose hacia nuestro salón. La batalla comienza y los vikingos me demuestran por qué fueron nombrados como los mayores y más despiadados guerreros de Midgar. Los muertos traídos del Hel no son oponentes para nosotros. Es fácil avanzar a través de este ejército de condenados.

Avanzando comenzamos a notar el fragor de la verdadera batalla. La batalla que acabará con todo. Vemos al demente Loki, asesinando al gran Baldur, aquel al que solo el muérdago puede matar. Nos matará a todos y a todo. A lo lejos se ve al Padre de todo, dirigiendo a los Aesir contra los gigantes del demonio de fuego, Surtur. Thor y sus hermanos combaten con fiereza contra las tropas interminables de Loki. Vemos a Fenrir, el lobo, yendo a atacar por la espalda a Vidar, el dios entre los Aesir. Desencadenan batallas feroces. Todos ellos, nadie sobrevivirá.

Debo admitirlo, tengo miedo de lo que pueda llegar a pasar. Ver a todos estos guerreros combatir con tropas interminables con tal fiereza. Es simplemente asombroso. Saber que es su fin y combatir sabiendo que no habrá mañana. Veo a lo lejos a Vidar y a Fenrir, saben que uno de los dos caerá, y ninguno piensa que va a ser él mismo. El dios entre los Aesir tiene más experiencia en combate que el hijo lobo del dios corrupto. Una pelea intensa lleva a la muerte de este último. Vidar sale victorioso, pero queda exhausto y dudo que pueda pelear por mucho más, Decido acercarme a él y mantenerlo seguro. Pero una cola enorme que aparece de repente obstruye mi paso. Se trata de otro de los hijos de Loki, Jörmundgander, la serpiente que dará una digna muerte para el dios del trueno e hijo preferido del padre de todo, Thor. La batalla entre una serpiente gigante y uno de los dioses más fuertes, es más intensa de lo que podría haber imaginado. Ver al dios de los truenos caer nos dolerá mucho, pero con él se llevará a la serpiente maldita. Veo una oportunidad de pasar y dirigirme a Vidar. Me acerco a él y derribo algunos guerreros enemigos para no parecer un inútil y que no se note mi miedo. Ver tantos guerreros caídos conocidos me genera dolor y angustia. No debería pensar mucho en este momento crucial para la vida del gran Vidar.

Llego a él y le pregunto cómo se encuentra. Me corre y se levanta para seguir combatiendo. Lo admiro, a decir verdad. Me preparo para pelear sin piedad. Miro detrás de mí. Entre tantos cadáveres veo resurgir uno, de un lobo gigante y despiadado. Clava sus garras en la espalda del moribundo Vidar como venganza, pero esto lo deja gravemente herido, no lo mata. Tras ver esto, Odin da un grito y se acerca a Fenrir con su lanza. Ambos desencadenan una feroz batalla en la que participa de nuevo el gran lobo. El lobo tiene gran ventaja contra el Padre de Todo, realmente tengo miedo del resultado de la batalla. Me acerco a socorrer a Vidar de nuevo. Me dice que ayude a su padre a ganarle al maldito. Nunca pensé tener que ayudar al padre de todo a ganar una batalla. Me quedo congelado. Los pocos segundos que yo demoro en reaccionar le cuestan la vida al padre de todo. Lágrimas salen de mis ojos al ver a Odín siendo devorado por el lobo, Fenrir. Aprovecho la distracción para clavarle una estocada mortal. Lo logró. No puedo creer que mi espada fue la asesina del asesino del dios mayor. Podría haberlo salvado. Soy un idiota.

Ragnar me tira al piso, tratando de correrme para no ser aplastado por la serpiente Jörmundgander. La serpiente cae muerta, a la distancia se ve al gran thor. El destino ya escrito del dios se vuelve real, y cae muerto. A medida que todo sucede, esto duele cada vez más. ¡Malditos sean los que dictaron nuestros destinos! Iré a buscar a Loki y acabaré con todo esto. Avanzo hacia Vigrid y lucho con una fiereza nunca antes vista por mis compañeros. A partir de ahora lucharé sin miedo, asesinaré a todos aquellos que se interpongan en mi camino hacia Loki.

Tras muchas muertes a manos de mi espada lo veo, luchando con Heimdal. Parecen haber estado luchando incansablemente. Veo que ambos están dispuestos a dar el golpe final. Trato de llegar antes de que Loki mate al guardián de los dioses, pero no lo logro. Ambas espadas se clavan en el cuerpo de su rival y ambos caen al piso. Ver otra muerte provocada por Loki me hierve la sangre, pero ver su cadáver me alegra. Sin embargo, parece que no puedo celebrar mucho. El demonio Surtur está matando a los Aesir y nadie puede pararlo. Está quemando todo a su paso. Quema las raíces de Yggdrasil, el árbol que da vida a los 9 reinos. Estamos acabados, solo es cuestión de tiempo. Estoy dispuesto a seguir matando enemigos antes de morir. Así moriré. Es el fin, pero me llevaré a tantos como pueda. Fue un honor luchar junto a estos honorables guerreros venidos de diferentes mundos. Adiós, amigos.

El fin de los tiemposWhere stories live. Discover now