IV.Reflexiones

115 7 1
                                    

Salí de casa de mi abuela decidido aunque confuso, pensé que podía ir a casa de mis tíos pero, nose, ¿me convenía alarmar a mas gente?.

Decidí tomarme un tiempo para pensarlo bien. Aunque ya lo había intentado antes, no había conseguido decidir que hacer.

Decidí volver a mi casa, subí los dos pisos exhausto, cansado, aterrado.

Al entrar puse la puerta arrancada de forma que no se viera nada desde fuera. Entré, dejé las cosas y me duche, tenía que despejarme.

Al salir me quedé mirando el techo y me quedé embobado , perdí la noción del tiempo. Nose cuánto tiempo pasó, una hora , dos, quizás tres.

Pensé en ir a la policía a pedir consejo, no ayuda, no me hacia gracia la idea de las cabezas de mis padres y mi hermana llegándome por correo.

Pero preferí esperar, también podía pedirle ayuda a algún familiar o amigo. Pero no me hacia gracia que la noticia fuera difundiéndose por ahí.

Porque, ¿de dónde iba a sacar el dinero?.

No puedo quejarme por la situación económica de mi familia, pero de ahí a conseguir 425 000 euros hay un paso bastate grande.

Ni vendiendo todo lo que había en mi casa conseguiria ese dinero, ni siquiera un cuarto del total.

Era ya tarde, decidí irme a dormir. Mañana por la mañana seguiría pensando.

La historia de un SecuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora