Viviendo con Michael Jackson (Novela de Michael y tú)

Capítulo 42: ¿El día de Joe?

 Capítulo Reescrito

10 minutos después

—¿Ya te quieres ir? No creo que nuestra ropa se seque aquí...—Te pregunto él.

—Sí... además ya tengo hambre.

-Michael se levantó, estiro su mano y te ayudo a ponerte de pie-

—¿Quieres ir a comer a alguna parte?

—Mike no creo que nos dejen entrar a algún lugar, así como estamos...

—Sí... creo que tienes razón...

—Mejor vamos a nuestro escondite y... —En ese momento te diste cuenta de lo que habías dicho y le dijiste—. Perdón, vamos al departamento y preparamos algo para comer.

—Sonrió y te dijo. —¿Nuestro escondite? Mmm... Me gusta... —Dijo acercándose más a ti—. Desde ahora en adelante será solo de nosotros 2. ¿Qué te parece? —Dijo posando sus manos en tu cintura.

Le sonreíste. —Pues... seria hermoso, me encanta Michael.

-Te acercaste a sus labios y los besaste-

Narras tú: Después de besarnos por última vez, nos despedimos de esa playa tan hermosa, y nos subimos al auto.

Al llegar al departamento lo primero que hice fue entrar al baño a darme una ducha y cambiarme de ropa, posteriormente Michael hizo lo mismo.

Después prepare algo para cenar. Al terminar fuimos al cuarto, teníamos planeado ver películas, pero ambos estábamos cansados y sin darnos cuenta nos quedamos profundamente dormidos.

A la mañana siguiente

-Ya eran las 10:00 am y a pesar de que era temprano ya hacía calor.

Michael se encontraba tendido en la cama a tu lado, sin su playera y acariciando tu cabello, mientras que tú tenías tu cabeza apoyada en su pecho, traías puesta una de sus camisas y un pantalón corto de piyama. Estaban de los más bien, hasta que sienten que alguien toca la puerta de entrada-

—¿Quién podrá ser?

—No lo sé, pero voy a ir a ver... —Te levantaste de la cama.

­—No, no vayas no quiero que nadie nos moleste.... —Te pidió, y alcanzo a tomar tu mano.

­—Pero puede ser importante... —Te acercaste a él le diste un beso y saliste del cuarto—. Ya vuelvo...

-Caminaste hasta llegar a la puerta, tomaste la perilla, la diste vuelta y la puerta se abrió dejando ver a una mujer joven, de tés morena y ojos cafés como los de Michael, dicha chica te quedo mirando algo sorprendida.

Ambas estaban a punto de hablar, pero en ese momento aparece Michael detrás de ti y dice:

—¿Quién es? —Mirándote a ti, para luego fijar su mirada en la mujer que se encontraba en frente de ambos­—. ¿Janet? —Dijo sorprendido al ver a su hermana parada ahí—. Que... ¿Qué haces aquí?

—¿Esa es forma de saludar a tu hermana? — Le reprocho simpáticamente.

—No... lo siento. —Le sonrió, se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla­—. Ven pasa... —Ella entro y cerraron la puerta.

—¿Y que no nos piensas presentar? —Dijo mirándote y sonriéndote.

—Sí claro... Janet ella es (Tn). (Tn) ella es Janet mi queridísima hermana...

—Hola, es un placer. ­—Saludaste sonriendo y dándole un beso en la mejilla.

—El placer es todo mío.