Wakabayashi Genzo. / Mishel.

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✨🌙 Risa Angelical y Sudadera Rosa. 🌙✨

— ¿Nani?

— Como lo escuchaste. — repitió con fastidio mientras le daba un mordisco a su hamburguesa. — Wakabayashi se cambió de colegio porque es muy “prestigioso” para una escuela pública.

— No puede ser. — rodó los ojos. — Primero tengo que soportarlo compitiendo por ser el mejor portero ¿Y ahora viene a estudiar en el mismo colegio? No puede ser peor.

— Si puede ser peor. — el oji-avellana alzó una ceja. — Estudiará en el mismo salón que nosotros.

— ¡No puede ser! — golpeó la mesa con su puño causando que ésta se partiera por la mitad. El moreno atrapó la comida en el aire con los ojos bien abiertos. Todos a su alrededor lo miraron entre asombrados y temblorosos. — ¡¿Que miran, chismosos?! ¡¡Vuelvan a sus asuntos!!

Todos hicieron caso.

— Oye, si hubiera sabido que te ibas a poner así de furioso hubiera empezado por contarte que Alicia también viene. — el peli-largo abrió los ojos de par en par y un pequeño sonrojo se asomó en sus mejillas.

— ¿N-nani? — susurró perplejo.

— Así es. La HERMANA de tu archi-enemigo viene para acá a estudiar. — se levantó aún con ambas bandejas en sus manos y empezó a caminar. — Vámonos antes de que nos culpen por el desastre que causaste.

Wakashimazu tomó ambas partes de la mesa y las llevó afuera para luego tirarlas al contenedor de basura, no sin antes amenazar a todos con la mirada de que si hablaban estaban muertos.

Lo que no sabían es que una chica había escuchado la conversación, su rostro estaba cubierto por un libro de Historia tratando de ocultar su gran sonrojo y pequeña sonrisa, no podía creerlo; su amor platónico venía a su mismo colegio ¡Y lo mejor es que estarían en la misma clase! Este día no podía ser mejor, solo esperaba que Kumi no la molestara hoy junto con su grupo de arpías.

El timbre sonó dando fin al recreo, se levantó y fue directamente a su salón dando pequeños chillidos silenciosos, no podía ocultar su emoción, el libro era lo único que lograba ocultarlo.

Al llegar se sentó en su asiento al frente pero pegada a la pared y sacó de su bolso todo lo necesario mientras que los demás estudiantes junto con la profesora llegaban, se quitó la capucha de su sudadera rosada antes de que la profesora la regañara. Vio que Hyuga y Wakashimazu venían conversando, al parecer el más alto seguía enojado.

Todo estaba bien hasta que la castaña siente que alguien le da un manotazo a su libro y cae al suelo, al alzar la mirada no podía creerlo; era Kumi Sugimoto.

— Ups, lo siento. — se hizo la inocente mientras llevaba una mano a su pecho. — No te vi, es que eres tan don nadie que eres invisible ante mis ojos.

— Señorita Sugimoto, vaya a su asiento ¿O quiere que la castigue? — la chica de coletas sonrió maliciosamente y la de cabello corto le dio un escalofrío, eso significaba que después de clase venía el infierno.

Involuntariamente empezó a temblar y a sudar frío, las lágrimas amenazaban con salir por el miedo a lo que Kumi con su grupo podrían hacerle.

¿Que harían esta vez? ¿La golpearían? ¿La meterían de cabeza al contenedor de basura? ¿La humillaran delante de todos en la escuela?  ¿La obligarían a limpiar los balones con la lengua? ¿La...

— Oye, Mishel. — la castaña salió de sus pensamientos y su profesora la veía con preocupación mientras que recogía el libro y lo colocaba en la mesa. — ¿Te sientes mal? ¿Quieres ir a la enfermería?

Capitán Tsubasa: One Shots.Där berättelser lever. Upptäck nu